¿Mindfulness en el trabajo?
Laura Centeno [email protected] | Jueves 11 julio, 2019
Sí se puede. Deberíamos incorporarlo a todas las actividades que hacemos para vivir conscientemente. No se trata exclusivamente de dedicar un espacio para meditación. Para ser honesta, esta nota la escribí como un recordatorio para mí, no porque sea experta en el tema, pero sí me he dado cuenta de las consecuencias negativas cuando no practico. De hecho, apunté los 10 aspectos que consideré importantes, y los pegué en el monitor de la computadora para no olvidarlos.
1. Olvide el multitasking: Muchas empresas y personas consideran que el multitasking (realizar varias actividades a la vez) es una gran cualidad. Resulta que es todo lo contrario. La mejor forma para trabajar es enfocar el 100% de la atención en una sola tarea para terminarla más rápidamente y sin errores. Si tiene 10 archivos y aplicaciones abiertas en su computadora, cierre todos, deje el que está trabajando y elimine las notificaciones de entradas de correos, mensajes, chats, etc. Apenas termine su tarea, se pone al día con responder mails y demás. Si permite interrupciones, va a durar más tiempo en sacar sus prioridades.
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2. Tome breves breaks: Es muy difícil mantener concentración plena durante 8 horas al día de forma continua. Trate de hacer breves descansos, donde pueda ir por un vaso de agua, no olvide su espacio para meriendas, un café y desde luego su espacio para almorzar y distraerse del trabajo compartiendo con otros compañeros y recargar baterías.
3. Priorice inteligentemente: Trate de seleccionar lo más urgente e importante de primero. En segundo lugar, lo importante y no tan urgente, en tercer lugar, decida si lo urgente pero poco importante vale la pena hacerlo o mejor delegarlo, no dude en desechar lo que no es urgente ni importante. También puede priorizar en orden de esfuerzo. Lo que requiera mayor volumen en horas de trabajo, concentración y que sea más complicado o tareas que no le sean muy gratificantes, de primero. Así nos quitamos un peso de encima y el resto del tiempo podemos ser felices haciendo las cosas que más nos gustan.
4. Haga pequeños ejercicios de mindfulness en la jornada: Si se siente distraído pensando en varias cosas a la vez, temas de trabajo, pendientes de la casa, la cita médica, el proyecto de la universidad, etc., recuerde en cerrar sus ojos concentrarse exclusivamente en la respiración. Cómo entra oxígeno fresco por la nariz lentamente y llega a sus células del cerebro y cómo exhala lentamente dióxido de carbono tibio, liberando toxinas y dejando su mente en blanco; al menos unas 10 respiraciones conscientes lentamente. Abra los ojos y continúe.
5. Aprenda a decir NO diplomáticamente: Personalmente, yo sufrí mis consecuencias por decir que sí a todo y a todos. Si le piden 10 cosas a la vez, piense cuáles son estratégicas para cumplir con sus indicadores. Si le piden apoyo, no necesariamente hay que decir que no, pero no puede dejar sus obligaciones atrás por complacer las necesidades de los demás. Si le dicen que las 10 cosas son importantes y urgentes, pregunte a su superior a cuál de las 10 le va a dar prioridad 1 y así sucesivamente con las demás, porque no se puede trabajar haciendo 10 cosas al mismo tiempo, negocie tiempos de entrega razonables. Si le dice sí a todo, llegará el momento en que algo va a salir mal, no se cumpla en el tiempo y, ¿quién es el culpable? Uno mismo.
6. Viva conscientemente: Si es de las personas que al igual que yo, no recuerda dónde puso el celular, pierde la billetera, las llaves de la casa, no recuerda en dónde parqueó el carro, si se tomó la medicina, etc., es porque estamos trabajando en piloto automático. Debemos procurar hacer todas las cosas, desde las más simples hasta las más complejas de forma consciente, eso nos ayuda a recordar los sitios donde dejamos los objetos, si ya habíamos hecho alguna tarea, podemos seguir instrucciones al pie de la letra y no olvidar ningún detalle. Hacer todo conscientemente ayuda a tener una mejor memoria.
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7. Haga del estrés su aliado: Todos estamos sometidos al estrés y la realidad es que no es posible eliminarlo. Lo que sí se puede hacer es cambiar la connotación negativa de trabajar bajo presión, para que en esos momentos donde se acelera el corazón, incrementa la adrenalina y su respiración se agita producto del estrés, usemos esa energía corporal de alerta como una herramienta para trabajar eficientemente concentrados en la tarea hasta sacarla adelante. Una vez superado el obstáculo y realizado el trabajo, damos la bienvenida a la calma, regresa la paz y podemos descansar tranquilamente. Investigaciones científicas de la Universidad de Wisconsin, Madison consultaron a 30,000 personas la misma pregunta: ¿La percepción del estrés afecta la salud? Y los resultados fueron que la gente que considera que el estrés era bueno para ellos, tenían los índices de mortalidad más bajos. Definitivamente, la actitud positiva o negativa puede ser nuestro aliado o enemigo.
8. Sea humilde: No podemos confundir humildad con debilidad, es aceptarse tal cual con fortalezas y áreas de oportunidad, las cuales día a día vamos trabajando para mejorar. Tratemos de enfocarnos en soluciones y no buscar culpables cuando algo sale mal. Tratemos de escuchar más a los demás y no solo de imponer nuestro punto de vista. Nuestra seguridad nunca está en recordarle a los demás sus logros. El verdadero liderazgo está en aquellos que están más dispuestos a escuchar a otros, trabajar en equipo y no solo para sí mismos, así como en felicitar a quienes alcancen una meta importante.
9. Acepte lo que no puede cambiar: Todos sabemos que hay situaciones que no podemos cambiar, y personas que no son amables, ni leales o comprensivas, pero esa es la realidad y no se puede elegir siempre con quiénes vamos a trabajar y con quiénes no. Es lo que hay, y por eso no podemos frustrarnos, enojarnos ni deprimirnos, hay que aceptar lo bueno y lo malo, incluidas nuestras propias imperfecciones y ser más compasivos con los demás y con uno mismo para trabajar con más tranquilidad y, sobre todo, con paz.
10. Ser agradecidos: Si ya sabemos que no existe el trabajo, los jefes, compañeros, colaboradores y situaciones perfectas, en realidad para eso estamos ahí, para hacer nuestro mejor aporte y ser una pieza que sume valor al lugar en donde estamos. ¿Qué sucedería si no tuviéramos nuestro trabajo actual? Pongámonos en los zapatos de aquellos que buscan desesperadamente una oportunidad laboral porque no pueden hacer frente a sus necesidades básicas. Solo así somos más conscientes para ver lo positivo en vez de enfocarnos en todas las carencias, personas y situaciones negativas. A lo mejor nuestro ingreso no sea justo para las responsabilidades que tenemos, pero estoy segura de que es mejor eso a no tener nada con qué suplir lo esencial para vivir. Gracias al trabajo podemos cumplir muchos sueños y metas.
Espero que estas 10 prácticas de mindfulness nos sirvan, porque no podemos vivir plenamente con el piloto automático encendido. Seamos dueños de nuestro ser.
Un abrazo, Laura C.