Proyecto de acueductos eliminaría sequía en Guanacaste
Redacción La República [email protected] | Miércoles 16 marzo, 2016
Resumen ejecutivo
Existen varias dudas acerca del megaproyecto de acueductos, que pretende resolver gran parte del problema de la sequía en Guanacaste, ya que podría enredarse en una telaraña de propuestas presentadas la semana antepasada por el Gobierno.
Por otro lado, el proyecto sería un importante paso adelante para el país, que entregaría el agua del Arenal a la zona en una cantidad suficiente para varios fines comerciales, desde el agro hasta el turismo, a un costo anual de unos $42 millones
En este momento, estamos desperdiciando 630 millones de metros cúbicos de agua dulce en el mar cada año del proyecto hidroeléctrico Arenal —el equivalente de 36 contenedores marítimos cada minuto—.
Han surgido varias dudas acerca del megaproyecto de acueductos, que pretende resolver gran parte del problema de la sequía en Guanacaste, ya que es parte de una telaraña de 12 medidas distintas, y que serían administradas por no menos de 14 entes estatales.
Sería cuestión además de canjear, sin impacto ambiental, unas 136 hectáreas de la Reserva Barbudal por otras aledañas, así como conseguir las servidumbres necesarias para la tubería, que pasaría por varias propiedades privadas.
Sin embargo, de realizarse el proyecto, que forma parte del Programa Integral de Abastecimiento de Agua para Guanacaste, anunciado la semana antepasada por el Gobierno, la región guanacasteca contaría con unos 80 millones de metros cúbicos de agua del Arenal durante todo el año.
La construcción se iniciaría en 2018, dijo José Miguel Zeledón, director de Aguas del Minae, incluso varias partes del proyecto —diseñado inicialmente durante la administración de Daniel Oduber— han sido elaboradas en los últimos años por Senara.
“Es un plan de interés nacional, el de mayor importancia en recursos hídricos del país, por tratarse de un área sensible a cambios climáticos, que tiene una limitación severa de agua”, afirmó Marvin Coto, director de Ingeniería de Senara, en una entrevista con La República el año anterior.
Se trata de unos 100 kilómetros de tuberías, así como las estaciones de bombeo, que por un lado llevarían el agua a Santa Cruz, Carrillo, Papagayo y Playa Panamá, entre otras zonas de la Península de Nicoya, desde el embalse en río Piedras, en las afueras de Bagaces.
Por otro lado, el agua del Canal del Sur, que actualmente termina en río Cabuy, llegaría a Limonal.
La fuente sería el lago Arenal, que actualmente abastece solo unas pocas partes de Guanacaste.
Hasta que haya estudios técnicos nuevos, no se puede precisar el valor de la inversión; sin embargo, se trataría de hasta unos $600 millones, dijo Zeledón, lo cual representa un costo financiero anual de $42 millones, si fuera el caso de un préstamo de 25 años a una tasa del 5%.
El ICE este año invertirá unos ¢2,6 mil millones en los estudios geofísicos y geotérmicos.
A cambio de la inversión, un sistema de acueductos fortalecería el comercio, desde el agro y la ganadería, hasta el turismo, del cual Costa Rica obtuvo ingresos por $2,6 mil millones el año pasado, buena parte derivada en Guanacaste.
En cuanto a los costos operativos, los acueductos tienden a ser eficientes, ya que la tecnología es conocida y sencilla, mientras la gravedad haría gran parte de la labor de llevar el agua de la cordillera.
Actualmente desperdiciamos unos 630 millones de metros cúbicos de agua del Arenal cada año.
Solo en verano, vertemos unos 20 metros cúbicos de agua dulce en el océano Pacífico cada segundo (el equivalente de tirar cada minuto el equivalente de 36 contenedores de transporte marítimo).
Las pérdidas solo en los sectores de agro y ganadería ascendieron a $25 millones en el año pasado, ya que la sequía provocada por el fenómeno de El Niño fue la peor desde 1930, de acuerdo con el Instituto Meteorológico Nacional.