No compre "anónimos"
Carmen Juncos [email protected] | Lunes 15 marzo, 2010
Con Sumo
No compre “anónimos”
Carmen Juncos
[email protected]
Hay que volver sobre el tema del etiquetado, porque seguimos careciendo los consumidores, en algunos casos, de la información necesaria en diferentes productos comestibles enlatados, en bolsas u otro tipo de empaques.
Leí hace poco en el diario español El Mundo, un artículo que expresaba la preocupación por que se pudiera modificar la ley en ese país para evitar que se vendan “aperitivos, galletas, bollería industrial o productos precocinados” que contienen grandes cantidades de grasas saturadas y ácidos grasos “trans”, “camuflados bajo el término grasas vegetales”.
En Costa Rica también ocurre y aun cuando he presentado la queja en un supermercado, no he recibido respuesta satisfactoria. En una oportunidad se me dijo que era hasta que se agotara la existencia de esas etiquetas y se hicieran nuevas, con la información adecuada. Pero pasaron meses y eso no sucedió.
La verdad es que no puede decir aceites vegetales, en una etiqueta, cuando sabemos la gran diferencia, por ejemplo, entre uno de palma o de coco, de maíz o de girasol o el aceite de oliva o de canola. Y todos ellos son de origen vegetal. Tenemos los consumidores el derecho a conocer con qué tipo de grasa se elabora cada producto que se expende.
No es suficiente con saber que algo no contiene preservantes, colorantes o estabilizantes, para pensar que es saludable. La falta de claridad en las etiquetas nos expone a consumir aquello que no queremos.
Usted… ¿revisa las etiquetas de lo que compra?
No compre “anónimos”
Carmen Juncos
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Hay que volver sobre el tema del etiquetado, porque seguimos careciendo los consumidores, en algunos casos, de la información necesaria en diferentes productos comestibles enlatados, en bolsas u otro tipo de empaques.
Leí hace poco en el diario español El Mundo, un artículo que expresaba la preocupación por que se pudiera modificar la ley en ese país para evitar que se vendan “aperitivos, galletas, bollería industrial o productos precocinados” que contienen grandes cantidades de grasas saturadas y ácidos grasos “trans”, “camuflados bajo el término grasas vegetales”.
En Costa Rica también ocurre y aun cuando he presentado la queja en un supermercado, no he recibido respuesta satisfactoria. En una oportunidad se me dijo que era hasta que se agotara la existencia de esas etiquetas y se hicieran nuevas, con la información adecuada. Pero pasaron meses y eso no sucedió.
La verdad es que no puede decir aceites vegetales, en una etiqueta, cuando sabemos la gran diferencia, por ejemplo, entre uno de palma o de coco, de maíz o de girasol o el aceite de oliva o de canola. Y todos ellos son de origen vegetal. Tenemos los consumidores el derecho a conocer con qué tipo de grasa se elabora cada producto que se expende.
No es suficiente con saber que algo no contiene preservantes, colorantes o estabilizantes, para pensar que es saludable. La falta de claridad en las etiquetas nos expone a consumir aquello que no queremos.
Usted… ¿revisa las etiquetas de lo que compra?