Sporting no sabe o no puede liquidar adversarios
Gaetano Pandolfo [email protected] | Miércoles 25 enero, 2023
“Ya este triunfo nadie se lo quita a José Giacone”, me dijo un colega que observaba a mi lado el juego entre Pérez Zeledón y Sporting.
Los capitalinos ganaban 1-0, gol de penal de Randall Azofeifa en el minuto 36, el marcador que más le agrada a don Pepe para controlar al rival y los partidos. Recordemos cómo hizo campeón a Pérez Zeledón, ganándole al Herediano el juego de ida de la final 1-0, gol de Jeykel Venegas y en la vuelta pudo sostener el empate 0-0 que dio el título a los generaleños.
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Todavía mejor para Sporting, en el cierre del primer tiempo expulsan al argentino Luca Meza, defensor de los guerreros, de manera que el partido se proyecta para un triunfo mínimo de la visita, máxime que PZ no se distingue ni por asomo por ser un equipo goleador. Desde la temporada pasada, la zona ofensiva del equipo de Luis Antonio Marín es la más ineficiente y para esta temporada, con las ausencias de Gabriel Leiva (Herediano), Jeaustine Monge (Saprissa), Starling Matarrita (Santos) e incluso Luis Stwart Pérez que no ha debutado en este Clausura, el panorama ofensivo para los guerreros luce más complicado.
Pero, mientras Marín y Hárold Wallace trabajan para resolver los problemas de su equipo, personalmente me volvió a sorprender negativamente, el comportamiento táctico de Sporting.
En la temporada pasada lo analizamos reiteradamente, cuando el equipo dominó y se puso adelante en el marcador contra los grandes, específicamente Herediano y Alajuelense y teniéndolos casi arrodillados, de pronto los pupilos de Giacone se atrincheraban defensivamente, permitiendo que el rival resucitara y en ocasiones le diera vuelta al resultado.
La nómina de Sporting es poderosa; el equipo no deja de reforzarse temporada tras temporada y es una planilla infinitamente superior a la de Pérez Zeledón.
Sin embargo, y cómo bien lo señala el colega Sergio Alvarado en la crónica del juego entre Pérez y Sporting en La Teja, el equipo de Luis Antonio Marín, en todo el segundo tiempo, jugó mucho mejor que su rival y mereció mínimo empatarle el partido.
Nos salta de nuevo la interrogante, del porqué Sporting no termina de liquidar a sus adversarios cuando los partidos y el marcador se ponen a su favor y prefiere, porque ya es costumbre, reforzar la retaguardia, tirarse atrás y defender triunfos mínimos no acordes para nada, con el poder de su nómina.