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No más al abstencionismo electoral, ni a la irresponsabilidad ciudadana

Siany Villalobos [email protected] | Martes 21 enero, 2020

Es común escuchar en los vecinos y vecinas de un cantón, las críticas sobre su Municipalidad, las quejas por calles en mal estado, problemas en el acueducto sobre todo en época seca, sobre la deficiencia en el sistema de recolección de desechos sólidos o reciclaje, pero entre esos temas pocas veces se refieren a los niveles de desarrollo y bienestar de forma integral.

Generalmente la población visibiliza solamente los servicios, para calificar a su gobierno local, que en la buena y sana practica deben ser de calidad, pues para ello se paga una tasa. Sin embargo, el desarrollo no se centra solamente en servicios, debe contener una visión más integral, debe centrarse en un desarrollo sustentable, en lo ambiental, económico y social, y para tal efecto se requiere de las mejores personas, de las más calificadas, que estén preparadas para enfrentar los retos de un verdadero desarrollo local.

Pese a que la población desea mejores servicios, avances tecnológicos, ambientales, económicos y sociales en el cantón, aun se considera que eso aparecerá de forma mágica, pues sus actitudes siguen siendo bastante obstinadas, existe mucha resistencia y quejas sobre los políticos, con razón o no, pero solamente se llega a ser autoridad municipal en la alcaldía, concejo municipal (regidor-a), sindico(a), si se está inscrito en un partido político, tal y como lo dicta nuestra Constitución Política. Así las cosas, no hay más opción que votar por un partido político, pero con una diferencia, por el partido político que ofrezca la mejor opción, cada persona tiene el deber y el derecho de identificar en las candidaturas, la mejor, con preparación, la de mayor honestidad, a quien se le conozca actitudes altruistas, nunca a quien salte de un pronto a otro a la arena política, sin haber demostrado su liderazgo, la carta de presentación hablará mucho del candidato o candidata.

El Código Municipal aprobado en 1998 y sus reformas, Ley 7794, estableció un cambio muy importante en las elecciones de las autoridades municipales, como es la facultad que le dio a las personas vecinas de un cantón de elegir a las autoridades de su gobierno local, entre ellas a la Alcaldía y vice alcaldías, pues antes de 1.998 el ejecutivo municipal era electo por 3 regidores en los concejos municipales constituidos por 5 regidores, tal situación demandaba al ejecutivo estar sujeto a las peticiones de quien lo nombraba (3 regidores-as) pues la estabilidad de su puesto dependía de sus voluntades, tal debilidad fue cambiada con la fortaleza de la democracia, sin embargo; es muy lamentable el porcentaje de abstencionismo que vive el país en las elecciones municipales, este fue comprensible en los primeros años de elección, pues la ciudadanía debía conocer el nuevo sistema y entender la trascendencia de tal decisión, pero 18 años y 4 elecciones ya superadas, no pueden seguir lanzando tales resultados, a estas alturas serán inaceptables.

Costarricenses, es hora de poner la barba en remojo, es hora de ser responsables, de elegir la mejor opción y de salir a votar este próximo 2 de febrero, la democracia lo demanda, ser consecuentes con nuestras criticas lo exigen, porque la inversión que realiza el país a través del Tribunal Supremo de Elecciones en el proceso de elecciones municipales, no se puede convertir en un derroche de dinero con los altos porcentajes de abstencionismo, no más a la irresponsabilidad ciudadana, si al desarrollo integral de nuestros cantones, sí al desarrollo del país, pues es claro que si los cantones progresan el país también lo hará.

No más al abstencionismo electoral, ni a la irresponsabilidad ciudadana

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