“Nos sentimos traicionados”
Luis Fernado Rojas [email protected] | Jueves 06 febrero, 2014
“Nos sentimos traicionados”
Voleibolistas de playa se ven perjudicados en medio de una disputa dirigencial
Los deportistas solo quieren jugar, pero las divisiones a nivel dirigencial amenazan con debilitar los torneos de voleibol de playa.Cortesía de la Asociación de Voleibol de Playa/La República
El voleibol de playa de nuestro país está dividido debido a que la Federación Costarricense de Voleibol (Fecovol) no avala el torneo que la Asociación Costarricense de Voleibol de Playa ha venido organizando durante más de una década.La disyuntiva para los jugadores que apoyan a la Asociación, dentro de los cuales están buena parte de los voleibolistas más veteranos y de alto rendimiento del país, como los hermanos Villegas, Gilberto y Alexander; Marcelo Araya y Jonathan Guevara, Iveth Alas y Marianela Quesada, entre otros, es que, según dicen, la Federación amenazó con que quienes jugaran el torneo de la Asociación no podrán pertenecer a ninguna representación nacional, lo que les veta cualquier representación internacional.
Esta situación ha provocado incluso una división entre jugadores y el lógico debilitamiento de ambos torneos, ya que se dividieron las fuerzas, algo de lo que están conscientes y lamentan los deportistas.
Ayer, durante la presentación del torneo de la Asociación, el jugador Marcelo Araya expresó que “si el problema es de juntas directivas, no deberían transmitirlo a los jugadores, porque le hacen daño al deporte”.
Para Araya, sancionar a un jugador solo porque juega un torneo son medidas que no tomarían personas que estén interesadas en desarrollar un deporte.
“Es una medida de presión, nosotros no somos profesionales ni vivimos de esto, simplemente lo amamos y jugamos a nivel nacional e internacional con el corazón”.
El deportista dijo que se siente traicionado con la posición de la Federación, porque si hay un problema toca sentarse, dialogar y solucionarlo.
Por su parte, Gilberto Villegas afirmó que en diciembre, cuando recibieron la noticia, muchos se desanimaron por la división que sabían se haría.
“Esperamos que la Federación no nos sancione por jugar un evento que por muchos años hemos disfrutado y que somos libres de escoger”.
Para este jugador, ambos torneos se deberían realizar en diferentes fechas, lo cual les daría a todos los jugadores más partidos y mejor nivel.
Villegas reconoció que muchos jugadores han conversado sobre la situación, pero algunos además de playa son de sala, y serían doblemente perjudicados de ser sancionados.
Ivette Alas, quien no está jugando, pero aún no se ha retirado del todo, está también con la Asociación porque dice que esta por más de una década ha demostrado una buena organización.
“Esto es contraproducente, no va con la promoción del deporte y atenta contra nuestro derecho a elegir”.
Alas mencionó que a nivel de jugadores el asunto se ha polarizado porque hay jugadores que obviamente no quieren ser castigados y que les impidan pertenecer a selecciones nacionales.
“En el voleibol siempre habíamos dicho que todos somos como una gran familia, y así lo sentíamos, la Asociación fue algo que construimos los jugadores, pero esta situación ha generado una división en el grupo que tampoco es sana”.
Por último, Mariela Quesada, que tiene diez años de estar jugando y que ha participado también en las selecciones mundialistas de sala, expresó que en esto los afecta a todos.
“Muchos jugadores no tenemos suficientemente clara la razón por la cual la Federación pretende sancionarnos por jugar este torneo”.
Quesada lamentó que varios voleibolistas no puedan jugar con la Asociación, porque les cortarían su aspiración de jugar con la selección.
Luis Rojas
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