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Tricotomía

María Luisa Avila [email protected] | Jueves 21 marzo, 2013


Hay muchas razones para leer, podemos vivir muchas vidas y en muchos sitios, son una excelente compañía, nos vuelve más críticos y más respetuosos hacia las diferencias culturales entre los pueblos


Tricotomía

Dice un hermoso proverbio hindú que “Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”.
¿Cuántos libros tiene en su biblioteca?, ¿Cuántos de ellos los ha vuelto a leer? ¿Cuántos solo se llenan de moho o de polvo sin que unas manos pasen con deleite sus páginas?
Si usted disfruta la lectura y cada vez que evoca un libro leído, una sensación de bienestar le invade, le interesará saber de la iniciativa: Club de los Libros Perdidos.
Esta es una iniciativa mundial que este año llega a nuestro país y que ha sido difundida en redes sociales, especialmente en Facebook.
Consiste en “liberar” un libro en un espacio público con una dedicatoria indicando que forma parte de “El Club de los Libros Perdidos”, que pertenece a quien lo encuentre señalando el día y el lugar en que fue perdido, así se sabrá por donde ha viajado, ya que cuando lo termine de leer deberá liberarlo de nuevo.
La iniciativa pretende incentivar la lectura sin distinciones de ningún tipo.
Este 21 de marzo, Día Internacional de la Poesía, se espera que muchos dejemos un libro “perdido” y que esta acción se convierta en un hábito.
Me ha parecido una excelente idea. Democratiza la lectura, estimula la generosidad, impulsa la imaginación al pensar por dónde ha pasado nuestro libro y quién lo encontró.
La lectura ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje. Mejora la expresión oral y escrita y hace el lenguaje más fluido. Aumenta el vocabulario y mejora la ortografía.
Hay muchas razones para leer, podemos vivir muchas vidas y en muchos sitios, son una excelente compañía, nos vuelve más críticos y más respetuosos hacia las diferencias culturales entre los pueblos.
Que sus libros no se llenen de moho o de polvo, póngalos a circular, haga feliz a otro ávido lector, pierda un libro y gane la emoción de compartir lo que se ama.

María Luisa Ávila

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