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FORO DE LECTORES


Liquidación de Sociedades Inactivas

Natalia Durán [email protected] | Martes 16 noviembre, 2021

Natalia

Natalia Durán

Gerente de Impuestos

Grant Thornton

A raíz de la inminente obligación de presentar declaración de sociedades inactivas, muchas personas se han dado a la tarea de tomar la decisión de eliminar muchas de estas figuras, al comprender que las razones históricas, económicas y hasta sentimentales ya no son tan relevantes.

Sin embargo, este proceso no implica la mera decisión de tomar un acuerdo para disolver o acortar el plazo social.

Es necesario determinar los activos de la compañía, sus pasivos, su status frente a las Administraciones públicas (entre ellas la DGT), entre otros puntos relevantes.

Y, en el centro de la problemática, la imperiosa necesidad de construir un respaldo documental y contable posiblemente inexistente, que permita justificar precisamente lo que se quiere liquidar: su origen, movimientos, destino, tratamiento, etc.

En los casos no muy favorables, encontraremos sociedades con un capital semilla muy antiguo, de suerte que el grueso de su contenido patrimonial son utilidades acumuladas por los rendimientos (intereses, alquileres, etc.).

Estos rubros, a la hora de la disolución y liquidación, serán dividendos afectos a una retención. Y si esos recursos ya han sido consumidos por los socios, podemos entrar en una contingencia real; a pesar de que, desde nuestra óptica, es legalmente cuestionable gravar dos veces una misma renta del capital, sujeta a un tributo único y definitivo.

Pero el problema puede atenuarse cuando el capital semilla se ha venido acrecentando con aportes; de suerte que se trata de entidades que más bien reciben más de lo que se les retira.

La devolución de esos aportes, debidamente justificados y registrados, no corresponden a rubros gravados. Sin embargo, una vez más nuestro sistema cambiario puede jugarnos una mala pasada, pues los aportantes probablemente hayan aportado dólares y esperan recibir esa misma moneda.

Y contablemente los aportes patrimoniales se mantienen al valor histórico, su devolución al tipo de cambio actual puede generar una ganancia que se tipifica como un dividendo. Como puede verse, el diablo está en los detalles... La moraleja es: por más personas físicas que seamos; por más sociedades inactivas... los registros contables básicos; los ejercicios de cuadrar los activos con pasivos y patrimonio son piedra angular de cualquier decisión que tomemos hoy en día, donde los impuestos, más que nunca, son tan ciertos como la muerte.






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