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Se subieron los tres…

Iris Zamora [email protected] | Lunes 15 junio, 2015


Se subieron los tres…

Debió escucharse fuertísimo el clamor de justicia social, en un país, que veía caer a los liberales, del olimpo que gobernó a finales del XIX hasta la década de los 40, del ya viejo, siglo XX.
Seguramente no fue fácil, para él, ni para Manuel, ni para Monseñor vivir el clima que promovía la oligarquía… Me detengo en esa fotografía, la mil veces publicada, recuerdo los textos leídos sobre ese momento… un instante en el tiempo de una nación que la marcó para siempre, que consolidó el Estado Social de Derecho.
La presión de los poderosos creció. Había razones, impuestos, Ley de Aguas, apertura de la universidad pública, programa de casas baratas, zapatos para todos los niños de edad escolar, creación de la CCSS, como si fuera poco, un Código de Trabajo, que obligaba a los patronos a cumplir con jornada laboral, salarios mínimos, vacaciones pagadas, que autorizaba huelgas, y permitía a los trabajadores sindicalizarse…
Continúo viendo esa fotografía. En ese auto, esos tres valientes. Esos retadores del statu quo… Fue necesaria la unidad de grupos tan antagónicos como los comunistas y la Iglesia católica… ¡era cuando los comunistas lo eran de verdad, no se escondían con eufemismos; cuando la Iglesia en su estructura vertical, dejó de serlo, para acompañar a los más pobres!
En algún momento Monseñor debió ignorar el texto que argumentaba que la religión era el opio del pueblo, y Manuel recordó que la justicia social era un bien, que alcanzarlo valía sacrificar el nombre de su partido, para dar paso a una alianza que transformaría para siempre nuestra sociedad.
El partido comunista renuncia casi tácitamente a la lucha armada como estrategia para lograr las conquistas sociales, que por la vía democrática el país obtenía. Para consolidarla había que defenderla en una clara demostración de unidad nacional, con el pueblo.
La Reforma Social era para el pueblo. Y el pueblo, comunistas, calderonianas, católicos, acuden a ese llamado de defensa del “nuevo” Estado Solidario, que continúa vigente a pesar de que los monseñores regresaron al pulpito, los comunistas cambiaron de apellido y los socialcristianos promovieron el modelo liberal que trajo más exclusión y más pobreza.
¿Quiénes se subirían a ese auto hoy?… ¿Lo harían los herederos de ese pensamiento, de esa doctrina, de esa ideología?… ¿Se quedaría vacío el auto?… ¿Cómo justificarían su ausencia?… ¿Habría gente en las calles aclamando a los que se atrevieran a romper, otra vez, con el statu quo?
Se cumplieron 45 años de la partida del reformador social. A pesar del modelo económico desigual, que excluye, que acapara para unos cuantos; algunas de sus obras continúan presentes; porque anidan en el corazón del pueblo costarricense.
¡Gracias Doctor! La verdad no sé, si algún día alguien inspirará a tu pueblo a subir al auto, de nuevo, juntos, a pesar de las diferencias; para preservar lo que con tanto valor, compromiso… sacrificio, defendieron miles, en la época más hermosa de nuestra democracia.
 

Iris Zamora

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