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Las maletas de los Celsos y Carlos Alvarado

Natiuska Traña [email protected] | Jueves 12 abril, 2018


Las maletas de los Celsos y Carlos Alvarado

Hoy el café tiene caramelo y chantillí, porque de vez en cuando se puede pecar, ¿o no? Volviendo al tema de las maletas, no me refiero a la de Celso Gamboa, que le revisó la Corte Plena en su último viaje a Panamá, pero sí me refiero a la de otro Celso, Celso Borges que causó revuelo en el mundial de 2014. ¡Y es que ese mundial, solo nos dejó buenos recuerdos!

El Instituto Nacional de la Mujeres (INAMU) promovió la iniciativa en contra del acoso sexual en los espacios públicos, por la violencia que sufren muchas mujeres en su transitar por las calles y en general en cualquier área pública. Conforme al Segundo Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres, realizado por el mismo INAMU, ocho de cada diez mujeres han tenido que escuchar “piropos” y seis de cada diez han escuchado comentarios por la manera de vestir. Entiendo que los índices de acoso a mujeres son más elevados pero igualmente estamos cayendo en acoso masculino cuando a Celso Borges le apodan “La Maleta” o como recientemente circularon memes de una foto del presidente electo, por lo que su entrepierna dejaba asomar.

Estamos excusando estas conductas y tomándolas como tema de chota, cuando se trata de hombres los que son acosados. La sociedad sigue siendo tan increíblemente machista que los hombres se niegan a ser víctimas; por lo que cualquiera puede venir a escribir y emitir comentarios violentos, pasados de tono, sexualmente explícitos e irrespetar el espacio privado de una persona, justificando en este caso la violencia de género y acoso contra los hombres.

Ustedes se han preguntado desde el otro lado de la moneda, ¿qué pasa si el acoso sexual lo sufre un hombre, es acoso o no? ¿La mujer es libre de hacer lo que quiera cuando se trata de piropos masculinos?

No podemos hacernos de la vista estrecha si queremos una sociedad equitativa y escoger en qué temas nos permitimos como mujeres hacer lo que nos dé la gana, porque sufrimos un mayor índice de acoso en comparación a los hombres y compartir memes o hacer comentarios pasados sobre un hombre, debe considerarse un piropo sutil. ¡No, señoras! La cosa no es así. Estamos fomentando la cultura machista donde irrespetar a un hombre por las dimensiones de su pene, debe ser causa de agrado para él y debe sentirse muy “hombrecito” al ser tratado de esa manera. Dios guarde salga diciendo que lo cataloga como acoso, porque el patriarcado sacará un megáfono para decirle otro tipo de improperios que me dan vergüenza, para evitar que se denuncien estos casos.

Es importante que cambiemos estos esquemas que tienen marcada la cancha de nuestra sociedad, por un lado quiere dominar el feminismo y justifica muchas conductas de machismo. No se trata de generar la guerra de los sexos, sino de que se hagan valer los derechos de las personas por igual; asegurando que tanto hombres como mujeres tengan una vida digna y que no se inculque el miedo sino el respeto como principal instrumento de progreso. La lucha por la igualdad de derechos nos compete a todos.

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