Referéndum será una especie de campaña política previa a la campaña presidencial 2026: Iván Barrantes, estratega
Electores que apoyan a Rodrigo Chaves esperan un relevo parecido a él y el mandatario quisiera alguien que pueda controlar con un “joystick”
Esteban Arrieta [email protected] | Lunes 27 mayo, 2024 12:03 a. m.
A menos de dos años para las elecciones presidenciales del 2026, el ajedrez político ya está en movimiento.
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En algunos partidos, hay figuras prácticamente confirmadas.
Sin embargo, en política una semana es ver las cosas a largo plazo, según Iván Barrantes, estratega político, que ha trabajado a nivel local para aspirantes como Luis Guillermo Solís, Otto Guevara y Fabricio Alvarado, entre otros.
El experto asevera que el referéndum que anunciaría el presidente Rodrigo Chaves la otra semana sería una especie de campaña política previa a la campaña presidencial del 2026.
De este proceso podrían surgir figuras con posibilidades reales de ser el próximo presidente de Costa Rica.
En cuanto a la continuidad del proyecto político de Chaves, Barrantes señala que el reto del presidente es muy claro.
Por un lado, los electores que le apoyan desean una figura muy parecida a él, mientras que Chaves quisiera tener un relevo que él pueda manejar “con un joystick” desde Monterán, Curridabat, donde vive.
¿Es una buena estrategia para un candidato arrancar su campaña a dos años de las elecciones o se puede considerar contraproducente?
En esto no hay tiempo óptimo, así como puede ser contraproducente porque sacas la cabeza para los francotiradores, también puede ser beneficioso para desarrollar organización y que te conozcan. En este caso, un candidato no se puede quedar, por así decirlo, parqueado.
Tenemos que entender que esta es una disciplina que se rige por las circunstancias del mercado, o sea, es muy influenciable, volátil y elástica por factores externos que nadie puede controlar.
Es por ello que predecir en esta área no aplica y que el largo plazo en una carrera presidencial es una semana, por así decirlo, entonces, todo puede cambiar muy rápido, lo que hoy se ve como algo muy posible puede ser que mañana ya no lo sea tanto.
En el caso del contexto actual tico, el factor Chaves es determinante.
Si la popularidad del presidente sigue cayendo, si se mantiene el caos, el conflicto y la polarización y avanza el referéndum, esto va a ir generando circunstancias para que hoy nombres que no suenen lógicos puedan ser lógicos en una carrera presidencial. En cierta forma, el referéndum será como una especie de campaña política previa a la campaña presidencial.
Semanas atrás, Antonio Álvarez Desanti, excandidato del PLN, señaló que el Chavismo tiene amplias posibilidades de ganar en 2026. ¿Tiene el presidente Chaves y su eventual designado un camino fácil para ganar?
La persona que Chaves ponga como su delfín o candidato tiene un gran reto, ya que su principal competidor será el mismo presidente Rodrigo Chaves.
Al ser un gobierno tan personalista y cuya aprobación está sustentada totalmente en la forma de gerenciar, actuar y el relato presidencial, quien sea la continuidad tiene que ser lo más cercano y parecido al presidente. Si es un candidato que es débil, que no tiene esas características, puede ser contraproducente.
El tema es que el requisito del presidente no es tanto que sea parecido a él, sino que él pueda manejar con un joystick desde Monterán, en Curridabat, donde vive, y así seguir él gobernando, aunque otra persona esté sentada en la silla presidencial en Zapote.
Entonces, ahí está el gran reto. Recordemos que la popularidad, la imagen, no es transferible, no es endosable. Vea el ejemplo de Hillary Clinton. Cuando ella compitió con Donald Trump en Estados Unidos por la presidencia de ese país, los niveles de popularidad, imagen y aceptación del presidente saliente Barack Obama eran estratosféricos y, a pesar de ello, Clinton, por sus características, no pudo absorber toda esa energía a su favor.
¿Se ven coaliciones en el horizonte, quizás de las fuerzas de izquierda, incluyendo PAC?
El país ha entrado en un escenario de dispersión electoral. En el año 1994, cuando ganó José María Figueres, eran dos partidos que concentraban el 92% de los votos con una participación superior al 80%, y 30 años después, en esta última elección, seis partidos concentraron el 92% de los votos y la abstención fue del 40%.
Esto quiere decir, entre otras cosas, que el abstencionismo se duplicó, especialmente entre los jóvenes, y lo que queda del pastel se lo reparten entre más partidos.
De esta forma, la construcción de masa crítica queda más limitada y, por ello, un partido puede pasar a una segunda ronda electoral logrando entre un 15% y un 20% de la votación. En el caso de Chaves, él pasó a una segunda ronda con un 17% de la votación.
Esto lo que hace es que los actores deben pensar ¿cómo construir masa crítica para la próxima elección? Ya que, para la próxima elección, los votos se repartirían entre el PLN, PUSC, el partido del presidente Progreso Social Demócrata, Liberal Progresista, Frente Amplio, Juntos Podemos, Nueva República y algunos partidos emergentes como Costa Rica Primero.
Por esta razón, una coalición toma sentido como estrategia, ya que la coalición de partidos es la única forma de construir masa crítica. Así sucede en Chile, en Argentina, Uruguay y está sucediendo en México. Es un tema de madurez del mercado y eso va a terminar imponiéndose a los egos, que es la barrera que impide el concepto de coaliciones en Costa Rica.
¿Cuál es el panorama actual en el ajedrez político?
Hoy por hoy, el ajedrez te tira cinco candidatos ya sembrados con partido político, que son:
• Eli Feinzaig con el partido Liberal Progresista.
• Fabricio Alvarado con Nueva República.
• Claudio Alpízar en el partido Esperanza.
• Fernando Zamora en Nueva Generación.
• Natalia Díaz en Unidos Podemos.
Asimismo, hay candidatos independientes, que no tienen partido y que son:
• Gerardo Corrales.
• Luis Amador.
• Álvaro Ramos.
Podemos decir que hay 5 partidos que tienen como reto la definición de su candidato en el primer semestre del próximo año: FA, PLN, PUSC, el partido del Presidente y CR1. Esto sin contar otras agrupaciones que en este momento puedan estar en gestación o reorganización.
En el caso del Partido del Presidente, hay que recordar que febrero de 2025 es la fecha límite para que un ministro o jerarca del gobierno renuncie a su cargo para optar por un cargo público.
Sobre este ajedrez se va a ir trabajando con un escenario de polarización, con un referéndum de por medio que será como una especie de campaña política previa a una campaña presidencial, y en un mundo bastante agitado y en condiciones económicas muy diferentes porque la desaceleración económica es real y va a golpear este año.