Sí a nuevo puerto, pero condicionado
Danny Canales [email protected] | Lunes 29 julio, 2013
ANÁLISIS
Debe protegerse el ambiente y mejorar situación de Limón
Sí a nuevo puerto,pero condicionado
Proyecto es importante para la economía nacional
Aunque la construcción de un puerto de contenedores en Moín ha desatado varios enfrentamientos —incluidas las manifestaciones el martes pasado de parte de varios trabajadores del muelle que exigían la renuncia del presidente de Japdeva—, es necesario realizar ese proyecto para el desarrollo nacional, siempre y cuando se cumplan algunas condiciones.
No se puede sacrificar el futuro del país por las tortugas, pero tampoco se pueden matar las tortugas por el desarrollo, debe haber equilibrio, recomendó Rodney Joseph, cuya casa está frente al lugar donde sería construido el nuevo puerto. Marco Monge/La República
En lo que a la importancia del proyecto se refiere, Costa Rica está entre los cinco países con los puertos más ineficientes del mundo, lo cual impone un mayor costo a las importaciones y a la mayoría de los productos nacionales exportados.En este caso, la solución sería continuar con el plan para desarrollar el nuevo puerto de contenedores, mediante la concesión otorgada en marzo del año pasado al grupo holandés APM Terminals.
Pero la concesión debería proceder, siempre que se cumpla con la protección del ambiente en el Caribe Norte, que se le brinde un impulso económico a la ciudad de Limón y que se proteja a los actuales vecinos de Moín, localidad que se verá impactada con el proyecto.
Para fortalecer la economía, el nuevo puerto ofrecerá seis grúas y un calado de 15 metros, condiciones suficientes para el atraque de barcos de 10 mil contenedores.
En cambio, las instalaciones actuales en Moín no tienen grúas, y la parte más profunda del muelle es de 10,5 metros, así que no puede recibir barcos de más de 2.500 contenedores, mientras hay poca capacidad de expansión.
Poder atender buques grandes garantiza un costo menor de carga y descarga, en comparación con que se siguiera dependiendo de una estructura donde solo pueden atracar embarcaciones pequeñas.
Realizar la expansión portuaria mediante la empresa privada generaría además mayor confianza entre los inversores mundiales para hacer negocios con el Estado costarricense.
Por otro lado, el rechazo de esta obra empeoraría la situación actual, con la cual muchos empresarios están preocupados por la incertidumbre jurídica del país, tras la cancelación de varios proyectos anteriormente aprobados por el Estado.
Sin embargo, sería esencial que el proyecto se comprometa con la conservación del ambiente, como una de las condiciones antes de que se dé su construcción.
En este contexto, debe garantizarse que APM evite que la luz de la terminal espante las tortugas que desovan en Moín.
Debería también como parte de su compromiso, crear un fondo ecoturístico, para la protección de las especies naturales de la zona y la reforestación con árboles nativos.
Construir la carretera que conectaría la nueva terminal con la Ruta 32 en los terrenos que ya han sido impactados, como los de Recope, es otra solución para no afectar los recursos naturales.
Mientras tanto, ambos Estado y empresa, deben asegurar que el proyecto permita a Limón crecer.
En este contexto, APM debería dar prioridad a los limonenses en el reclutamiento del personal que va a necesitar para la construcción del puerto, así como a las empresas locales para comprarles servicios, una vez que inicie la operación del muelle.
Por otro lado, es esencial que el Estado siga adelante con el programa Limón Ciudad Puerto, que desde hace una década dispone de un fondo de $80 millones para varias obras importantes, desde los alcantarillados adecuados hasta la renovación urbana, del cual no se ha invertido ni un 4%.
Promover Limón como un polo industrial, usando como gancho el nuevo muelle, es otra de las acciones que deberían emprender el sector público y el privado para generar empleo en la provincia.
A eso se suma que debe construirse una carretera segura, que comunique Limón con la capital, para evitar los constantes cierres que se dan en la ruta actual.
Asegurarles una compensación adecuada a los vecinos de Moín que serán desalojados para construir la carretera, más que todo del barrio Seis Millas, es otra tarea que debe realizarse.
Sin embargo, se trata de solamente unas decenas de hogares y negocios pequeños en esa zona.
Danny Canales
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