Prácticas para un mejor gobierno corporativo en las Asociaciones Solidaristas
Karen Vargas [email protected] | Martes 29 septiembre, 2020
Las prácticas de Gobierno Corporativo fortalecen los órganos de dirección y control de las organizaciones, al tiempo que definen las reglas claras de juego entre los actores, e incrementan los niveles de transparencia y rendición de cuentas frente a los diferentes grupos de interés. Y estas prácticas aplican para todo tipo de organizaciones, sean públicas, privadas, sociedades anónimas, cooperativas o asociaciones solidaristas.
Hoy más que nunca, es urgente revisar el buen Gobierno Corporativo necesario para lograr la excelencia de la gestión en asociaciones solidaristas y evitar la materialización de riesgos de fraude o coadministración. Facilitar el logro de los objetivos y mantener una cultura empresarial sólida, orienta al largo plazo, por tanto es acá donde es necesario replantear el Gobierno corporativo en las asociaciones solidaristas, donde la Ley 6970 Ley de asociaciones solidaristas es laxa en describir y fortalecer este tema. Los tiempos han cambiado, las necesidades de los solidaristas también y hay temas que poner en la mesa de las asociaciones solidaristas, ante una posible revisión de esta ley.
No es necesario esperar una crisis para poder entender de la necesidad de revisar temas tan relevantes como la necesidad de un directorio que represente a los asociados debidamente capacitados, con el compromiso de actualización continua y la incorporación de miembros externos que asesoren la dirección con objetividad en el actuar de las Junta Directivas en las asociaciones solidaristas. Sin embargo, el compromiso, tiempo y responsabilidad ante la ley no mantiene hoy día un equilibrio ante una tendencia de la realidad del Gobierno Corporativo que es el reconocimiento de beneficios que motiven más la conformación de estos órganos por personas altamente calificadas y comprometidas con el establecimiento de las regulaciones necesarias para la permanencia de estrategias y acciones en el largo plazo.
Más que el cumplimiento de un marco normativo rígido y altamente prescriptivo, el gobierno basado en principios permite el cumplimiento de forma flexible de acuerdo con el propósito y contexto de los negocios, promoviendo así los roles por gobernanza entre los miembros de las juntas directivas de las asociaciones solidaristas y la administración.
Este marco permite a las organizaciones explicar y justificar la consecución de objetivos en el centro de su modelo de negocio, pero para esto toma relevancia la capacitación y evaluación de la gestión de los directorios y su administración en elementos esenciales.
Las mejores prácticas de Gobierno Corporativo requieren de procesos de auto-evaluación anual de los directorios, se debe seguir esta práctica para asegurar que los directores establezcan las prioridades correctas y aprendan a aplicar los principios y políticas de gobierno esenciales, así como el proceso de toma de decisiones.
En resumen, el directorio debe ser reconocido con beneficios por su tiempo y compromiso en las asociaciones solidaristas de forma justa, los roles deben ser claramente establecidos y los directores evaluados.
Administrativamente, también el gobierno corporativo desde su Administrador o Gerente deben emanar reglas que permitan el funcionamiento con visiones de largo plazo, para lo cual temas como la planificación por medio del establecimiento del Plan estratégico y un presupuesto, normar los roles de operación, establecer mediciones, así como un proceso para identificar y monitorear los riesgos y los controles, son temas básicos para una debida gobernanza que permitiría fortalecer aún más las asociaciones solidaristas con objetivos de más largo plazo.
Para esta debida gobernanza las asociaciones solidaristas requieren capacitación o el acompañamiento de profesionales especialistas en la materia. Esto más que un gasto, debe verse como una inversión para el cuido de patrimonios de muchas personas que permanecen en la administración de estas Juntas Directivas y Gerentes durante mucho tiempo, pues son dineros que se retiran hasta la jubilación o bajo el rompimiento de la relación obrero-patronal. Sin duda, estos son recursos que deben ser bien gobernados.
Desde el pasado 18 de diciembre del 2018 el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (CONASSIF) acordó mediante el acta 1469-2018, que la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF) supervisará a las Asociaciones Solidaristas cuyos activos asciendan a ¢35 mil millones, reglamento que hoy está en proceso. Sin embargo invito a que no esperemos una regulación para mejorar y cambiar aquello que hoy está en nuestras manos y es una responsabilidad en la toma de decisiones, además es necesario promover cambios en estas organizaciones desde su ley, para fortalecerlas.
Los más de 350.000 trabajadores que pertenecen a alrededor de 1.400 asociaciones solidaristas de importantes entidades públicas y privadas de Costa Rica, merecen que sus recursos estén bien resguardados y supervisados con la debida gobernanza que hoy demandan la transparencia y la rendición de cuentas.
Hoy para abordar los desafíos de los tiempos actuales, caracterizados por deficiencias, corrupción y aumento en la desigualdad, es preciso que nos replanteemos el proceso de gobernanza para lograr los objetivos de bienestar común, crecimiento y equidad. Desde ASEBANACIO consideramos que la transparencia y la rendición de cuentas constituyen una parte esencial de una práctica empresarial ética.