Nuevas técnicas de investigación brindan competitividad
Nuevas técnicas de investigación brindan competitividad
¿En cuántas ocasiones los altos ejecutivos de las empresas no encuentran la manera más rápida y efectiva para introducir nuevos productos o servicios en el mercado antes que la competencia?
Grandes compañías en nuestro país, como alrededor del mundo, se ven sumergidas en la incompetencia y pérdida de participación en su mercado por la insuficiencia en desarrollar rapidez y agilidad para innovar con nuevos y más tecnológicos productos y servicios.
Peor aún, dicha insuficiencia paulatinamente es mayor debido al incremento en el estado de resultados que significa mantener un departamento de Investigación y Desarrollo (I&D) con los recursos necesarios para ser competitivos.
Sin embargo, la mayor limitante ante este problema se centra en el desconocimiento y desaprovechamiento de las nuevas herramientas y métodos que se han desarrollado y que están a disposición de los ejecutivos de las empresas.
La ingeniería hacia atrás es uno de esos métodos que hoy están brindando excelentes resultados a las compañías para no perder competitividad ni participación.
La investigación invertida o imitativa, como también se le conoce, consiste en tomar un producto exitoso de la competencia y hacerle un análisis detallado de cada uno de sus componentes y características, con el objetivo de compararlo con el producto de la empresa.
La investigación invertida es el ángulo opuesto a la investigación innovativa, debido a que no se trata de crear un producto nuevo, sino tomar el de la competencia, desagregarlo y analizar todos los elementos que lo componen y los que lo hacen competitivo.
Es importante considerar que quienes utilizan este tipo de investigación deben realizarla con un solo producto a la vez, para evitar sesgar los resultados del estudio.
Entre las ventajas que reciben las empresas con la aplicación de este método sobresale la reducción de los recursos designados para la innovación, que son excesivamente costosos y a la vez riesgosos para las empresas.
Es importante mencionar que este método no busca diseñar productos o servicios iguales a los de la competencia, sino que la imitación se enfoca en igualar o mejorar aquellos elementos que son competitivos y debidamente comprobados de aceptación por el consumidor final.
Lo anterior le permite a la firma asegurarse que el nuevo producto o servicio obtenga demanda, enfocando sus recursos en el plan de marketing y fortaleciendo el equipo de ventas.
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