Transformación digital y banca pública de desarrollo en América Latina
Jeannette Ruiz Delgado [email protected] | Martes 01 junio, 2021
Un estudio realizado en el 2019 por el Banco Interamericano de Desarrollo sobre diferentes bancos públicos de desarrollo de América Latina y el Caribe, miembros de la Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo (ALIDE) y los procesos de transformación digital, permite concluir que estas experiencias constituyen una gran oportunidad para que los bancos puedan utilizar lecciones aprendidas y buenas prácticas, a fin de acortar los propios procesos de aprendizaje, permitiendo lograr el éxito de la transformación digital en el menor tiempo posible y así dar respuestas a la exigencia de la demanda.
A partir de estas experiencias, se pueden separar las dimensiones involucradas en la Transformación Digital de un Banco Público de Desarrollo en tres áreas principales: clientes, procesos y modelo de negocios.
Según este mismo estudio, la transformación digital viene acompañada de la promesa de mejorar el funcionamiento de los mercados financieros a nivel general, en la medida en la que le permite, reducir los problemas de riesgo moral y selección adversa, dado que facilita la obtención y uso de información hasta hace poco no disponible, disminuir el tiempo y costo de hacer cumplir los contratos mediante el uso de la historia transaccional digital y nuevos instrumentos de manejo de riesgo y reducir los costos fijos, que actúan como barreras de entrada en la industria financiera, la cual facilita la competencia e incentiva la eficiencia.
Gran parte de los beneficios percibidos de la transformación digital destacados por los Bancos Públicos de Desarrollo están relacionados con mejoras en la eficacia y eficiencia, ya que la digitalización permite responder mejor a las necesidades de los clientes, acortando los tiempos de respuesta a sus requerimientos, logrando beneficios como menores costos de transacción y transparencia. Al igual que lograr la vinculación de clientes no atendidos (inclusión financiera) o subatendidos y ofrecerles servicios nuevos.
En el proceso de aceleración del desarrollo tecnológico de la industria bancaria se pueden identificar dos fuerzas tecnológicas disruptivas como las principales responsables de los avances en la digitalización del sector financiero, las fuentes alternativas de datos y la conectividad, apunta el estudio.
En una charla del BID, durante un panel que me correspondió dirigir sobre la transformación digital y su impacto en las pymes, se mencionaron varios puntos fundamentales para lograr el éxito de las pequeñas empresas: el acceso a nuevos mercados, la integración en cadenas globales de valor, incremento en la productividad, acceso al crédito y otros servicios financieros. En la Latinoamérica y el Caribe, las Pymes generan el 67% del empleo, un 28% del PIB y constituyen 75% de las empresas exportadoras, sin embargo, tienen poca participación en el e-commerce, en comparación a las pymes de otras latitudes. Algunas de las mayores barreras que enfrentan son: la poca penetración de la banda ancha, el limitado acceso al crédito, falta de capacitación técnica en procesos, acceso y capacitación para el uso de la tecnología.
El Banco Nacional para potenciar los sectores productivos, ha asumido el compromiso de apoyar el desarrollo de microempresarios, pequeñas empresas, grandes empresas, personas y otras empresas del Estado. Esta labor se ha diseñado, brindando acompañamiento financiero y no financiero. En época de la COVID 19 hemos contribuido con nuestros clientes en procesos de readecuación de crédito o soluciones afines a sus necesidades. Un total de casi 4.000 micro, pequeños y medianas empresas, y otros perfilados en Banca de Desarrollo, recibieron prórrogas y readecuaciones en sus más de 6.000 créditos, para un saldo principal por ¢511.795 millones.
También, realizamos alianzas para proveer plataformas de comercio electrónico, como la Plataforma Nidi, que les permite la reconversión de su modelo comercial, apoyamos con procesos de educación financiera y asesoría por medio de nuestra plataforma Pyme Nauta y Pyme Fan y hemos ajustado nuestros canales de servicio de acuerdo con la nueva realidad y sus requerimientos.
Tenemos claro nuestro rol en el relanzamiento que requiere la economía de nuestro país y por ello seguimos trabajando en la construcción de encadenamientos entre nuestros clientes y socios, brindando herramientas que faciliten su interacción y el acceso a servicios financieros y derivados, fomentando la creación de nuevos productos dirigidos a atender necesidades específicas de los clientes.
Asimismo, el banco ha fortalecido su posicionamiento por medios digitales construyendo comunidades libres de efectivo, cuyo plan piloto se realizó en una zona poco desarrollada del país (Tortuguero), mediante la alfabetización de los empresarios, así como con el acceso al crédito, POS, tarjetas, y uso de medios digitales, lo cual nos compromete a trabajar en el desarrollo sostenible de más comunidades bajo este modelo de atención.
En la actualidad, para el banco es claro que el sector productivo del país necesita un socio financiero que provea productos y servicios que impulsen su desarrollo; se está construyendo propuestas como Líneas de Crédito, Hipotecas Abiertas y Crédito 100% digital, así como tecnologías que en nuestro proceso de transformación contribuyan a mejorar las posibilidades de nuestros clientes para triunfar en su gestión. El Banco Nacional se está transformando para ser ese socio mientras mantiene su liderazgo y contribuye al desarrollo del país.
Los bancos debemos transformarnos para ser los socios que necesitan los clientes, especialmente en una coyuntura donde este proceso se ha acelerado por los efectos de la COVID 19. La transformación digital, acompañada de moderna tecnología es un acompañante para que nuestros clientes puedan hacer crecer sus negocios, vincularse a ecosistemas productivos que les permitan ser competitivos en un entorno cada vez más exigente. Los servicios que se prestan a las partes interesadas requieren de una escucha aguda a esas necesidades de los clientes, en cuanto a servicios digitales, pronta respuesta, diseño de nuevos productos, uso de la omnicanalidad, de la inteligencia artificial, la adecuada y responsable administración de datos, que permita conocer los gustos, preferencias y emociones de nuestros clientes, para atender esas necesidades casi de forma individualizada.
Hoy la transformación digital no es un tema para discutir, es un tema para actuar y trazar la ruta para alcanzar el éxito.