Perspectivas Económicas
José Pablo Rodríguez [email protected] | Lunes 31 enero, 2022
José Pablo Rodríguez
Director Regional en Asia
Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER)
Es Máster en Gerencia y Negociaciones Internacionales y tiene una especialización en Liderazgo de Talentos y Equipos.
Finalizando el primer mes del 2022, me parece importante hacer una pausa y reflexionar sobre la forma en que ha iniciado este año, el contexto en el que estamos viviendo y si por la víspera se puede sacar el día, intentar responder algunas preguntas que muchos seguidores de la temática internacional nos venimos haciendo desde hace un tiempo, principalmente: ¿Qué podemos esperar de este 2022 en materia económica? O en otras palabras ¿qué rumbo tomará la economía global en este tercer año de pandemia? La respuesta a esta pregunta, tan buscada en círculos empresariales, quizá haya sido respondida al menos de forma parcial el pasado miércoles 26 de enero durante la reunión de política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos y la conferencia de prensa de su Presidente, Jerome Powell. A continuación, algunos puntos que considero importante subrayar.
Lo primero es que la ansiedad generada en las últimas semanas, por la incertidumbre alrededor del fenómeno inflacionario, ha sido, de alguna forma, contestada. La posición de meses atrás en el sentido de que la economía de los Estados Unidos estaría experimentando una inflación “transitoria”, ha desaparecido para dar paso a una inflación que llegó para quedarse, e incluso, con riesgo de incrementar aún más. Powell mencionó durante la conferencia de prensa del miércoles pasado que “los riesgos de inflación todavía están al alza en la opinión de la mayoría de los participantes del FOMC -- Comité Federal de Mercado Abierto --, y ciertamente en mi opinión también. Existe el riesgo de que la alta inflación que estamos viendo se prolongue. Existe el riesgo de que se mueva aún más alto. Entonces, no creemos que ese sea el caso base, pero usted preguntó cuáles son los riesgos, y tenemos que estar en una posición con nuestra política monetaria para abordar todos los resultados plausibles”.
En relación al tema de la inflación, la Reserva Federal indicó que podría subir las tasas de interés sin perjudicar la recuperación del mercado laboral. “Creo que hay bastante espacio para subir las tasas de interés sin amenazar el mercado laboral”, dijo Powell. Luego señaló el hecho de que las ofertas de trabajo actualmente superan en número a los estadounidenses desempleados como una de las razones por las que el mercado laboral es "muy, muy fuerte". La tasa de desempleo general ha caído por debajo del 4%, aunque la participación en la fuerza laboral aún está por debajo de su nivel previo a la pandemia.
En segundo lugar, Powell mencionó que “a la luz del notable progreso que hemos visto en el mercado laboral y la inflación que está muy por encima de nuestro objetivo a largo plazo del 2%, la economía ya no necesita altos niveles sostenidos de apoyo de la política monetaria… Es por eso que estamos eliminando gradualmente nuestras compras de activos... y esperamos que pronto sea apropiado elevar el rango objetivo para la tasa de fondos federales”.
Pero no solamente estarán eliminando gradualmente las compras de activos, como tercer punto, Powell mencionó que “la hoja de balance -- de la Reserva Federal -- es sustancialmente mayor de lo que debe ser…hay una cantidad sustancial de reducción por hacerle a la balanza. Eso llevará algo de tiempo. Queremos que ese proceso sea ordenado y predecible”.
En conclusión, la Reserva Federal vino a confirmar los temores que muchos tenían sobre el fenómeno inflacionario, indicando que utilizará las herramientas que estén a su alcance para lograr contraer la inflación en los Estados Unidos y alcanzar su meta de 2%. Con toda honestidad, no pareciera realista pensar que este será un proceso muy rápido. La posición de la Reserva Federal es compleja, pues debe caminar esa cuerda floja y evitar extremos. Si eleva tasas de interés muy rápidamente, podría afectar la producción y el empleo, empujando la economía en la dirección equivocada. Pero también deben ser lo suficientemente resueltos para evitar que el problema inflacionario continue creciendo de forma descontrolada. En otras palabras, sería lógico esperar aumentos en las tasas de interés este año, pero no tan grandes o rápidos que afecten el desempeño económico. También se podría concluir que las grandes compras de activos que se experimentaron en la pandemia se detendrán e incluso que ya está en marcha un plan para reducir en tamaño la hoja de balanza, situación que ya está mostrando sus efectos los mercados bursátiles y las valuaciones que vienen experimentando las acciones de empresas, especialmente en el sector tecnológico.
Si bien la volatilidad se ha incrementado recientemente, ahora con el panorama más que claro, sobre los objetivos de la Reserva Federal y la clara expectativa de aumentos en las tasas de interés, así como el fin de los apoyos en política monetaria, quizás esta claridad logre disminuir el nerviosismo en los mercados. Solo el tiempo lo dirá. Los efectos de estas decisiones de la Reserva Federal no se harán esperar en Costa Rica, siendo la nuestra, una economía altamente integrada a la economía de los Estados Unidos. De ahí la importancia de tener siempre un ojo puesto en lo que pasa por allá, pues como suelen decir: “si la economía estadounidense se resfría, a nosotros nos da pulmonía”. Lo anteriormente expuesto es solo una parte de la ecuación. Todavía tendremos que ver qué otras cosas pasan durante el año, con la economía de China, con la disrupción en las cadenas globales de suministros y la crisis de contenedores, con la inestabilidad geopolítica y otros muchos temas más”. Por lo menos, los nublados del día sobre el tema inflacionario, parecen estar un poco más despejados.
*Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no representan la visión u opinión de la organización para la que trabaja.