Salud mental y productividad corporativa
Miguel Flores [email protected] | Miércoles 29 abril, 2020
La productividad o cumplimiento de objetivos por parte de los colaboradores en las empresas depende de múltiples factores, entre los que se encuentran: contar con un liderazgo inspirador o ser impulsados a asumir tareas realistas pero que desafíen su intelecto / destrezas. Aunado a esto, una de las principales preocupaciones de las compañías y más específicamente durante situaciones de incertidumbre o cambios abruptos, se concentra en mantener la solvencia financiera en combinación con la capacidad de garantizar un nivel adecuado de creatividad e innovación por parte de los colaboradores, esto con el propósito de que sigan generando productos o servicios que agreguen valor.
Sin embargo, hay otro factor fundamental que cada vez se asocia de manera más poderosa al desempeño profesional, como lo es la salud mental. Mediante el informe Deloitte Monitor Mental health and employers: the case for investment. Supporting study for the Independent Review, elaborado por Deloitte Reino Unido, desde el año 2017 hasta el 2020, se constató que las organizaciones sensibilizadas con la importancia de la salud mental y que proactivamente han establecido iniciativas concretas para proteger o promover la salud mental, al igual que el bienestar emocional de su fuerza laboral, han alcanzado un retorno sobre la inversión (ROI) seis veces mayor que aquellas que no lo hacen, lo cual mejora significativamente el rendimiento laboral de los empleados.
Es importante destacar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la salud mental como un estado general de bienestar que comprende las instancias física, mental y social, el cual le permite a cada persona utilizar sus propias capacidades para responder con eficacia a situaciones de estrés cotidiano, y desenvolverse en el trabajo con niveles idóneos de rendimiento, contribuyendo al mismo tiempo con su comunidad.
Atendiendo a los datos recabados mediante el estudio The ROI in workplace mental health programs: Good for people, good for business de nuestra oficina de Deloitte Canadá, en el 2019 y con el propósito de promover de manera sostenible la salud mental de los colaboradores, consideramos que las organizaciones deben atender a siete aspectos básicos:
1) Involucrar a la capa de liderazgo mediante compromisos o declaraciones públicas
2) Definir necesidades actuales de la fuerza laboral
3) Establecer políticas corporativas ante eventos de contingencia
4) Promover campañas de concienciación masivas sobre la protección de la salud mental
5) Definir un programa básico - preventivo en habilidades blandas para generar un ambiente de trabajo psicológicamente seguro
6) Definir un programa avanzado - remedial de entrenamiento en resiliencia para capitalizar las capacidades de respuesta de las personas y
7) Establecer un centro de información en la nube que sirva como canal informativo confiable.
El despliegue de estas iniciativas por parte de empresas o instituciones, les ofrecerá beneficios como: incremento en la retención de colaboradores, mayor eficacia en la atracción de talento, mejora en el compromiso e identidad corporativa de los colaboradores, más eficacia en la administración de riesgo / planes de continuidad de negocio y un mejor alineamiento a las prioridades de las partes interesadas e inversionistas.
Dimensionar en forma realista el impacto que tienen los factores asociados a la salud mental en lo concerniente a la actividad profesional, es un elemento de gran interés para los empleadores, más aún en la actual coyuntura global, cuyo impacto psicosocial se aprecia a través de algunas señales clave como lo son: miedo generalizado de la población sobre un posible contagio, la incertidumbre sobre la economía / estabilidad laboral en los países o el estrés crónico provocado por el distanciamiento social o confinamiento por periodos prolongados (varias semanas continuas).
Por otra parte, las métricas que encontramos en el Estudio de Tendencias de Capital Humano 2019 de Deloitte Global, específicamente, considerando los datos de América Latina, tenemos que las “organizaciones irresistibles” o que se enfocan en las personas, destacan entre otras cosas por apuntalar la necesidad de que éstas se sientan conectadas con el trabajo que realizan y que este se vincule con sus aspiraciones de encontrar un sentido de trascendencia que les genere bienestar, dentro de lo cual se encuentra la salud mental.
Miguel Flores
Senior de Consultoría
Deloitte