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Pequeñeces

Marcello Pignataro [email protected] | Lunes 03 septiembre, 2007


Con frecuencia leemos, vemos y escuchamos en la prensa, por parte de la entidad correspondiente, el inicio de las obras de construcción de alguna autopista, paso a desnivel o túnel que, en definitiva, resolverá los problemas de transportes en el país.

Lamentablemente, estas magnas obras no solucionan el problema del diario vivir y transitar de quienes nos tenemos que manejar por las diferentes calles y callecitas de Costa Rica.

Me voy a referir a casos específicos que, de resolverse prontamente, aliviarían enormemente el manejo vehicular específicamente en las rutas Curridabat-San Pedro, que es la que utilizo diariamente.

Si se pavimentara adecuadamente el tramo de escasos 50 metros, ubicado 200 metros al sur de Veinsa en Curridabat, el flujo vehicular norte-sur y viceversa, sobre todo en horas de la tarde, se reduciría bastante.

En el tramo que va del Supermercado Cristal hasta los archivos (o La Venus, para mejor ubicación de algunos) se han formado tres gigantescos cráteres que dificultan el traslado por esa vía. La falta de cortesía de los conductores, sumada al hecho de que prácticamente hay que pasarse de carril para transitar sin arriesgar el chasis entero del carro, genera presas enormes. El primero de ellos está ubicado 800 metros al sur de McDonald’s, Plaza del Sol y los dos siguientes están al frente de una oficina que, en su momento, fue uno de los famosos sportsbooks y ahora pareciera albergar una firma de abogados. Sin ser ingeniero civil, me parece que ninguno de los huecos fue obra de la naturaleza, sino que esta contó con suficiente ayuda humana.

En la vía a Cipreses, exactamente al frente de la UACA, los trabajadores que abrieron la zanja para instalar un cableado o una tubería dejaron el trabajo a medias, dado que se les “olvidó” tapar adecuadamente dicha obra. Nuevamente el traslado de carril, para evitar desarmar el carro, se hace obligatorio.

Algunos metros antes, unos 150 metros al norte de la Bomba La Galera, lo que empezó como un huequito ha pasado a ocupar el carril completo, obligando incluso a los vehículos que deben utilizar esa vía a detenerse completamente para poder pasar, luego, por el otro carril.

Finalmente, y porque se me acaba el espacio, al costado norte del Restaurante Donde Carlos, en Los Yoses, recién se acaba de “recarpetear” una zona de la calle y esta ya ha sufrido los embates de la lluvia, producto posiblemente de la excelente calidad de materiales y trabajo utilizados.

Me parece que la mayoría de estos trabajos corresponden más a las municipalidades locales que al MOPT, pero alguien tiene que hacer algo pronto. De lo contrario, me rehúso a aceptar un dictamen negativo en Riteve por daños en rótulas o suspensión.

Al momento de escribir esta columna me entero de la nominación del grupo nacional Porpartes a un Grammy Latino. Una muestra más de la excelencia del talento nacional y enhorabuena por ellos.

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