Solamente la independencia energética nos hará realmente libres
Ricardo Trujillo [email protected] | Martes 06 diciembre, 2022
Ricardo Trujillo Molina MScEE
Vergonzante dependencia energética
Es una vergüenza innegable que seamos un país totalmente dependiente de las energías importadas, teniendo los recursos renovables para no serlo. Nos habíamos ilusionado en llegar a ser campeones mundiales en este mundial de futbol en Catar, pero nunca hemos pretendido o nos hemos ilusionado en querer liberarnos de la dependencia energética a la que estamos esclavizados por leyes, decretos, moratorias, inopia, mitos y falsedades.
Costa Rica está por concluir este 2022 con una importación de casi US$ 2,700 millones anuales en derivados de petróleo y otros US$ 300 millones de dólares en pago a la deuda del sector eléctrico del ICE. Un total de casi el 5% del PIB. Mientras la deuda del ICE sea del orden de los US$ 4,600 dólares, tenemos que asumir con justa razón que por los próximos 10 años, toda la electricidad que generará el ICE, del orden de los 50 Teravatios hora, será energía importada a razón de US$ 500 millones de dólares anuales. Si a eso le agregamos el otro 7% del PIB por déficit fiscal, tendremos un 12% del PIB de pérdidas anuales que con el paso de los años nos hundirá en la pobreza total.
Explico lo anterior en respuesta a un editorial de un rotativo matutino en el cual se argumenta que somos una sociedad de espaldas al sol, a su recurso energético totalmente gratis. En realidad, no somos todos los ticos los que queremos eclipsar el sol con un dedo, sino que siguen siendo las autoridades del ICE, quienes mantienen su negativa a utilizar la energía solar como fundamental para el futuro desarrollo de la expansión de la generación eléctrica, y nuestro poder ejecutivo que “se hace el ruso” respecto al tema. El ICE prefiere quemar bunker caro e importado en su planta Garabito, o importar los excedentes solares diurnos y caros de países como El Salvador y Panamá, que adquirir esa energía de más bajo costo de los productores privados de Costa Rica o de las plantas solares construidas con capital privado como la de pocosol en bagaces.
Descarbonización torpedeada
El plan nacional de descarbonización diseñado en el 2018, al inicio de la administración Alvarado, fue torpedeado insignemente por el ICE para evitar que el país generase desde los techos de nuestras viviendas privadas, la energía eléctrica que a futuro será la más económica para la recarga de las baterías de los futuros autos eléctricos. Por más de 3 años el ICE se opuso a la actual ley # 10,086, pero negoció a último minuto su aprobación a cambio de que no se permitiese la generación solar desde Nicoya y Guanacaste para ser transportada hacia la meseta central, lo que fue considerada como generación virtual, y para que el reglamento de la ley no entrase en vigencia antes del 2024.
Es por lo anterior que la descarbonización, la lucha contra el cambio climático, la transición energética y nuestra total independencia energética, términos que todos tienen las mismas metas para el 2050, son a la fecha un total fracaso. La otra razón del fracaso es el gran impacto fiscal que tendrá la reducción en la importación de combustibles fósiles, autos mecánicos e híbridos y repuestos, y ante el cual no hay todavía alternativas de ingreso que mitiguen atenúen o reduzcan ese impacto fiscal del orden de los 2 puntos del PIB en los próximos 28 años.
Inflación importada
El país apenas comenzaba a recuperarse del desastroso cierre de negocios con el que nuestro gobierno enfrento la pandemia del virus COVID, cuando nos golpeó de manera intempestiva y severa el incremento en el precio de las gasolinas importadas y después de ello, el incremento generalizado de precios de toda nuestra alimentación y producción, lo que los economistas llaman INFLACION económica. Aun cuando sabemos que a futuro el incremento de casi un 100% en el costo de la gasolina será de nuevo el culpable recurrente de nuestras vidas y economía, poco hacemos para prepararnos con anticipación para un nuevo repunte en el precio del petróleo. Nuestro gobierno simplemente tiró la toalla en pro de la descarbonización y de nuestra independencia energética a 30 años plazo, y ante el diluvio de dinero internacional fácil, ha preferido convertirse en una víctima o paria anticipada del cambio climático y aprovechar esos créditos y préstamos de fácil acceso con ropaje verde y propósito de mitigación del daño que nos causará el cambio climático en un futuro.
Impacto económico de las moratorias
Desde hace 12 años hemos sido sometidos a una moratoria ejecutiva anti exploración petrolera y gasífera. Estas moratorias han tenido un impacto económico directo en los bolsillos de los costarricenses que a valor presente seria de US$ 2,700 millones de dólares en importaciones anuales de derivados de petróleo a cargo de RECOPE, mas los impuestos equivalentes a 550 mil millones de colones a recaudarse este 2022, igual a US$ 3,600 millones de dólares anuales. Este monto anual multiplicado por 12 anos seria de US$ 43,200 millones de dólares, equivalentes a un 72 % de nuestro PIB. De continuar esas moratorias vigentes durante los próximos 30 años, el impacto será de US$ 43,200 mas US$ 100,800 mil millones de dólares, un total de US$ 114,000 mil millones de dólares, nada menos que un 2,4% de nuestro actual PIB. Un monto verdaderamente escandaloso, pero que comparado al 6% del PIB anual recurrente de déficit fiscal es prácticamente insignificante. Somos una sociedad en permanente declive hacia la pobreza extrema por la esclavitud energética y por el excesivo déficit fiscal, pero no somos capaces de comprenderlo.
Conclusión
Mientras no tomemos en serio nuestra independencia energética, como ya lo hicieron varios países desarrollados de Europa ante esta última crisis mundial, no seremos nunca realmente libres, continuaremos siendo un país esclavo energéticamente.