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Los costos por estudiante en la UCR

Silvia Castro [email protected] | Lunes 29 junio, 2015


Los costos por estudiante en la UCR

Tiene razón el rector de la UCR cuando aclara que para determinar el costo que implica educar a sus alumnos, se requiere más que una simple división; se debe efectuar un estudio minucioso de costeo, que solo se puede realizar con información interna de las universidades estatales. Por esa razón, en 2010, la Contraloría General de la República solicitó información al Consejo Nacional de Rectores (CONARE) sobre los costos por estudiante en las universidades públicas.
En ese momento, el CONARE creó un equipo técnico para valorar la factibilidad de establecer una metodología común para el cálculo, pero por las diferencias en las estructuras de la información de cada universidad, acordaron que cada una desarrollara su metodología. Cinco años después, el CONARE sigue sin contar con un documento que recoja el trabajo en conjunto, aunque cuenta con una Oficina de Planificación de la Educación Superior cuya función debería ser, entre otras, fiscalizar el uso eficiente de los recursos invertidos por el Estado en la educación superior.
Hace pocos días, la UCR divulgó los resultados de un estudio de costos que realizó, pero como el análisis está incompleto, la Contraloría no podrá verificar las cifras ofrecidas. Para entender el panorama completo y sus partes, interesa conocer el destino y retornos a la inversión del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), de las rentas propias, los superávits por compromisos pendientes, los proyectos de inversión y los megaproyectos.
Un análisis de costeo bien elaborado debe reflejar el destino de todos los recursos que provienen de los fondos corrientes y del vínculo externo. Por ejemplo, el cobro que se efectúa a los alumnos por matrícula y otros gastos debería estar contemplado en el costo de su carrera universitaria, así como las erogaciones por adquisición de propiedades, construcción, remodelación y alquileres de terrenos, inmuebles, planta y laboratorios que se destinen a la enseñanza y a servicios estudiantiles. Además, deberían contemplarse los gastos por los servicios públicos relacionados con procesos docentes. La lista sigue. Un análisis integral no omite el costeo de las carreras de posgrado.
Además, el costo anual por estudiante debe multiplicarse por los años en que cursó una carrera, para obtener el costo total por estudiante. En el caso de la UCR, siendo cierta la estadística que publicó el Semanario Universidad en 2013, habría que multiplicar el costo anual de ¢3.385.450,3 por nueve años, tiempo que los alumnos de bachillerato tardan en graduarse. Es decir, el costo de una carrera de bachillerato en la Universidad de Costa Rica rondaría los ¢30.469.050, sin incluir todos los gastos faltantes. El asunto definitivamente amerita un análisis serio y sistemático.

Silvia Castro

Rectora de ULACIT
 

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