¿Qué piensan los ticos de la obligatoriedad de la vacuna contra la Covid-19?

El 31% de los costarricenses rechaza la obligatoriedad de la vacuna contra la Covid-19 para entrar a comercios o actividades públicas, según la más reciente encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la UCR.

Por ello, no es extraño que la medida sanitaria obligatoria sea cuestionada por varios candidatos presidenciales, quienes consideran que el gobierno está violentando las libertades ciudadanas.

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Y es que a partir de diciembre, el gobierno anunció una flexibilización de las medidas sanitarias; sin embargo, supeditó a los comercios a exigir el carné de vacunación para permitir un 100% de aforo.

En los casos en donde no se exija la vacunación, los comercios solo podrán recibir un 50% de la capacidad permitida.

No obstante, la medida será obligatoria a partir del otro año.

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Por otra parte, el 34% de los nacionales considera que las medidas sanitarias no han valido la pena para contener la enfermedad y un 10% de los nacionales, ven a las vacunas como perjudiciales para su salud.

“Yo estoy vacunado desde hace meses, lo hice consciente y responsable de mis actos y por respeto a mi familia y a todos los costarricenses, también promuevo e invito a vacunarse como forma de cuidarnos y cuidar a nuestros seres queridos, pero no creo que obligar a todos a que se vacunen en contra de su voluntad sea la ruta del éxito, esa no es la manera costarricense de hacer las cosas, eso no es velar por el bien colectivo”, dijo Fabricio Alvarado, candidato de Nueva República.

Además del candidato de Nueva República, la obligación a vacunarse es cuestionada por Natalia Díaz de Unidos Podemos, Eli Feinzaig del Partido Liberal Progresista Plus y por Lineth Saborío de la Unidad.

Mientras tanto, Saborío se refirió al impacto que estas medidas tendrían en la economía.

“Hemos pedido hasta la saciedad que nos den argumentos y cifras técnicas que sostengan la política de restricción sin que hasta la fecha tengamos respuesta, mientras cientos de negocios cierran dejando a muchas personas sin empleo y enviando a la pobreza a muchas familias”, dijo Saborío.

Anteriormente, el presidente Carlos Alvarado también firmó un decreto que establece como obligatoria la vacunación para todos los empleados estatales, a la vez, que le da potestad a los patronos de despedir a los trabajadores de su organización que no deseen vacunarse.

En ese sentido, la objeción de conciencia no aplica, según varios expertos que consultó LA REPÚBLICA anteriormente.

La Sala IV ya reconoció la importancia de la vacunación como parte de la asistencia sanitaria esencial, la cual, debe garantizar el derecho fundamental a la salud de todas las personas y en segundo lugar, el resguardo de la salud pública y la prevención de las enfermedades, dijo Eric Briones, doctor y profesor en derecho laboral.

“La obligatoriedad de la vacunación, no es nada nuevo en el país, desde el año de 1888, los costarricenses, tienen estipulado en el ámbito del derecho privado, una norma que indica la imposibilidad material/legal, de negarse a vacunar cuando esta sea obligatoria”, agregó Briones.