Pensiones voluntarias no convencen a ticos
Oscar Rodriguez [email protected] | Jueves 03 marzo, 2011
Número de afiliados cayó casi un 10% en los últimos cinco años
Pensiones voluntarias no convencen a ticos
Rentabilidad de los fondos, en colones y dólares, ha disminuido en los últimos 12 meses en todas las operadoras
El Régimen Voluntario de Pensiones cumple este año una década de haberse creado. Sin embargo, este natalicio no es motivo de celebración dado que son menos de 200 mil las personas que ahorran con este sistema.
Además, el caudal de afiliados disminuyó en los últimos cinco años, en casi un 10%.
A esto se une que, en los últimos 12 meses, la rentabilidad de los fondos, en colones y en dólares, ha disminuido. Igual ocurre cuando se analiza la tasa histórica, que sigue por debajo de las cifras de 2007, cuando rondaba el 19%.
Varias razones generan el poco estímulo de los trabajadores para adquirir un plan.
Una de ellas es la volatilidad en las tasas cuando los fondos comenzaron a valorarse a precios de mercado.
Muchos decidieron sacar su ahorro debido a los vaivenes. Esto principalmente ocurrió en 2004, con la crisis de fondos de inversión, y hace dos años, cuando comenzó la recesión económica.
A la caída en los rendimientos se añaden la apreciación del colón y la disminución de la inflación.
“Todos estos elementos han afectado al producto porque los afiliados ven resultados de corto plazo, de nuevo porque es probable que su fin no sea una pensión complementaria y más bien, lo tenían como un producto de ahorro a la vista”, enfatiza Edgar Robles, superintendente de pensiones.
Además, en 2007 el Ministerio de Hacienda empezó a realizar las retenciones fiscales en los beneficios a los afiliados que decidan retirar sus recursos de forma anticipada.
Para evitar un mayor golpe, la Ley de Protección al Trabajador establece que los nuevos contratos que se establezcan deben permanecer por cinco años y medio sin poder sacar el dinero.
Las pensiones voluntarias no cautivan a los ticos porque el trabajador tiene la expectativa de que con la pensión obligatoria sustentará sus necesidades cuando se jubile. Nada más lejos de la realidad.
Un ejemplo didáctico. Juan se jubila este año. Siempre fue un trabajador considerado de ingresos altos. Su salario promedio, para calcular su pensión mensual, es de ¢3 millones. Pero solo recibirá el 43% de ese monto, o sea, ¢1,3 millones.
Ante esta realidad, la pensión voluntaria puede ser una salida para quienes tienen mayor capacidad de ahorro y pueden optar por este instrumento.
Para los grupos con menor poder adquisitivo, utilizar un porcentaje extra de su salario, tras los rebajos obligatorios, es complicado.
La industria inició su operación, en 2001, con la administración de $80 millones. Tras una década, ha conseguido que el monto de activo neto creciera a $339 millones.
Esto se ha conseguido, con solo el aporte del 10% de los trabajadores activos.
Oscar Rodríguez
[email protected]
Pensiones voluntarias no convencen a ticos
Rentabilidad de los fondos, en colones y dólares, ha disminuido en los últimos 12 meses en todas las operadoras
El Régimen Voluntario de Pensiones cumple este año una década de haberse creado. Sin embargo, este natalicio no es motivo de celebración dado que son menos de 200 mil las personas que ahorran con este sistema.
Además, el caudal de afiliados disminuyó en los últimos cinco años, en casi un 10%.
A esto se une que, en los últimos 12 meses, la rentabilidad de los fondos, en colones y en dólares, ha disminuido. Igual ocurre cuando se analiza la tasa histórica, que sigue por debajo de las cifras de 2007, cuando rondaba el 19%.
Varias razones generan el poco estímulo de los trabajadores para adquirir un plan.
Una de ellas es la volatilidad en las tasas cuando los fondos comenzaron a valorarse a precios de mercado.
Muchos decidieron sacar su ahorro debido a los vaivenes. Esto principalmente ocurrió en 2004, con la crisis de fondos de inversión, y hace dos años, cuando comenzó la recesión económica.
A la caída en los rendimientos se añaden la apreciación del colón y la disminución de la inflación.
“Todos estos elementos han afectado al producto porque los afiliados ven resultados de corto plazo, de nuevo porque es probable que su fin no sea una pensión complementaria y más bien, lo tenían como un producto de ahorro a la vista”, enfatiza Edgar Robles, superintendente de pensiones.
Además, en 2007 el Ministerio de Hacienda empezó a realizar las retenciones fiscales en los beneficios a los afiliados que decidan retirar sus recursos de forma anticipada.
Para evitar un mayor golpe, la Ley de Protección al Trabajador establece que los nuevos contratos que se establezcan deben permanecer por cinco años y medio sin poder sacar el dinero.
Las pensiones voluntarias no cautivan a los ticos porque el trabajador tiene la expectativa de que con la pensión obligatoria sustentará sus necesidades cuando se jubile. Nada más lejos de la realidad.
Un ejemplo didáctico. Juan se jubila este año. Siempre fue un trabajador considerado de ingresos altos. Su salario promedio, para calcular su pensión mensual, es de ¢3 millones. Pero solo recibirá el 43% de ese monto, o sea, ¢1,3 millones.
Ante esta realidad, la pensión voluntaria puede ser una salida para quienes tienen mayor capacidad de ahorro y pueden optar por este instrumento.
Para los grupos con menor poder adquisitivo, utilizar un porcentaje extra de su salario, tras los rebajos obligatorios, es complicado.
La industria inició su operación, en 2001, con la administración de $80 millones. Tras una década, ha conseguido que el monto de activo neto creciera a $339 millones.
Esto se ha conseguido, con solo el aporte del 10% de los trabajadores activos.
Oscar Rodríguez
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