Tramo de ocho carriles, túnel y nuevos puentes, entre lo propuesto para ampliar la ruta 27

Ampliar la ruta 27 traerá seguridad de que no les caerá una piedra a los usuarios en cualquier momento, pero también que habrá que pagar más por su uso y por más tiempo.

Globalvía, a cargo de la concesión, le planteó al gobierno la solución prevista para mitigar las presas que se sufre en el camino y eliminar los riesgos que presentan desde su apertura.

Incluye desde un tramo de ocho carriles y un túnel, hasta nuevos puentes y más carriles a lo largo de los 77 kilómetros del recorrido.

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Todo tiene un costo cercano a los $650 millones que deberán pagar los usuarios en tarifas de peaje, que aún no ha trascendido el monto, pero que podría ser menos costosas en caso de que el gobierno decida aportar recursos.

Cabe destacar que en la carretera actual se invirtieron $305 millones, sin incluir los cinco puentes mayores y las expropiaciones que se realizaron con antelación, por lo que se pagan casi ¢2.500 por sentido, por recorrer toda la vía.

La propuesta de ampliación divide los trabajos en tres secciones. La primera, que se extiende desde La Sabana hasta Siquiares, en la entrada a El Coyol de Alajuela, es la que incluye las principales obras.

Por ejemplo, para eliminar la presa que se forma en los semáforos por el Gimnasio Nacional se propuso un túnel desde ese punto hacia la Avenida 10 para garantizar una circulación fluida en todo momento.

Además, se llevará a ocho carriles, cuatro por sentido, el tramo entre la Circunvalación y el peaje de Escazú, incluyendo el puente sobre el río Tiribí.

Ese trayecto es de tres vías por sentido en la actualidad y se cierra a dos a la altura del acceso a Trejos Montealegre, lo que genera un cuello de botella en horas pico a la salida del peaje, en sentido Santa Ana-San José.

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De Multiplaza hasta la estación de peaje de San Rafael de Alajuela iría a tres vías por sentido, incluyendo un nuevo puente sobre el río Virilla y un nuevo intercambio en la ruta a Lindora y mejoras en los accesos a Guachipelín y Ciudad Colón para agilizar la circulación.

Es una mejora sustancial pues en la actualidad el paso tiene tramos de dos carriles por sentido que luego se cierran a uno, poco después del acceso a Ciudad Colón, lo que se convierte en un embudo que genera una densa presa.

El segundo sector comprende dos tramos, entre El Coyol o Siquiares hasta Balsa de Atenas y entre Orotina y Caldera.

La principal obra en estos tramos es que se llevarán totalmente a dos carriles por sentido, junto a los puentes sobre Río Grande y Jesús María. Además, comprende la ampliación en el intercambio de Caldera y obras de protección el Bolsón y Caldera.

Hoy esos tramos son de un carril, con un segundo en los accesos a las principales comunidades.

El tercer sector de trabajo se extiende entre Atenas y Orotina, que también irá totalmente a dos carriles por sentido, con espaldones y separación física con barreras de concreto, soluciones en los taludes y en la calzada. Además, se harán nuevos puentes sobre las quebradas Concepción y Salitral. Con esto se gana un carril adicional en varios kilómetros, con respecto a lo actual.

Ahora le corresponde a la administración decidir si acepta la propuesta presentada para echarla a andar, para lo que necesitará el aval de la Contraloría General.