Reelección de Ortega revive conflicto en Calero
Natasha Cambronero [email protected] | Lunes 22 agosto, 2011
A menos de 80 días, Presidente nicaragüense calienta disputa para mejorar imagen
Reelección de Ortega revive conflicto en Calero
Nuevas invasiones serían táctica para desviar atención a lo interno de Nicaragua
A medida que se acerca el 6 de noviembre, día en que Daniel Ortega, presidente nicaragüense, buscará la reelección en las urnas, el conflicto con Costa Rica por isla Calero-Portillo vuelve a encenderse.
A principios de mes, en sobrevuelos a la zona, la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) captó en fotografías la presencia de más de un centenar de jóvenes del vecino país dentro de territorio nacional.
Propiamente, en la esquina noreste de Calero, un área de 2,5 kilómetros cuadrados, donde la Corte Internacional de Justicia prohibió el ingreso de civiles, militares y policías, hasta no resolver la demanda que Costa Rica abrió contra Nicaragua por daño ambiental y violación a su soberanía en dicha región.
Esos hechos se dan justamente cuando una encuesta de CID Gallup lo coloca arriba en la preferencia electoral, pero con solo un 7% por encima de su principal rival, el opositor Fabio Gadea y al mismo tiempo que enfrenta una denuncia por supuestamente infringir la normativa electoral.
A Ortega lo acusan de presuntamente utilizar las instituciones públicas para colocar su propaganda electoral, cuando es prohibido.
“Siempre que se acercan las elecciones en Nicaragua, se utiliza el tema de río San Juan como distracción, ahora que las diferencias se acortan, un nuevo grupo de civiles ingresa a isla Calero, violentando la orden de La Haya para desviar la atención”, dijo Carlos Roverssi, canciller a.i de la República.
Esta no es la primera vez que los políticos nicaragüenses utilizan el río San Juan para atacar a Costa Rica, con la finalidad de desviar la atención de cuestionamientos y problemas internos.
A lo largo de la historia los conflictos con Nicaragua recrudecen, especialmente en momentos cuando el país del Norte se aproxima a una contienda electoral, como una herramienta para buscar la unión del pueblo.
Así ocurrió en el pasado cuando se produjeron las primeras quejas por policías ticos navegando con armas en el cauce del San Juan, ello, durante la administración de Miguel Angel Rodríguez (1998-2002).
Recientemente han ocurrido varios capítulos con ese mismo telón de fondo.
Las fotografías que muestran ranchos, ropa tendida y hasta animales, no son las primeras que capta la DIS; entre abril y mayo, también se comprobó la presencia de al menos ocho grupos de jóvenes sandinistas en la zona.
Las incursiones a suelo nacional, parecen de esta forma convertirse en una cortina de humo, en momentos en que Nicaragua luce resquebrajado por la pobreza y su gobierno enfrenta fuertes críticas de la oposición.
Críticas tanto por decisiones políticas, como por la presunta poca transparencia con que maneja ciertos negocios, como por ejemplo su injerencia en los medios de comunicación.
Otro ejemplo claro, es que la incursión a isla Calero, el 22 de octubre pasado, se suscitó a menos de un mes de que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia avalaran la polémica modificación a la Constitución Política de Nicaragua que permite la reelección consecutiva, cambio que generó una efervescencia nacional.
Luego los últimos ataques y a la espera de la resolución de la denuncia que se encuentra en la Corte de La Haya, la diplomacia nacional ha tenido que protestar en dos ocasiones ante el gobierno de Ortega, por violar las medidas cautelares dictadas por el alto Tribunal y no oponerse a la presencia de civiles en isla Calero.
Asimismo, ha comunicado a los jueces con la documentación necesaria los hechos acaecidos durante los últimos meses.
Aunque las fotografías fueron tomadas desde territorio nacional, no solo muestran la presencia de jóvenes en el área de exclusión, sino que también permitieron captar el aeropuerto que construye Ortega en la margen izquierda del río San Juan, en el cual la pista de aterrizaje sobrepasa los tres kilómetros.
Natasha Cambronero
[email protected]
Reelección de Ortega revive conflicto en Calero
Nuevas invasiones serían táctica para desviar atención a lo interno de Nicaragua
A principios de mes, en sobrevuelos a la zona, la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) captó en fotografías la presencia de más de un centenar de jóvenes del vecino país dentro de territorio nacional.
Propiamente, en la esquina noreste de Calero, un área de 2,5 kilómetros cuadrados, donde la Corte Internacional de Justicia prohibió el ingreso de civiles, militares y policías, hasta no resolver la demanda que Costa Rica abrió contra Nicaragua por daño ambiental y violación a su soberanía en dicha región.
Esos hechos se dan justamente cuando una encuesta de CID Gallup lo coloca arriba en la preferencia electoral, pero con solo un 7% por encima de su principal rival, el opositor Fabio Gadea y al mismo tiempo que enfrenta una denuncia por supuestamente infringir la normativa electoral.
A Ortega lo acusan de presuntamente utilizar las instituciones públicas para colocar su propaganda electoral, cuando es prohibido.
“Siempre que se acercan las elecciones en Nicaragua, se utiliza el tema de río San Juan como distracción, ahora que las diferencias se acortan, un nuevo grupo de civiles ingresa a isla Calero, violentando la orden de La Haya para desviar la atención”, dijo Carlos Roverssi, canciller a.i de la República.
Esta no es la primera vez que los políticos nicaragüenses utilizan el río San Juan para atacar a Costa Rica, con la finalidad de desviar la atención de cuestionamientos y problemas internos.
A lo largo de la historia los conflictos con Nicaragua recrudecen, especialmente en momentos cuando el país del Norte se aproxima a una contienda electoral, como una herramienta para buscar la unión del pueblo.
Así ocurrió en el pasado cuando se produjeron las primeras quejas por policías ticos navegando con armas en el cauce del San Juan, ello, durante la administración de Miguel Angel Rodríguez (1998-2002).
Recientemente han ocurrido varios capítulos con ese mismo telón de fondo.
Las fotografías que muestran ranchos, ropa tendida y hasta animales, no son las primeras que capta la DIS; entre abril y mayo, también se comprobó la presencia de al menos ocho grupos de jóvenes sandinistas en la zona.
Las incursiones a suelo nacional, parecen de esta forma convertirse en una cortina de humo, en momentos en que Nicaragua luce resquebrajado por la pobreza y su gobierno enfrenta fuertes críticas de la oposición.
Críticas tanto por decisiones políticas, como por la presunta poca transparencia con que maneja ciertos negocios, como por ejemplo su injerencia en los medios de comunicación.
Otro ejemplo claro, es que la incursión a isla Calero, el 22 de octubre pasado, se suscitó a menos de un mes de que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia avalaran la polémica modificación a la Constitución Política de Nicaragua que permite la reelección consecutiva, cambio que generó una efervescencia nacional.
Luego los últimos ataques y a la espera de la resolución de la denuncia que se encuentra en la Corte de La Haya, la diplomacia nacional ha tenido que protestar en dos ocasiones ante el gobierno de Ortega, por violar las medidas cautelares dictadas por el alto Tribunal y no oponerse a la presencia de civiles en isla Calero.
Asimismo, ha comunicado a los jueces con la documentación necesaria los hechos acaecidos durante los últimos meses.
Aunque las fotografías fueron tomadas desde territorio nacional, no solo muestran la presencia de jóvenes en el área de exclusión, sino que también permitieron captar el aeropuerto que construye Ortega en la margen izquierda del río San Juan, en el cual la pista de aterrizaje sobrepasa los tres kilómetros.
Natasha Cambronero
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