Alejandro Madrigal, presidente de la FEUCR

“Los aumentos presupuestarios se tienen que ver”

Estudiantes abogan por cambio en estructura salarial y sistema de admisión

La lucha por el presupuesto de la Universidad de Costa Rica (UCR), no se trata solo de que no haya una rebaja, sino de que el dinero se vea traducido en obras y una mayor oportunidad de ingreso a estudiantes de escasos recursos.
Con esa convicción, Alejandro Madrigal, presidente de la Federación de Estudiantes de la FEUCR conversó ayer con un equipo de LA REPÚBLICA, un día antes de la marcha que realizarán para evitar que los diputados recorten los fondos.

¿Se justifica un aumento de un 14% en el presupuesto en momentos de problemas fiscales?
Hay un acuerdo firmado, hubo una negociación con Casa Presidencial y el Poder Ejecutivo, el mismo Poder Ejecutivo no está planteando una necesidad de recorte. Si ustedes ven de dónde viene es de don Ottón Solís, al margen del Partido Acción Ciudadana, del PLN, algunos diputados del PUSC y del Movimiento Libertario.
La misma Constitución Política dicta que se debe cumplir con un 8% para educación y vamos rumbo a esa meta.

En términos reales la única forma de pagar esto es sacrificar la inversión en otras áreas, de algún lado debe salir el dinero. ¿Cómo se hace?
Hay gastos en cada ministerio que son superfluos, y el mismo gobierno hizo una propuesta de reducción del gasto que no toca educación. Realmente no percibimos una situación de régimen fiscal si no una situación personal con las universidades públicas, y particularmente la UCR, ¿qué otra explicación de una moción para que el recorte del 1% se hiciera solo a la UCR?

La situación fiscal no es halagadora, el presupuesto incluye un déficit de hasta un 6,7% del PIB, cada sector está luchando para su sector. ¿Qué recortar?
Ahí le toca al Ministerio de Hacienda defender la tesis de por qué no recortar en educación con partidas exactas de donde se puede reducir el gasto público para no tocar educación. Estoy seguro de que esto cambiará cuando el país no vea la educación como un gasto excesivo. Si se gasta menos en educación aumenta la desigualdad social.

La pregunta es: ¿es este el momento justo para un aumento tan grande?
Hubo décadas en las que el Estado invirtió menos. En los ochenta y noventa, la calidad se vino abajo junto con el presupuesto. Cuando se alcance el PIB podemos hablar de estabilidad, cuando se llegue a eso podemos hablar, había un compromiso de alcanzar el 1,5% en 2015, ahora se va a cumplir en el 2018.

¿Es peligroso el apoyo del presidente Solís como dijo un diputado?
Por haber pasado por la “U”, el señor Presidente reconoce la labor fundamental de la “U” pública en el desarrollo de un país. Se señala como peligroso, todo lo contrario, este gobierno sí ha dado señales de un respaldo al movimiento social.

¿Y no hay gastos superfluos en la universidad?
Por supuesto que debe haber algunos; sin embargo, por un análisis que ha hecho la misma Contraloría, la UCR entre las “U”, es la que tiene menos superávit. En muchas instituciones, hay mandos medios que acumulan salarios enormes.
Sí creemos que debe haber un cambio en la estructura salarial de la UCR, hay salarios de 4, 5 o 6 millones de colones cuando se llevan muchos años y no deberían darse, queremos salarios atractivos al inicio, pero que cuando lleven ya 25 años no sean demasiado grandes.

¿Cuánto paga un estudiante por semestre?
¢160 mil como máximo. Obviamente en estudiantes becados es mucho menos que eso.

En Estados Unidos hay gente que paga algo y aquí nadie paga nada. ¿Por qué?
Lo que se recauda por matrícula pueden ser ¢4 mil a ¢5 mil millones al año, eso dentro del presupuesto universitario no es la gran cosa y ni siquiera sirve para la mitad de las becas. En 2004 se quita el tope al sistema de becas, porque antes había becas para tantos estudiantes, y a partir de ese momento todo el que ocupa beca la recibe.
Ya la UCR no depende de cierta cantidad de estudiantes con poder adquisitivo, si no que los recursos vienen del Estado, creemos que si la educación pública primaria y secundaria es gratuita, la superior también debería serlo.
Estamos de acuerdo en que hay estudiantes que pueden pagar hasta ¢3 millones, pero a la UCR no le importa si el estudiante viene de Los Chiles o de un colegio privado, la idea es que cualquier estudiante ingrese.
El punto es que la UCR no se amarre a los que pueden pagar.

¿Y por qué no se financia con la venta de servicios?
Entonces la “U” va a depender de la cantidad de servicios que puede vender, son visiones de desarrollo económico distintas, tendría que actuar como una empresa.

En Colombia, hay estudiantes que pagan y otros que no, ¿por qué no aquí?
No quisiéramos ser un modelo así porque seríamos semiprivados, donde se le subvenciona a quien no puede y se le cobra al que sí. La “U” ya es suficientemente excluyente. En Colombia funciona así, pero en Argentina y Uruguay la “U” es pública y no hay ni proceso de admisión. En Chile la gente tiene que endeudarse para estudiar y más bien están viendo como retroceden.

Tienen un fideicomiso, un préstamo con el Banco Mundial y el mayor porcentaje del FEES. ¿Dónde se refleja esa inversión en el estudiante?
Son preguntas más para el señor rector. Nosotros también le hemos dicho: ¿dónde está ese crecimiento? Queremos ver ese crecimiento. Los aumentos presupuestarios se tienen que ver.

¿Cuánto cuesta al Estado cada estudiante que se gradúa de la UCR?
Unos ¢6 millones, no recuerdo si cada semestre o cada año.

¿Por qué tengo que pagar yo por el ingreso de los ricos a la universidad?
Para mí el asunto pasa por un tema tributario. Si una persona tiene un ingreso importante debería estar contribuyendo a través de los impuestos, yo parto de que si el sistema es progresivo puede haber inversión.

María Siu Lanzas
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