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Reflexiones: 12 medidas para atender la crisis económica desde una perspectiva social demócrata

Leiner Vargas [email protected] | Martes 17 noviembre, 2020


No podemos tapar el sol con un dedo, el país se enfrenta a una crisis estructural que se agrava a cada momento y es hora de tomar decisiones. Es importante hacerlo a tiempo para evitar caer en una situación de anarquía económica, que podría significar el retroceso de dos o más décadas en el desarrollo social y económico del país y, que sabemos, podría afectar profundamente la paz social y la calidad de vida de las futuras generaciones de costarricenses. La presente propuesta se compone de 4 grandes ejes, con tres propuestas por eje, es decir, la suma son 12 medidas concretas que permitirían resolver a corto plazo el problema que enfrentamos con el desequilibrio fiscal y poner una hoja de ruta, para reactivar la producción nacional, parte esencial de la solución de mediano y largo plazo.

Tenemos cuatro ejes esenciales a saber. La necesidad de renegociar el principal y la carga financiera de la deuda interna, que actualmente representa cerca del 75 por ciento de la deuda del Estado costarricense. La segunda refiere a la necesidad de mejorar el sistema tributario y afianzar el cobro de los impuestos. El tercer eje se enfatiza en la necesidad de contar con medidas que reduzcan y restrinjan el crecimiento futuro del gasto público y consoliden su efectividad en el cumplimiento de sus objetivos. Finalmente, un cuarto eje requiere de un impulso sistémico a la reactivación económica del país.

Eje1: Renegociar el principal y la carga financiera de la deuda interna.

Medida 1: Renegociar el monto, plazo y tasas de interés de los bonos de deuda interna en manos de acreedores institucionales.

Es claro que el país ha tenido una caída sustancial en la producción, el empleo y los ingresos tributarios. Es normal que cuando exista una situación de tal magnitud, se requiera renegociar la deuda, dado que todos, incluyendo el Estado, nos hemos vuelto más pobres ante la situación. Es también importante asumir que el Estado ha tenido que endeudarse de manera extraordinaria para atender las condiciones de emergencia en múltiples ámbitos y sobre todo, producto d ellos efectos sociales del COVID-19. En este particular, los actores institucionales han podido comprar al Estado bonos en condiciones extraordinariamente altas y con plazos muy cortos, dado lo estrecho y los pocos márgenes que tiene el mercado financiero costarricense.

La propuesta consistiría en solicitar a los acreedores un plazo de 5 años para cancelar los pasivos existentes con dichos actores institucionales. Se solicitaría una condición de especial de que se cancele solamente el 90 por ciento del principal y se reduzca en dos puntos porcentuales las tasas de interés de los bonos de deuda emitidos, de tal forma que se emitiría una nueva serie de bonos del Ministerio de Hacienda, pagaderos a 5 años con una tasa de interés dos puntos porcentuales más bajo de la inicialmente contratada.

Entiendo perfectamente que el efecto inmediato de esta medida es una reducción de la carga y del principal de la deuda. Esto permitiría afianzar la situación del gobierno para atender el pago oportuno de la deuda acumulada en el ciclo de 5 años. Esta medida podría reducir el componente de gasto financiero del Estado en cerca de 1 punto porcentual a corto plazo y generar un ahorro de cerca de 6 puntos porcentuales del PIB en el ciclo del quinquenio, dado que se afectaría la base de cobro y el monto de los intereses.

Comprendo de primera instancia que esta medida afectaría a los inversionistas institucionales públicos, más, sin embargo, sería un mal mucho menor para tener que enfrentar un no pago de la deuda o las consecuencias de una mayor inflación y sus efectos sobre los valores del principal de la deuda a los tenedores de bonos.

Al igual que otras medidas que publicaré en este mes, los temas requieren de un acuerdo político al más alto nivel, dado que se requerirá implementar un conjunto de medidas y no sólo una, el balance de la propuesta es que todos tengamos un aporte como actores del país, tanto el sector financiero, los trabajadores, los empresarios y en general, la sociedad. Debemos entender de una vez por todas que no tenemos margen para seguir pateando la bola al frente, las opciones, una u otra, generarán efectos en la sociedad en distintos actores y con distinto nivel. Es por eso que tengo la esperanza de que estas medidas puedan considerarse como una propuesta balanceada y socialdemócrata que enfrente directo el problema que nos aqueja.

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