Transformación digital para las PYMES, una oportunidad comercial
Juan Carlos Cordero [email protected] | Miércoles 30 marzo, 2022
Sin duda los hábitos de las personas en la era digital han cambiado en todos sus campos abarcando la educación, el comercio, la gestión de gobierno, y sobre todo la operabilidad de las PYMES, las cuales tienen el constante reto de reinventarse en búsqueda de mejorar su experiencia con sus clientes, y de forma interna reducir costos, automatizar procesos y aumentar sus ventas.
La transformación digital representa una herramienta en la que brinda a las PYMES una nueva agilidad para ofrecer nuevos productos y servicios, administrar datos para toma de decisiones y sobre todo mejorar la experiencia con clientes actuales y potenciales, la administración de los diferentes procesos y mitigar el riesgo.
La importancia de lo que representa esta transformación es significativa, ya que sin las tecnologías digitales un negocio en la actualidad difícilmente avanzará y será competitivo, contemplando que para el éxito de la mayoría de las PYMES administrar correctamente la información, repercute en la toma de decisiones claves, vinculado a la falta de personal especializado en estos pequeños negocios para dicha toma de decisiones.
La incorporación de cada vez mas usuarios al mundo digital es un punto de partida estratégica para las empresas, al menos 6 de cada 10 hogares en Costa Rica, MEIC (58%) se encuentran conectados y los nuevos usuarios realizan la mayoría de sus gestiones de forma electrónica, obligando a las empresas a enrumbarse a las tendencias de sus usuarios.
Según el informe 2021 de Mckinsey Global Institute , se calcula que para el 2040 el porcentaje de la población que incurra a servicios digitales, llegara a alcanzar el 90% a nivel mundial; un ejemplo en el cual hemos visto el impacto en los dos últimos años ha sido el mercado de entregas a domicilio, el cual su operación ha sido casi triplicada desde comienzos de la pandemia del COVID -19, además ha sido producto de una serie de cambios de hábitos de consumo de los habitantes, diversificando la oferta de productos, inclinado la balanza en los productos preparados y de conveniencia, así como el incremento de operadores o plataformas de entrega.
Esta estrategia adaptada en vías de seguir la tendencia de mercado es la que se debe de incorporar de forma integral y bajo un objetivo de competitividad, por otra parte, la apertura al cambio de los sistemas tradicionales de comercialización se debe de tomar con mente abierta y sobre todo que estos nos llevaran por la senda del éxito.
Desde ALIARSE el compromiso ha sido la constante como socio implementador, que desde el año 2020 hemos proyectado bajo una visión de impulsar con nuestro programa Trans-Formate a todas aquellas empresas, emprendimientos, e ideas productivas; hacia la transformación digital, en busca de generar un impacto.
Para el cierre del año 2021 Trans-Formate, beneficio a más de 1209 PYMES, con un procesos de formación de más de 1422 horas de capacitación bajo su modelo de desarrollo integral que busca enseñar e implementar un proceso de capacitación en temas de computación y emprendimiento que permita a las PYMES formarse en seis grandes módulos didácticos, potenciando y fortaleciendo a estos emprendedores en temas tales como, análisis de datos para la toma de decisiones, planes estratégicos, herramientas digitales, entre otros.
Sin embargo, estos procesos no son lo único que se necesita en el país para incidir en la transformación digital, ciertamente vivimos tiempos inéditos y el margen para la acción política es reducido, asimismo la pandemia seguirá causando estragos en los planos económico y social en el corto, mediano y largo plazo en especial en las PYMES.
En el gobierno del año 2010-2014 en la administración Chinchilla Miranda se lanzó la política nacional de emprendimiento, con reto importante de contribuir al desarrollo económico y social del país, mediante el incremento de procesos productivos y la generación de empleos de calidad; una de sus iniciativas fue la creación de la Red Nacional de incubadoras contemplando las diferentes zonas del país y en asociación con la sociedad civil, universidades y agentes económicos; sin embargo esta políticas han sido migradas a otras, como la política nacional de empresariedad 2018 - 2022, promulgada por el gobierno actual, en las que se variaron algunos actores y entidades, que en ambas no han sido determinantes en causar un impacto positivo en el parque empresarial actual, representando un reto añejo no superado para los candidatos a segunda ronda.
Dicho esto, nos acercamos a una segunda ronda electoral para elegir el presidente de Costa Rica, en sus planes de Gobierno ambos candidatos visibilizan dentro de sus prioridades el apoyo a las PYMES, bajo diferentes iniciativas, pero con el objetivo en común de hacerlas avanzar, demostrando que existe una real voluntad política, es decir el presidente de Costa Rica 2022-2026 tiene por delante ya no el recto de la reactivación económica, sino de asegurar que estos pequeñas y medianas empresas tengan el apoyo estatal para fortalecer y contribuir a la economía costarricense.