Y también de Puriscal
Leiner Vargas [email protected] | Martes 07 agosto, 2018
Reflexiones
Y también de Puriscal
En Costa Rica existe la costumbre de decir una frase que enfatiza nuestra identidad nacional, si se organiza un festival o actividad se dice “vienen de todos lugares y también de Puriscal”. Es una población muy rural, fundado el 7 de agosto de 1968, el cantón de Puriscal cuenta con una población de alrededor de 35 mil habitantes y un área de 553,66 kilómetros cuadrados. Tiene una altitud que ronda los 500 metros, ampliamente conocido por sus montañas, sus ventas de chicharrones, su bosque montano seco y los atractivos naturales y culturales, como el Parque Nacional La Cangreja, ubicado cerca del pueblo de Mastatal a unos 45 kilómetros de la cabecera del cantón, Santiago de Puriscal.
Destaco hoy en mi columna a un pueblo y su orgullosa atleta, Andrea Vargas de 22 años, ganadora de la medalla de oro en los 100 metros con vallas en Barranquilla, Colombia, en el marco de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Es la primera atleta costarricense en ganar un oro en atletismo en dichas competencias, con un tiempo de 12 segundos y 90 centésimas. Gana la medalla de oro en una explosiva carrera donde logra dejar atrás a las competidoras de Haití y de Jamaica, tradicionalmente fuertes en el atletismo. Pero su historia de lucha, esfuerzo y sacrificio no empezó este pasado 31 de julio, día de la competencia. Dicho resultado ha sido el reconocimiento a una carrera de obstáculos que ha marcado su vida y su trayectoria como mujer, hija, madre, esposa y ahora campeona y fiel representante de la tierra puriscaleña.
Es un ejemplo de lucha de tres generaciones, su madre y entrenadora Dixiana Mena y su hija, Avril de tan solo tres años de edad, quien la acompaña a entrenar muchas veces en sus trayectos desde Puriscal a la capital. Una joven abogada, orgullosa de sus raíces y disciplinada, que forma parte de los atletas de elite del país. La ahora campeona de los 100 metros con vallas ha llegado a lo más alto de las marcas de la región y espera llegar a Tokio y obtener una medalla para nuestro país. Definitivamente toda una campeona que muestra que, con entusiasmo, con disciplina y con esfuerzo las cosas más difíciles se pueden lograr. Es una atleta esforzada que inició con tubos de pvc en su natal Puriscal y gracias al esfuerzo y entusiasmo de su madre, que se formó como entrenadora para apoyar a ella y su hermana. Andrea vino de menos a más en sus marcas y reventó su tiempo entre junio y julio de este 2018.
Destaca esta historia de esfuerzo, de sacrificio y de voluntad lo mejor de la nueva generación de costarricenses que compiten en este y otros ámbitos. Los ganadores en las olimpiadas de biología, química y física, los triunfadores en los concursos de piano, teatro y danza. Destaca también a los jóvenes emprendedores en las ferias mundiales de tecnología, los que se esfuerzan cada día por sus anhelos, por las causas ambientales, por los derechos humanos y en general, los jóvenes que ponen de lado sus intereses personales y se suman a los voluntarios de la Cruz Roja, los voluntariados para atender comunidades en riesgo social y otros tantos fines sociales del país. Andrea Vargas es hoy noticia por sus logros que llenan de entusiasmo a todos aquellos que se levantan temprano, que se esfuerzan y luchan por alcanzar sus metas, si todos lo pueden lograr en cualquier lugar del país y también en Puriscal.
www.leinervargas.com
NOTAS ANTERIORES
Nayib Bukele presidente de El Salvador
Viernes 22 noviembre, 2024
El Salvador y Costa Rica han sido dos países hermanados desde siempre
Liderar el cambio
Viernes 22 noviembre, 2024
Las empresas en Centroamérica están trabajando, cada vez más, en el liderazgo sostenible
Dilemas de Marco Rubio y de la administración Trump en América Latina
Jueves 21 noviembre, 2024
El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, ha nominado al cubanoamericano Marco Rubio como Secretario de Estado
Quiero experimentarlo todo, Incluso las consecuencias
Jueves 21 noviembre, 2024
Vivimos en un mundo donde todos quieren la recompensa, pero nadie quiere el riesgo