Muestra recuerda la riqueza musical precolombina
Carolina Barrantes [email protected] | Lunes 22 junio, 2015
ARTE
Muestra recuerda la riqueza musical precolombina
Si usted se ha preguntado en algún momento cuáles sonidos inspiraron la música precolombina, cómo se idearon los instrumentos que ellos reprodujeron o si aún sigue viva la herencia musical de los pobladores prehispánicos, podrá obtener sus respuestas en una nueva muestra.
Los Museos del Banco Central están exhibiendo la exposición arqueológica “La Metáfora de los Sonidos”, la cual incluye 60 instrumentos musicales que datan de los años 500 a.C. al 1550 d.C.
Ocarinas, cascabeles, flautas, silbatos, maracas y sonajeros hallados en el Pacífico Norte, Sur y en el Caribe Central del país, son algunos de los instrumentos que se pueden ver y escuchar.
Además, la muestra ahonda en las vivencias de los seres humanos que los idearon, los confeccionaron, los utilizaron y les dieron un significado individual y colectivo.
Por ejemplo, el recorrido inicia explicando cómo era definida la música en el periodo precolombino, la cual tenía una gran importancia a nivel social y cultural, sobre todo en lo colectivo, ya que, además de ser un ensamble de sonidos, identificó el comportamiento de los pueblos.
Luego, los visitantes pueden conocer cómo el medio ambiente fue la principal fuente de inspiración de los sonidos y la música para estas poblaciones.
También observarán artefactos que representan a músicos y cantores, entre ellos jarrones de cerámica y objetos de oro, que muestran estilizaciones de músicos con máscaras, decorados corporales, tocados o utilizando instrumentos en sus manos.
“La exhibición destaca la participación de músicos, cantores y bailarines en rituales asociados a la siembra, la recolección de cosechas, la cacería, la fertilidad, rituales religiosos —muertes o enterramientos—, las guerras, el ascenso al poder, las alianzas matrimoniales, comunicación entre pueblos, avisos de peligro, entre otros”, explicó Priscilla Molina, curadora de Arqueología de los museos, quien trabajó con su colega, la arqueóloga Mónica Aguilar para hacer una investigación que nutrió la muestra.
Carolina Barrantes
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