¿Por qué nos cuesta tanto innovar?
Kirk Salazar [email protected] | Miércoles 20 julio, 2022
Como consultor Internacional me han buscado para rescatar empresas y emprendimientos, a veces piensan que los dolores de cabeza esta en los números, pero una de las cosas que más he indicado es que se necesitan líderes que asuman el riesgo de fallar, que transformen el fallo en oportunidades de aprendizaje y de esa manera aumentar la resiliencia de sus equipos de trabajo. Podemos decir que, en los últimos 10 años, la innovación ha ingresado en la agenda de las empresas de una manera sustancial. Sin embargo, los líderes o dueños de pymes se han encontrado con el desafío de innovar y estar en la búsqueda de la creatividad constante en un mundo tan acelerado.
Existe un freno a la innovación? En mi caminar por Latinoamérica y mi experiencia en temas de emprendimiento, como profesor y consultor, he observado un centenar de empresas de todo tamaño y, en casi todas, he encontrado los mismos inconvenientes a la hora de innovar y el más frecuente es la falta de apertura mental a las nuevas oportunidades tecnológicas y de actitud para explorar terrenos desconocidos; ausencia de impulso para experimentar; demasiada aversión al riesgo de fallar, viendo el fracaso como algo negativo; excesiva comodidad dominada por los modelos mentales ya construidos, que impiden abrazar la incertidumbre de generar y probar nuevos conceptos de producto y/o servicios; y falta de conexión de las empresas caminando al fascinante mundo de los E-commerce.
La falta de nuevos líderes es lo que nos reta caminar y llevar el mensaje de la construcción de un país de nuevos líderes que no tengan miedo a fallar, que vean oportunidades donde nadie las ve, gestionar la innovación requiere nuevos líderes que den ejemplo y estén dispuestos a desafiar los preconceptos existentes en las empresas y a plantear nuevos desafíos. Líderes que fomenten la curiosidad, generen las condiciones para explorar con libertad y autonomía, abrazando la incertidumbre sin que ella nos paralice ni se transforme en un elemento nocivo. Muy por el contrario, sintiendo cierto sabor amable al trabajar en el terreno incierto.
Se necesitan líderes que asuman el riesgo de fallar, que transformen el fallo en oportunidad de aprendizaje y, de ese modo, aumenten la resiliencia de sus Emprendimientos. Esto requiere que el líder cree espacios con seguridad psicológica para que los empleados liberen su creatividad, para que esta fluya de manera más dinámica con oportunidades de que surjan Spin Off o Intraemprendimientos. Al mismo tiempo, debe conformar equipos de innovación heterogéneos para ampliar las perspectivas, alentarlos a experimentar; no validar lo que ya sabemos, sino descubrir nuevos conocimientos.
Por ello, es necesario desarrollar redes de trabajo más allá de la organización para conformar ecosistemas abiertos (con proveedores, competidores, universidades, consumidores, etc.), con el propósito de ampliar constantemente la visión de nuestros equipos y que se pueda generar polinización cruzada entre el exterior de la empresa y el interior, despertando chispas imaginativas que puedan derivar en innovación.