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Lágrimas, impotencia y alegría

Luis Fernado Rojas [email protected] | Jueves 17 octubre, 2013


IMPOTENCIA. Javier Hernández busca explicaciones, en medio del caos y la confusión azteca. Johan Ordoñez-AFP/La República


Lágrimas, impotencia y alegría

Lamento azteca, llanto panameño y fiesta en Honduras, en el resumen de la Concacaf

A diferencia de hace cuatro años, cuando un día como ayer los ticos amanecieron amargados por el gol de último minuto de Estados Unidos, que les arrebató el boleto y se lo dio a Honduras para Sudáfrica 2010, ayer sí se aplicó aquello de que Costa Rica fue el país más feliz del mundo.

CELEBRACIÓN. Aficionados catrachos festejan la segunda clasificación consecutiva de Honduras a un mundial. Orlando Sierra-AFP/La República

Pero mientras en nuestra tierra se derrochaban sonrisas, en otras latitudes fue diferente.
En México, el principal sentimiento fue de disgusto, porque el llamado Tri nunca respondió, y su prensa catalogó lo sucedido en el Estadio Nacional como uno de los peores episodios de la historia del fútbol azteca.
“Fue de terror lo que la selección nacional vivió en San José, el partido que siempre se recordará como el peor, como una de las noches más tristes pero que Estados Unidos se encargó de alegrar”, reconoció el diario Récord, mientras que los periódicos aztecas desahogaron su enojo en titulares como “Thank You”, “Gracias Tío Sam”, “We love you (los queremos), ‘amigous’” y “God bless America” (Dios bendiga a Estados Unidos).
Otros señalaron a los culpables: “Lo de anoche solo fue el colofón de la mediocridad, de la arrogancia, la falta de capacidad de una generación de futbolistas que siempre les hicieron pensar que valían más de lo que en realidad son”, subrayó Récord.
Por el contrario, en Honduras el sentimiento fue de euforia colectiva y un seguir de la fiesta que iniciaron desde el viernes pasado, tras la victoria de 1 a 0, ante Costa Rica y que se vivía ayer, todavía, tras que el gobierno declarara el día de asueto.
Tras el empate con Jamaica, aparecieron caravanas de vehículos en las calles de las principales ciudades, y unos 4 mil aficionados se movilizaron al aeropuerto para esperar a los jugadores.

LLANTO. Un jugador panameño se lamenta de la derrota y eliminación, entre los futbolistas estadounidenses que abandonan el campo. Rodrigo Arangua-AFP/La República

Mientras el diario “El Heraldo” ya anunciaba un fogueo ante Brasil, ahora en noviembre, la televisión mostraba la fiesta en todo el país por la clasificación y se señaló al entrenador Luis Suárez como el más exitoso que ha llegado a Honduras y el más querido.
Por último, en Panamá predominó el llanto, la incredulidad y frustración de haber tenido en las manos la opción de repechaje y haberla dejado ir, al igual que el viernes pasado se les había escapado por pocos minutos la victoria ante México.
Panamá vivió “una pesadilla” en una “noche de terror”, dijo el diario La Prensa, destacando que “nunca antes se había pasado de la alegría a la desilusión en tan poco tiempo y en partidos consecutivos”.
“Fueron seis minutos de delirio y fiesta en el Rommel que acabaron en un silencio sepulcral, lleno de dolor y desilusión”, amplió dicho medio.
“Nos duele el corazón”, dijo por su parte el Panamá América, mientras la Estrella de Panamá señaló que la eliminación “implica el final de una era” y destacó que en tres minutos “Estados Unidos acabó con la ilusión de todo un pueblo”.

Luis Rojas
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