Las teorías del miedo y las redes de quinta generación
Juan Manuel Campos [email protected] | Jueves 28 mayo, 2020
Con los primeros despliegues de redes 5 G, se ha esparcido por el mundo una serie de cuestionamientos sobre los efectos en la salud de las ondas electromagnéticas, el debate si bien no es nuevo, en esta ocasión se ha unido el punto de origen de la actual pandemia en Wuhan China, para especular que la masificación de los contagios se debió a la instalación de antenas 5 G que provocaron un debilitamiento de los sistemas inmunológicos de los habitantes en esa ciudad, no faltó quién dijera también , que el virus se transportaba en las ondas radioeléctricas; otros más imaginativos culparon a los gobiernos de estar interesados en mantener en reserva estudios que probaban que la infección mundial que nos azota tiene como origen la tecnología de servicios móviles de quinta generación; pero lo cierto del caso, es que no existe un solo documento científico que compruebe los efectos perjudiciales que se han alegado.
QUÉ HA DICHO LA OMS SOBRE ESTE TEMA. La Organización Mundial de la Salud ha estudiado los posibles efectos en la salud tanto de los campos electromagnéticos como de las redes 5 G, en el primer caso, un estudio vigente del año 2006 señala con precisión lo siguiente “De todos los datos acumulados hasta el momento, ninguno ha demostrado que las señales de RF producidas por las estaciones de base tengan efectos adversos a corto o largo plazo en la salud. Dado que las redes inalámbricas suelen producir señales de RF más bajas que las estaciones de base, no cabe temer que la exposición a dichas redes sea perjudicial para la salud.…“ “Teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de investigaciones reunidos hasta el momento, no hay ninguna prueba científica convincente de que las débiles señales de RF procedentes de las estaciones de base y de las redes inalámbricas tengan efectos adversos en la salud.” y respecto a el posible efecto en la salud de las redes cinco G, la OMS ha indicado también, que después de muchas investigaciones realizadas, no se ha relacionado ningún efecto adverso en la salud ocasionado por las redes de quinta generación (https://www.who.int/news-room/q-a-detail/5g-mobile-networks-and-health)
EN QUÉ PUNTO ESTAMOS HOY EN DÍA? Hoy día estamos ante la certeza de que no existe un solo estudio que muestre ningún tipo de daño, es claro también que el debate está abierto, pero mientras no llegue la evidencia científica prefiero coincidir con Enrique Dans, célebre investigador español que dice que “ En tiempos de incertidumbre, muchos buscan explicaciones para tratar de calmar su inquietud con argumentos que, en plena normalidad, resultarían tan ridículos que no valdría la pena ni mencionarlos. Conviene tener cuidado con esas cosas: si simplemente se dejan correr pensando que nadie les hace caso, podemos terminar encontrándonos con fenómenos virales que hacen que ardan infraestructuras, que se dificulten fenómenos de adopción de tecnologías, o que se refuercen mitos que son simplemente absurdos.”