Nuevo paradigma del siglo XXI
Candilejas [email protected] | Viernes 30 noviembre, 2018
Son cada vez más. Disfrutan su trabajo y su vida. Algunos son famosos y otros no pero igualmente productivos y aportando a la sociedad.
Son parte del nuevo paradigma del siglo XXI.
Entre los famosos, por ejemplo, Oscar Niemeyer, a cargo, entre otras obras de reconocimiento mundial, de proyectar los edificios para la creación de la nueva ciudad capital de Brasil, Brasilia, cumplió 100 años de edad, en 2007, todavía activo, perfectamente lúcido, e involucrado en diversos proyectos.
Trabajó hasta el final de su vida y falleció a los 104 años de edad en Río de Janeiro, su ciudad natal.
Otras no son personas tan reconocidas pero igual que Niemeyer trabajan y aportan a la sociedad, aunque hayan entrado en lo que llamamos “tercera edad”, o “personas adultas mayores”.
Un caso, entre muchos que existen en Costa Rica es María, a quien llamaremos así porque nos pide no revelar su nombre.
Ella tiene 75 años, buena salud, disfruta de su trabajo, su familia y amistades.
Se jubiló, pero sigue siendo productiva. Al verse libre de las jornadas con horarios fijos, utilizó su experiencia de vida para crear una pequeña empresa con la cual da trabajo a una amiga.
A María nunca se le pasó por la mente la idea de dejar de trabajar. Al contrario, terminar con un tipo de labores le abrió una fantástica puerta para entrar a otras con las cuales aporta a la sociedad y mejora su economía.
“Me pensioné pero sigo trabajando porque me gusta. Creo que puedo aportar conocimiento y experiencia a la sociedad. Me siento bien haciéndolo y además creo que es mejor para mi salud”, dice Bernal Monge, quien es administrador de empresas y contador público.
Actualmente él se desempeña como consultor nacional e internacional y es profesor en el Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública de la Universidad de Costa Rica, UCR.
“Trabaje como filóloga en la UCR y aportaba en investigación y acción social. Después de jubilarme sigo estudiando en la UCR haciendo un doctorado en Estudios de la sociedad y la cultura.
También sigo trabajando, porque me gusta, en diversos proyectos. Por ejemplo, en seminarios de incentivación de la lectura”, nos cuenta Mayra Herra, otra enamorada del trabajo.
El envejecimiento de la población es uno de los más grandes desafíos de este siglo y será necesario cambiar la forma en que se percibe a las personas mayores, muchas de ellas con un gran potencial productivo.
A medida que fueron cayendo las tasas de mortalidad en la mayor parte del mundo y la edad promedio de la vida se acerca a los 90 años, nos enfrentamos cotidianamente a una nueva serie de desafíos.
Por “envejecimiento productivo” nos referimos a la forma en la que podemos envejecer sin dejar de ser miembros activos dentro de la sociedad en la cual vivimos.
“Hay múltiples aspectos, personales y sociales, que influyen en el desarrollo de actividades productivas en esta etapa de la vida: las trayectorias y saberes laborales, necesidades ocupacionales, significados del trabajo, motivaciones, oportunidades y recursos sociales disponibles”, afirma Ivana Miralles, en el marco de su tesis doctoral sobre el tema de la vejez productiva.
Ella es Doctorada en Ciencias Sociales, Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Investigadora Asistente en el Programa Envejecimiento y Sociedad, FLACSO Argentina.
Ahora muchos adultos mayores realizan importantes contribuciones en áreas como las finanzas, la ciencia, el agro, las artes o la política entre otros y esto es ya parte de la nueva cultura de este siglo.
Carmen Juncos Biasutto
Editora jefa y Directora de proyectos