Refinería
Leiner Vargas [email protected] | Martes 26 abril, 2016
Quienes defienden la construcción de la Refinería de este o de los gobiernos anteriores, deben presentar sin aspavientos sus datos de costos, eficiencia y sus expectativas de ingresos futuros con claridad
Reflexiones
Refinería
Existen muchas y muy diversas razones para estar a favor o en contra de un proyecto de infraestructura pública, ya sea que se trate de una carretera, un aeropuerto, un tren, una nueva represa hidroeléctrica o de una refinería. Es importante como sociedad el evitar meter en el centro de la discusión nacional la ideología o el usar argumentos sin fundamento técnico para oponerse o para apoyar dichos proyectos. Socialmente hablando, un proyecto de infraestructura puede y debe hacerse cuando la rentabilidad social y económica del mismo es positiva y si comparado con otros proyectos de igual magnitud o importancia para la sociedad, dicha actividad o inversión en infraestructura genera un mayor retorno social que otras alternativas existentes.
Insistí con gran fuerza sobre los errores y omisiones del proyecto de la refinería de Soresco en tanto los indicadores financieros utilizados y los coeficientes de eficiencia técnica del proyecto, no eran acordes con la realidad y el estado actual de la técnica. La supuesta rentabilidad económica planteada, no se sustentaba en el sentido común y en los datos normales de lo que los economistas llamamos “business as usual” o estado actual del negocio de refinación. Así las cosas, ya sea por costos subvaluados o por ingresos y eficiencia de operación sobrevalorada, los resultados del flujo de efectivo del proyecto pueden darnos números muy alegres y no reflejar adecuadamente la realidad. Si en un negocio privado hacemos esto, ponemos en peligro la rentabilidad de la empresa y si la inversión es muy alta, podríamos llevar a la quiebra el negocio.
Cuando estamos en la esfera pública, más allá de que podemos incorporar beneficios públicos adicionales o externalidades positivas y negativas del proyecto a la sociedad, debemos ser aún más estrictos con los resultados financieros del proyecto. No es posible que una carretera, una represa hidroeléctrica o puente, terminen costando tres o cuatro veces más de lo planeado en la factibilidad inicial. Cuando esto sucede, tenemos claramente que sospechar de los profesionales que realizaron dichos estudios y de la poca rigurosidad con que se llevaron a cabo. Así las cosas, quienes defienden la construcción de la Refinería de este o de los gobiernos anteriores, deben presentar sin aspavientos sus datos de costos, eficiencia y sus expectativas de ingresos futuros con claridad. No se vale hacer ejercicios a mano alzada con unos cuantos supuestos no validados por el estado actual de las cosas, sin tener en cuenta la magnitud y las características del proyecto que se quiere construir o sin establecer los parámetros de eficiencia razonables que se pueden alcanzar. Menos pasión y más razón, es lo que se necesita para convencer a la sociedad costarricense en un debate sobre si se debe o no construir un proyecto u otro de infraestructura. Hasta que eso no ocurra, las especulaciones solo muestran la escasa seriedad de los argumentos de quienes quieren una u otra cosa.
Leiner Vargas Alfaro
www.leinervargas.com
NOTAS ANTERIORES
La presencia del Jaguar en el PLN y en el PUSC
Miércoles 27 noviembre, 2024
Nunca he sido militante de los partidos Liberación Nacional y la Unidad Social Cristiana, como tampoco voté por el animal de Zapote, el Jaguar.
Un primer deseo de Año Nuevo
Miércoles 27 noviembre, 2024
Después de oxigeno la necesidad más básica del ser humano es agua
Nayib Bukele presidente de El Salvador
Viernes 22 noviembre, 2024
El Salvador y Costa Rica han sido dos países hermanados desde siempre
Liderar el cambio
Viernes 22 noviembre, 2024
Las empresas en Centroamérica están trabajando, cada vez más, en el liderazgo sostenible