Vida de colores
Candilejas [email protected] | Viernes 22 mayo, 2020
Los colores en su casa, quizás jugaron un papel importante para usted, durante esta época de aislamiento social por el COVID 19.
Esto, desde luego, más allá de quienes no tuvieron las condiciones económicas y de salud necesarias para enfrentar sin demasiados problemas la pandemia.
¿Qué pasa en su cerebro cuando usted mira algo de color rojo, verde, amarillo, azul, blanco o negro? La complejidad, velocidad y eficacia de los procesos en el cerebro es algo asombroso.
¿Pero qué sabemos sobre los efectos que los colores producen en nuestros estados de ánimo y salud?
Cuando usted construye casa, remodela o renueva la pintura y decorados, ¿quién decide los colores? ¿Su arquitecto? ¿Alguien que contrató para eso? ¿es una decisión familiar? Solemos buscar colores que coincidan con nuestros gustos, pero en general no pensamos en los diferentes efectos que ellos tendrán sobre nosotros.
Johann Wolfgang von Goethe (1749 - 1832), poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán, decía conocer la verdad acerca de la teoría de los colores.
Fruto de su interés científico y estético por la luz y el color fue su libro ZurFarbenlehre “Teoría de los colores”(1810), desacreditado por la física moderna, pero a cuyos hallazgos ópticos no se le puede restar importancia.
Hoy, la ciencia médica reconoce el valor de los estudios e investigaciones del famoso alemán. Algunas de sus explicaciones siguen vigentes y se le considera el precursor de la psicología del color (www.psicologiadelcolor.es.)
El proponía que el color depende también de nuestra percepción, en la que se encuentra involucrado el cerebro y los mecanismos del sentido de la vista.
El costarricense, especialista en neurólogía, Dr.Randall Pérez, coincide en algunos aspectos con lo que Goethe decía.
Se ha visto que algunos colores tienen efecto sobre las emociones. Diferentes etnias y regiones del mundo, relacionan, por ejemplo, demasiado color rojo como algo que podría generar violencia.
Pero también se sabe que si a una persona se le sirve comida en un plato rojo, comerá menos, dice este neurólogo.
El uso de los colores como terapia es aceptado por la profesión médica.
El Dr. Albert Szent-Gyorgyi (1893 – 1986) húngaro ganador del premio Nobel por el descubrimiento de la vitamina “C”, descubrió también que muchas enzimas y hormonas tienen color y son sensibles a la luz.
Al ser estimuladas con diferentes colores, pueden sufrir cambios moleculares que alteran sus tonos originales.
Existen patrones sobre los efectos de los colores en los humanos.
Sin embargo, el Dr. Pérez explica que en el proceso intervienen redes funcionales (espacios del cerebro por donde pasa la luz y el color que han entrado por los ojos), entre las cuales está la relacionada con “memoria - emociones”, por lo que en cualquier experiencia negativa que nos haya ocurrido y se encuentre guardada en el inconsciente, podría destacar un color y esto hará que ese tono nos haga sentir mal, o al menos incómodos.
Por otro lado, la psicóloga Mónica Ventura, quién tiene una maestría en Arteterapia, asegura que es importante hablar con la persona ya que cada ser humano tiene una percepción individual.
Ella recomienda prestar atención a los colores que nos rodean, para desarrollar una paleta señalando sus signicados personales (recuerdos asociados, imágenes, reacciones, percepciones).
El estar más consciente de esos significados permitiría a la gente rodearse en lo posible de colores con los cuales tenga asociaciones o recuerdos positivos.
Tenemos una naturaleza multicolor que, bien valorada y empleada, puede hacer que nuestras vidas sean mejores.
#EstoPasará
Carmen Juncos Biasutto y Ricardo Sossa Ortiz
Editores jefes y Directores de proyectos