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Lunes, 25 de noviembre de 2024



FORO DE LECTORES


¡Sin política y sin seguridad!

Tania Molina Rojas [email protected] | Lunes 27 noviembre, 2023


TM


Tania Molina

Consultora

Criminología e Investigadora Criminal

Del planteamiento de una " política nacional de seguridad” que llega tarde, deshilvanada e incongruente, al discurso virulento, estrafalario y absolutamente innecesario del presidente de la República.

El desafío de la Seguridad Pública para el Estado Social de Derecho en Costa Rica debería pasar por la ejecución de proyectos, no por el diagnóstico y conceptualización perenne. Ciertamente, se requiere un marco teórico, sin embargo, en tiempos de crisis como los actuales, necesitamos conocer que al menos existen planes operacionales medibles; todo no puede ser etéreo.

Puntualmente, en el contexto de la política nacional de seguridad, parece más de lo mismo. Todo está dicho y conceptualizado previamente. Y cómo he señalado en múltiples ocasiones, si existe una cosa que tiene este país, son datos, estadísticas, encuestas e información. Ya sabemos, qué es lo que pasa, por qué y dónde. Ahora corresponde solucionar, en lugar de presentar tesis doctorales y teorías desfazadas.

La inseguridad debe ser analizada desde un foco geopolítico y económico, salirse de la caja y entender las razones por las cuáles la violencia llegó y se enquistó, las razones por las cuáles el Estado fue cooptado y cómo aplicar estrategias de combate a la corrupción e impunidad.

Esto no se trata solo de sicarios, piedras de crack, cocaína en contenedores, decomisos en puertos costarricenses y en el peor de los casos en los puertos de España, Países Bajos y Bélgica dentro de las mercancías exportadas desde nuestro país. Se requiere urgentemente, cerrar los portillos que por décadas han utilizado las redes ilícitas del más alto nivel para blanquear capitales e insertarlos en el sistema financiero nacional.

Por estadística, la mayoría de los homicidios dolosos en Costa Rica están relacionados a las pugnas entre pandillas, por el control territorial del lucrativo negocio de las drogas y el tráfico internacional, entonces, ¿por qué no se persigue el capital? ¿Cuáles son las propuestas en esta política de seguridad en torno a los flujos de dinero para financiar redes ilícitas?

El documento de 230 páginas menciona superficialmente (en tres párrafos), que el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) tiene un sistema para el reporte de operaciones sospechosas (ROS) que son enviados por los sujetos obligados del sistema financiero y no financiero a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), sin embargo, el poder ejecutivo pudo haber incluido un proyecto para que los oficiales de cumplimiento no solo hagan el reporte como tal, sino, que tenga la facultad de congelar los fondos, que no tienen justificación lícita al mismo tiempo que reportan a UIF. Además, esta unidad debería contar con independencia operativa, por ejemplo, en una instancia como el Banco Central, además asegurando los recursos económicos y personal especializado que pueda hacer análisis con inteligencia artificial.

Otra regulación urgente, son los activos virtuales, ¿es un expediente que duerme el sueño de los justos en la corriente legislativa, por qué? No son sujetos obligados, operan en la clandestinidad, no hay quién los supervise, quién los sancione.

Los dineros provenientes del delito y la corrupción que se lava en sociedades fantasma se sitúan entre 2 y el 5% del PIB mundial cada año. Eso son aproximadamente entre 800 billones y 2 trillones de dólares o, lo que es lo mismo, el equivalente al PIB de un país como Brasil. Por eso, es deseable que una política de seguridad nacional esté enfocada en la persecución de los dineros sucios, que son la razón de ser de los narcotraficantes y las mafias organizadas.

Habría que recordarle al presidente Chaves, que, por mandato constitucional, le corresponde a él y su ministro "mantener el orden y la tranquilidad de la Nación" y "disponer de la fuerza pública para preservar el orden, defensa y seguridad del país" y que en materia de seguridad pública, no puede renunciar a sus obligaciones. Bien le haría a él, pero sobre todo al país, permitir que lo asesoren, porque de seguridad y comunicación asertiva, sabe lo mismo que yo de astrología.





























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