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Los perfiles cambiantes de los profesionales

Ennio Rodríguez [email protected] | Martes 21 marzo, 2017


Las nuevas tecnologías permiten mayor variedad en la enseñanza y, de este modo, mejores porcentajes de aprobación de los cursos en comparación con los métodos tradicionales

Los perfiles cambiantes de los profesionales

Observo, con detenimiento, los perfiles con los que se demanda a los profesionales en ciencias económicas en razón de mi Presidencia del colegio profesional respectivo y, encuentro un obvio y creciente peso de las llamadas habilidades blandas, en contraste con un menor peso relativo en el dominio de las habilidades duras. Mientras que las destrezas blandas hacen referencia a habilidades conductuales de carácter socioemocional, las duras se refieren al contenido propio de las disciplinas (contabilidad, administración, macroeconomía, etc.). Lo mismo está sucediendo en otras profesiones. Pero mi sorpresa es mayor cuando, en una conversación con empresarios, me indican la falta de habilidades blandas en todas las contrataciones que realizan (de noveno año, de duodécimo, estudiantes universitarios y graduados universitarios). En definitiva, no solo las universidades, sino todo el sistema educativo se ha desconectado de las necesidades del mercado laboral. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha señalado que no existe la necesaria conexión entre la educación formal y el ámbito laboral.

Entre las habilidades blandas se pueden mencionar, desde la capacidad para el pensamiento crítico y creativo, hasta una autoestima fuerte; pero también la capacidad para tomar decisiones, trabajar en grupo, valorar las diversidades, liderazgo, planificación del trabajo y fijación de objetivos, entre otros. Pero, les pregunté a los empresarios arriba mencionados: ¿Qué habilidades blandas esperan ustedes de muchachos de noveno año? Me respondieron, responsabilidad, cultura de calidad, disciplina, que no lleguen con evidencias de drogas en su sistema, en fin, una serie de comportamientos indispensables en sus empresas para que estas puedan tener éxito en mercados altamente competitivos y para que los recién contratados puedan pasar el periodo de prueba.

Si el sistema formal está fallando, ¿quién está dando la formación en habilidades blandas? En nuestro caso, el programa de actualización profesional Colegio de Ciencias Económicas está desbordado por la demanda de formación en habilidades blandas. El programa trabaja por demanda y esta nos indica una necesidad que va más allá de actualizaciones profesionales, la demanda requiere atender los deseos de formación de los colegiados en dichas habilidades. Las empresas y organizaciones, por su lado, también hacen lo suyo.

Como parte de mi responsabilidad en el Colegio, he visitado numerosas universidades públicas y privadas. En general, los rectores están conscientes de los cambios en los mercados laborales, pero en las escuelas y facultades, he encontrado desde una gran receptividad y esfuerzos de cambio importantes, hasta la consabida arrogancia de espaldas al mercado laboral, “nuestra responsabilidad son solo las disciplinas duras”. Pero, aun en los mejores casos, el cambio viene lento. Seguimos formando profesionales para los mercados laborales de hace 20 años, ¡cuando debiéramos estar formando para los próximos 20!

Cabe la pregunta sobre cómo se enseñan las habilidades blandas, ¿es un asunto de metodología pedagógica o de cambio curricular? La respuesta es que se requieren ambos. Ilustro con una anécdota. El Dr. Peter Dourmashkin, profesor de física de Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), uno de los creadores del Salón de Aprendizaje Activo Mediado con Tecnología, dictó una conferencia en Costa Rica, por invitación del SINAES, en noviembre recién pasado. El Dr. Dourmashkin comentó sobre las razones de la creación del mencionado Salón. En primer lugar, los jóvenes ya no leen. En segundo lugar, los métodos tradicionales de conferencias y lecturas dejan por fuera un porcentaje importante de estudiantes a quienes estos métodos no les facilitan el aprendizaje. Tercero, las nuevas tecnologías permiten mayor variedad en la enseñanza y, de este modo, mejores porcentajes de aprobación de los cursos en comparación con los métodos tradicionales. Así, por ejemplo, las leyes de la física mecánica de Newton se presentan por medio de videos animados en YouTube de siete minutos cada uno, para, al final presentar la ecuación. Los muchachos ven los videos en los jardines o donde les plazca, el número de veces que lo deseen. Atrás quedaron el pizarrón y la demostración matemática. Luego, en el Salón, los estudiantes realizan, en grupos, experimentos para asimilar los principios teóricos. Los asistentes son los mejores estudiantes del curso inmediatamente anterior (encontraron que son los que mejor se comunican) y, finalmente, los estudiantes deben presentar sus experimentos y resultados a la clase. El MIT está desarrollando Salones de Aprendizaje para todos los cursos de física. En definitiva, nuevos métodos pedagógicos, permitidos por las nuevas tecnologías, que incorporan, también, el aprendizaje de habilidades blandas. Y, ¿nosotros?

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