Un plan con tres pilares reactivaría economía y empleo: Gerardo Corrales
Redacción La República [email protected] | Lunes 20 julio, 2020
Gerardo Corrales
Director
Economía Hoy
Podríamos pensar en un plan conformado por tres pilares para reactivar la economía y el empleo que venga a recuperar la confianza y el optimismo de las empresas y familias del país.
Primero, innovar en estructurar esquemas financieros para oxigenar; reestructurar a largo plazo e incentivar la actividad económica en varios sectores clave.
Segundo, definir un plan específico de ejecución, con fechas, responsables y por medio de una alianza que incluya al gobierno, empresas y sindicatos conformando un “Cuarto de Planeación y Ejecución de Reactivación Económica”.
Tercero, siempre observar los protocolos de salud para proteger a las personas vulnerables, pero permitir que la actividad económica no se detenga, pues de lo contrario, tendríamos más muertes jurídicas que físicas por la pandemia, con consecuencias negativas sin precedentes en crecimiento, desempleo y pobreza.
Bajo el primer concepto, propongo al menos tres ideas para considerar y evaluar.
Dado que los bancos, ante el temor a la crisis de la pandemia, no están dispuestos a tomar mayores riesgos, pero sabiendo que ya mucho de este lo tienen en sus balances por créditos concedidos, establecería un Fondo de Avales o Garantías sobre pérdida esperada.
Lea más: ¿Cómo reactivar la economía en los próximos seis meses?
Esto significa que el gobierno negociaría un crédito blando de largo plazo con un organismo multilateral, al menos por $ 300 millones, que vía un fideicomiso los canaliza en inversiones en títulos valores de bancos del Estado, con la instrucción precisa de brindar capital de trabajo a las empresas más necesitadas y que antes de la pandemia, tenían una calificación de riesgo aceptable según la SUGEF.
Es de esperar que el costo de fondos de estos recursos sea inferior al rendimiento obtenido por la inversión en certificados.
La segunda parte de esta idea, es que la SUGEF con la información histórica y actual, determine los créditos por actividad más afectados por la pandemia del Covid-19 y ponga a disposición de los bancos, el cálculo de pérdida esperada para cada una de dichas actividades.
De esa forma, el fideicomiso de gobierno otorgaría un aval sobre las pérdidas esperadas, a condición que los bancos brinden una reestructuración de los créditos al menos con dos años de gracia en principal e intereses y de 12 años para amortizar.
La ventaja de este esquema es que la cartera de crédito a ser cubierta, bajo un escenario de pérdida esperada del 10%, sería de $ 3 mil millones, con lo cual, le quita la presión de flujo de caja a las empresas afectadas por el Covid y les permite enfocarse en reactivar sus operaciones.
Lea más: Sector comercio: “urge la reactivación económica”
Eso sí, la condición que pondría el gobierno para otorgar los avales es que exista un compromiso de las empresas beneficiarias a mantener y si es posible, incrementar el nivel de empleo que es el objetivo prioritario nacional de este momento crítico.
Un segundo esquema de fideicomiso consiste en promover la construcción de vivienda de clase media e interés social, al menos por $ 500 millones.
Todos sabemos que el efecto arrastre o multiplicador de ese sector es muy amplio, además que genera empleo para mano de obra no calificada.
A su vez, tiene un beneficio social que es dotar de vivienda para las clases más necesitadas.
Existen fondos disponibles en inversionistas institucionales como la Caja el INS, y las Operadoras de Pensiones, que pueden contratar por medio del fideicomiso a cambio de una comisión, a los bancos expertos en créditos hipotecarios, para que origen los financiamientos y la selección de riesgos en proyectos coordinados con la Cámara de la Construcción, idealmente, cerca de los principales centros de producción del país para reducir costos de transportes futuros de esos colaboradores que vivirían cerca de su sitio laboral.
Con ello, esos inversionistas comprarían las hipotecas o bonos hipotecarios con respaldo de dichas hipotecas, siendo un activo sumamente seguro y con una tasa de interés estable en el largo plazo.
Un tercer esquema, es lograr una titularización de los ingresos futuros que Japdeva va a percibir por el canon de APM Terminal, con el valor presente de los ingresos de unos $ 1.000 millones en 30 años, para adelantar el financiamiento de un plan de inversión en reactivación en la región atlántica, que incluya obras en temas de logística; transporte; comercio; vivienda, entre otros.
Este esquema a su vez, promueve el mercado de capitales en el país y ofrece nuevas opciones de inversión para los inversionistas institucionales y estoy seguro que los departamentos de banca de inversión de los bancos del Estado, tienen la capacidad de estructura en muy corto tiempo, este instrumento financiero.
En lo referente al Cuarto de Planeación y Ejecución de la Reactivación Económica, es una cuestión que el Presidente de la República, tomé la iniciativa de empoderar a un líder del Ejecutivo, para que en coordinación con el sector productivo y sindical, se dediquen tiempo completo en diseñar y proponer un verdadero plan de reactivación con medidas concretas y fechas, responsables y con exigencia de rendición de cuentas periódicas, aprovechando las conferencias del mediodía para hablar de los avances en la reactivación económica.
El equipo económico hoy está saturado y ocupado en el día a día de apagar los incendios de la pandemia y de las finanzas públicas, por lo que es necesario que gente fresca y con experiencia en el sector productivo, tomé las riendas de este programa tan esperado por las empresas y familias del país.
Todo esto en el contexto de observar los protocolos de salud, ya que la primera prioridad siempre es proteger la vida humana y tenemos que aprender a convivir con la enfermedad, al menos hasta que se logre descubrir la vacuna respectiva.
Hoy más que nunca, se requiere generar ideas que aporten y ayuden al país a superar esta crisis, pues todos estamos montados en el mismo barco, sin distingos de ideologías o partidos políticos.
Conozca más en Economía Hoy