Costa Rica está muy necesitada de hacer un cambio en la cultura del pago de impuestos porque la evasión ¬—que nos afecta no solo a nosotros sino a muchos otros países en el mundo— perpetúa el subdesarrollo o desmejora la condición de un país tanto como lo hace el despilfarro del dinero público por parte de las administraciones

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La evasión en la mira

Pudiera ocurrir que algunas empresas no hayan tomado en serio la decisión de este gobierno de luchar contra la evasión fiscal.
Quizás porque este mal, que golpea fuertemente al fisco y a los empresarios honestos, lleva tanto tiempo sin ser combatido con resultados que puedan medirse, que se ha enraizado ya casi como una costumbre en el país por parte de algunas empresas.
Sin embargo, vemos indicios que podrían estar anunciando una actitud decidida de la actual administración a cambiar esta cultura.
El representante legal de una empresa fue condenado a ocho meses de prisión por no presentar documentación e información contable sustancial que amparara sus operaciones de comercio exterior ante la Dirección General de Aduanas, dice una nota de este medio ayer.
Si esto resultara ser apenas como “una golondrina que no hace verano”, todo seguiría más o menos igual en Costa Rica.
En cambio, si este hecho es el inicio de una adecuada gestión para combatir la evasión fiscal y el contrabando, podría librar a los empresarios que sí actúan dentro de la ley de una competencia desleal que vienen soportando.
Por otra parte, significaría una real posibilidad de disminuir el déficit fiscal, más allá de si se aprueban o no nuevos impuestos.
De todos modos, establecer nuevas cargas impositivas si no se hace nada por combatir la evasión no resultará en un beneficio real así como tampoco lo sería si decrece nuestra economía.
Costa Rica está muy necesitada, como nación, de hacer un cambio en la cultura relacionada con el pago de impuestos porque la evasión —que nos afecta no solo a nosotros sino a muchos otros países en el mundo— perpetúa el subdesarrollo o desmejora la condición de un país tanto como lo hace el despilfarro del dinero público por parte de las administraciones.
Lo que haya en las arcas del gobierno y del Estado debe ser celosamente cuidado y muy bien utilizado. Cada ciudadano debe actuar como fiscalizador de esa práctica.
Necesitamos mejores servicios y eso debe ser tanto exigido como pagado.
No obstante, vemos hoy que una empresa, ante la negativa para suministrar la información requerida por el Ministerio de Hacienda, provocó una denuncia de Aduanas ante el Ministerio Público que al final concluyó en una condena.
Los medios de comunicación informan en los últimos tiempos acerca de destacadas figuras internacionalmente conocidas, del mundo de la política y del espectáculo incluso, que están indiciadas o han sido condenadas por evadir impuestos.
Costa Rica puede evitar esta exposición negativa hacia el mundo si se produce una toma de conciencia para un cambio de cultura entre quienes actúan incumpliendo la ley.