Tráfico de órganos sin control
Gabriela Masis [email protected] | Martes 23 agosto, 2011
No existe registro sobre donaciones y trasplantes
Tráfico de órganos sin control
Adhesión a Tratado de Estambul pretende dotar al país de un marco legal más efectivo
Costa Rica no cuenta con mecanismos suficientes para controlar los trasplantes y el tráfico de órganos, al extremo de que no hay registros sobre la actividad en torno a esta situación.
Actualmente en el país solo hay indicios de que se trafican y trasplantan órganos fuera de los controles establecidos por ley, sin embargo, la legislación vigente es insuficiente.
Según la norma que rige en el país, todos los órganos a trasplantarse y los procedimientos deben ser registrados en el Ministerio de Salud, sin embargo, esta misma ley no obliga a las clínicas privadas a reportar cuando se realiza una cirugía de este tipo.
La falta de regulación de los trasplantes y de la donación de órganos deja la puerta abierta para el tráfico de órganos.
“Lo lamentable es que se sabe que existe el tráfico, pero no hay números o datos al respecto”, dijo Mariamalia Matamoros, del Centro de Trasplantes Hepáticos de la Caja de Seguro Social.
Se trata primordialmente de órganos que se extraen a personas vivas, como es el caso de riñones o de partes del hígado, para implantarlos a otras.
El Ministerio de Salud no ha hecho la tarea de promulgar el reglamento tanto para el registro como para la acreditación de centros médicos que pudieran estar efectuando los trasplantes, indicó Matamoros
Eso a pesar de que esa entidad es la encargada de acreditar a nivel nacional a los distintos centros médicos, argumentó Marvin Agüero, director del Plan Nacional de Trasplantes.
Entre los médicos es de conocimiento que a nivel privado se ejecutan trasplantes que son promovidos por compañías extranjeras y que se realizan en el país.
A fin de controlar en alguna medida el turismo de trasplantes y el posible tráfico de órganos, el Ministerio de Salud firmaría en noviembre de este año, a nivel regional la Declaración de Estambul, ante la Organización Mundial de la Salud.
Con eso se persigue mejorar la actividad de donaciones y trasplantes en momentos en que el turismo de trasplantes toma auge.
Al ser firmante de dicho documento, el país contará con un marco de regulaciones que no solo homogeneizará las reglas a nivel universal, sino que también provocará hacer reformas legales a lo interno.
De esa manera, también el país se compromete ante la comunidad internacional a tomar medidas sobre el turismo de trasplantes y la venta de tejidos y de órganos, atendiendo el llamado hecho por la Organización.
Mientras tanto, profesionales interesados en el tema tratan de sacar adelante un proyecto de ley que regule con mayor eficacia la donación y trasplantes de órganos.
No obstante, a pesar de haber contado con el consenso entre la mayoría de las fracciones legislativas, dicha propuesta en la administración anterior nunca fue presentada para su discusión.
Gabriela Masís
[email protected]
Tráfico de órganos sin control
Adhesión a Tratado de Estambul pretende dotar al país de un marco legal más efectivo
Costa Rica no cuenta con mecanismos suficientes para controlar los trasplantes y el tráfico de órganos, al extremo de que no hay registros sobre la actividad en torno a esta situación.
Actualmente en el país solo hay indicios de que se trafican y trasplantan órganos fuera de los controles establecidos por ley, sin embargo, la legislación vigente es insuficiente.
Según la norma que rige en el país, todos los órganos a trasplantarse y los procedimientos deben ser registrados en el Ministerio de Salud, sin embargo, esta misma ley no obliga a las clínicas privadas a reportar cuando se realiza una cirugía de este tipo.
La falta de regulación de los trasplantes y de la donación de órganos deja la puerta abierta para el tráfico de órganos.
“Lo lamentable es que se sabe que existe el tráfico, pero no hay números o datos al respecto”, dijo Mariamalia Matamoros, del Centro de Trasplantes Hepáticos de la Caja de Seguro Social.
Se trata primordialmente de órganos que se extraen a personas vivas, como es el caso de riñones o de partes del hígado, para implantarlos a otras.
El Ministerio de Salud no ha hecho la tarea de promulgar el reglamento tanto para el registro como para la acreditación de centros médicos que pudieran estar efectuando los trasplantes, indicó Matamoros
Eso a pesar de que esa entidad es la encargada de acreditar a nivel nacional a los distintos centros médicos, argumentó Marvin Agüero, director del Plan Nacional de Trasplantes.
Entre los médicos es de conocimiento que a nivel privado se ejecutan trasplantes que son promovidos por compañías extranjeras y que se realizan en el país.
A fin de controlar en alguna medida el turismo de trasplantes y el posible tráfico de órganos, el Ministerio de Salud firmaría en noviembre de este año, a nivel regional la Declaración de Estambul, ante la Organización Mundial de la Salud.
Con eso se persigue mejorar la actividad de donaciones y trasplantes en momentos en que el turismo de trasplantes toma auge.
Al ser firmante de dicho documento, el país contará con un marco de regulaciones que no solo homogeneizará las reglas a nivel universal, sino que también provocará hacer reformas legales a lo interno.
De esa manera, también el país se compromete ante la comunidad internacional a tomar medidas sobre el turismo de trasplantes y la venta de tejidos y de órganos, atendiendo el llamado hecho por la Organización.
Mientras tanto, profesionales interesados en el tema tratan de sacar adelante un proyecto de ley que regule con mayor eficacia la donación y trasplantes de órganos.
No obstante, a pesar de haber contado con el consenso entre la mayoría de las fracciones legislativas, dicha propuesta en la administración anterior nunca fue presentada para su discusión.
Gabriela Masís
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