TLC con Corea abre puertas a inversión y cooperación
Javier Adelfang [email protected] | Miércoles 21 febrero, 2018
Finalmente el día llegó, y cuando usted esté leyendo estas líneas se habrá firmado en Seúl el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Corea del Sur y Centroamérica.
Las oportunidades que se aproximan son grandes, aunque los retos lo son más, y cada sector evaluará cómo aprovecharlas, con un mercado de 49 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de casi $30 mil.
Pero el acuerdo tiene mucho más para ofrecer, oportunidades que el país no puede desperdiciar en temas de atracción de inversiones, alianzas estratégicas y cooperación.
“Hasta ahora muchos empresarios y comerciantes tienen sus intereses enfocados solo en comercio, pero hay que poner el foco en atraer inversión, generar cooperación industrial, y aprovechar para hacer infraestructura”, dijo Young Wook Chun, embajador de la República de Corea en Costa Rica.
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La mayoría de las veces, cuando hablamos de tratados comerciales, acotamos el interés a colocar de mejor forma nuestros productos y servicios, sin pensar en que hay mucho más por aprovechar.
“Seúl es la ciudad que tiene más cafeterías por hectárea. Cada diez metros hay cafés de todo tipo. Gran porcentaje de los coreanos paga más por un café que por un almuerzo, entonces el producto se venderá solo”, afirmó el diplomático.
Costa Rica tiene una oportunidad al asociarse con uno de los países líderes en tecnología e innovación, pero aprovecharla no se trata solo de sentarse a esperar una lluvia de inversiones, sino que hay que hacer un esfuerzo desde nuestro lado para generar valor agregado de interés para ellos.
“Ningún empresario viene así nomás. Hay que preparar, motivar, invitar. Pero no esperar meses por diversos trámites. Los empresarios coreanos quieren venir. Ellos comparan salarios, logística, almacén, el clima de negocios y sindicatos. Costa Rica es un país muy democrático y estable, este es un elemento muy positivo”, señaló el embajador.
Sin embargo, no en todos los aspectos Costa Rica brilla: sufre un atraso grave en infraestructura que, junto con la tramitomanía, se transforma en un dolor de cabeza para los empresarios.
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“La infraestructura y la logística son de los principales limitantes para el sector comercial y por ende para sacarles mayor provecho a los acuerdos comerciales. Este será uno de los principales retos que debe asumir el nuevo gobierno de la República”, dijo Alonso Elizondo, presidente de la Cámara de Comercio.
Si Costa Rica quiere desarrollarse debe pensar en tecnología, empleo de calidad y eficiencia para crear valor agregado, que es la fuente de la riqueza y el crecimiento.
Este tratado no debe verse como una amenaza, sino como una oportunidad, ya que en la mayoría de los aspectos Costa Rica y Corea son países complementarios; Costa Rica debe apostar por las pymes.
“Corea es una parte esencial en la estrategia de diversificación de mercados y promoción del comercio exterior que nos planteamos en el plan 2015-2018, el cual se enfoca en la internacionalización de más pequeñas y medianas empresas”, aportó Alexander Mora, ministro de Comercio Exterior.
Sin embargo, el acuerdo no es bilateral, sino que abarca toda Centroamérica, por lo que el país deberá hacer un esfuerzo para destacarse entre sus socios de la región y convencer a los inversores de que Costa Rica es el mejor lugar para invertir y compartir su conocimiento.
En cuanto a lo comercial, el acuerdo abrirá la puerta a miles de nuevos productos costarricenses gracias a las preferencias arancelarias que el tratado determina, así como la llegada de nuevos bienes desde Corea a precios competitivos.
El año pasado el comercio entre ambos países fue de $273 millones, de los cuales $236 millones fueron importaciones.
Minientrevista
Young Wook Chun, embajador de Corea
“Hay que entenderse para negociar, si no será muy difícil”
Wook Chun es embajador en Costa Rica desde 2015. En 2011 fue embajador en Bolivia y previamente director de la Oficina de Asuntos sobre América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio de Corea.
¿Cuál es el gran freno a la llegada de inversiones desde Corea?
Para estos casos los problemas son no entenderse y la falta de confianza. Es un gran obstáculo, real, más que la distancia física. Entre coreanos y costarricenses se puede hablar en inglés, pero eso no genera confianza. Hay que hacer amistad.
O sea que es imprescindible conocer a quien se tiene del otro lado…
Latinoamérica no intenta conocer otros continentes. Yo valoro mucho la visión del Canciller de Costa Rica. Él quiere ampliar las perspectivas de la diplomacia de Costa Rica, pero la mayoría de los ciudadanos, profesores, estudiantes, no entienden las diferencias entre asiáticos y costarricenses. Hay que entender para negociar, si no es muy difícil. La mentalidad, la cultura, la cortesía son diferentes. Nosotros y ustedes vestimos igual, pero las tradiciones son distintas.
Respecto de las ventajas comerciales del tratado, ¿cuál es su opinión?
Hay que plantearse cómo aprovechar el TLC. Hasta ahora muchos empresarios y comerciantes tienen sus intereses enfocados solo en comercio, pero hay que poner el foco en atraer inversión y generar cooperación industrial, y aprovechar para construir un hub de infraestructura.
¿Un hub de infraestructura? ¿Teniendo a Panamá al lado?
En los 80 Corea se planteó cómo modernizar su aeropuerto de Incheon. Hubo mucho debate sobre cómo competir con Pekín, Shanghái y Tokio. Mi gobierno estudió mucho la situación hasta dar con la clave. Hoy nuestro aeropuerto recibe anualmente 65 millones de pasajeros y es el octavo del mundo. En cuanto al transporte de carga es el segundo y respecto del nivel de servicio, es el mejor y lo es desde hace 13 años. Un hub de infraestructura como tal no produce nada, pero atrae mucha riqueza, inversiones, mercancías, turismo. Costa Rica está en el centro de América, yo creo que geográficamente tiene mucha suerte, pero no aprovecha la oportunidad.