Saprissa se cayó defensivamente en Filadelfia
Gaetano Pandolfo [email protected] | Jueves 29 febrero, 2024
El Philadelphia Unión llegó a la cita con el Deportivo Saprissa por la Copa de Campeones de Concacaf, apenas calentando motores para arrancar en la nueva temporada de la MLS.
En La Cueva mostró en la primera media hora de partido, las debilidades propias de un equipo que apenas el técnico Jim Curtin construye para hacer frente a una larga campaña, de la que los “filadelfianos” han sido protagonistas, ocupando posiciones de privilegio. El insólito autogol que Jakob Glesnes le dibujó al portero jamaiquino André Blake al minuto 28 fue prueba de ese desconcierto.
Saprissa no lo aprovechó y pagó con su eliminación de la serie, esa falta de ambición para “noquear” a un rival desarmado en el momento preciso. Esa media hora de partido, debió terminar con una ventaja morada de dos o tres goles, pero Warren Madrigal, Jabon East, Luis Paradela, Jefferson Brenes, dejaron escapar las ocasiones de gol y las anotaciones perdidas hicieron falta en el juego de vuelta.
Un triplete del argentino Julián Carranza dio la victoria a los estadounidenses 3-2 y el pasado martes en el juego de vuelta, un Saprissa efectivo en zona de ataque, pero muy generoso en ceder espacios en retaguardia, le devolvió la receta a los pupilos de Curtin y los derrotó por idéntico marcador: 3-2, con un tercer gol, tiro libre de Mariano Torres espectacular, para obligar a los tiempos extra.
Lea más: Philadelphia desbarató al Saprissa en 20 minutos
A los cuatro minutos, un tiro de esquina de los anfitriones pasó entre un bosque de piernas y la defensa morada no lo pudo despejar. Lo cerró en el segundo palo Mikael Uhre con lo que sería el gol de la clasificación, que le permite a Philadelphia avanzar en la llave y enfrentar ahora al Pachuca de México.
El Philadelphia Unión le anotó al Saprissa seis goles en dos partidos. En el Torneo Clausura, el tricampeón nacional solo ha permitido cinco anotaciones en nueve partidos.
¡Nótese la diferencia!
Sin duda que los hombres de la retaguardia morada, todos, Chamorro, Taylor, Arboine, Escobar, Mora, Brenes, Anderson, no cumplieron con las expectativas, de ahí que de los seis goles del rival, la mayoría se gestaron en errores de marca e imprecisiones de la defensiva que paró Vladimir Quesada.
Saprissa se abrió en defensa y de eso se aprovechó el Philadelphia, un rival que el Monstruo pudo eliminar con una mayor concentración del equipo y también dosis de suerte, que en esta corta serie le fue esquiva al monarca costarricense.