Una vieja casona tomada por los jóvenes
Candilejas [email protected] | Viernes 23 agosto, 2019
Ayer, una hacienda cafetalera, hoy, un siglo después, se sigue cosechando en este lugar conocimiento, habilidades y oportunidades, para el mejoramiento de la calidad de vida y del trabajo en Costa Rica.
En la era robótica, el museo llamado “Casona”, de estilo victoriano, con 437 metros cuadrados de construcción y declarado Patrimonio Cultural en 1989, emana vitalidad en una parte de aquella finca, y es anfitriona de muchísimas personas.
Esto porque el INA logró restaurarla en su totalidad, poniendo ahí en funcionamiento un “Centro para visitantes”.
Se ubica, esta “Casona”, en un área de 900 manzanas que pertenecieron en el pasado al alemán Otto Hube y cuyo primer administrador fue Guillermo Peters, ya que el dueño residía en Alemania.
El total de la finca fue dividida en cuatro lotes y el tercero de ellos, en donde se encontraba la casona, se vendió al Instituto Nacional de Aprendizaje.
A Guillermo Peters se le conoce como “el padre del café”, porque dedicó gran parte de su vida no solo a cultivarlo, sino también al estudio de la tierra, extrayendo de uno y otro experiencias que hoy sirven a los cultivadores y a la ciencia.
En las tierras que Peters administraba, se cosechó caña de azúcar y café, este último se exportaba a Alemania y Estados Unidos.
Hoy en este lugar especial, la “Casona” es un escenario cargado de historia para que jóvenes estudiantes del INA, en su sede central de La Uruca, realicen exposiciones de fotografía, muestren videos y otros productos artísticos que muchos de ellos crean como parte de su formación.
Pero la “Casona” también está abierta al público en general y además ofrece su cálido ambiente para atender personas del resto del mundo, que visitan Costa Rica por diversos fines, cuenta Adriana González, a cargo del museo.
Un ejemplo de esto, es el “World Skills”, proyecto mundial en el que Costa Rica participa, y por lo cual se desarrollan actividades y se reciben visitantes de otros países en la “Casona”.
El “World Skills”, son olimpiadas y competencias mundiales para elevar el perfil y el reconocimiento de personas calificadas, y mostrar cuán importantes son las habilidades para lograr el crecimiento económico.
En general, los edificios de valor histórico y cultural, están ahí para que podamos tener un encuentro vivo con el pasado.
Pero si además de conservarlos se mantienen activos para otras funciones del mundo y la sociedad actual, mayor será el número de visitantes que reciban y comprendan el pasado, presente y futuro de una cultura determinada.
Todo el mobiliario de este museo tiene historia. Por ejemplo, es ahí donde se conserva la mesa en la que se firmó la primera constitución política de Costa Rica, cuenta Adriana.
Quizá, ver esa mesa recuerde a los visitantes la importancia de leer dicha constitución.
Hoy, que los enormes adelantos de la ciencia y la tecnología introducen a la humanidad en la era del conocimiento y de la inteligencia artificial, nada puede sustituir el placer y las emociones que podemos sentir al penetrar lo profundo de nuestra historia, las creaciones y el arte del presente.
Carmen Juncos Biasutto y Ricardo Sossa Ortiz
Editores jefes y Directores de proyectos