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La Bohéme

Claudia Barrionuevo [email protected] | Lunes 18 julio, 2016


La Bohéme


Cuando algún autor logra contar una buena historia (pongamos de ejemplo al maestro de todas las pasiones humanas: Shakespeare), muchos quieren repetirla, ya sea textualmente (ningún dramaturgo ha sido tan representado en los teatros del mundo) o reelaborarla en múltiples adaptaciones o versiones (las obras del bardo inglés han sido fuente de inspiración para el cine y la ópera).
Don William escribió mucho y pudo disfrutar de su fama y réditos. Si sus herederos aún cobraran por los derechos de autor estarían en la lista Forbes de los más ricos del planeta. Pero setenta años después de la muerte de un creador se acaban los dividendos.
Henri Murger escribió poco, apenas si disfrutó de su fama, murió igual de pobre que nació y vivió, y no tuvo herederos. Sin embargo la trama de su novela por entregas, “Escenas de la vida Bohemia”, publicada en el periódico “Le Corsaire” entre 1847 y 1849, sigue presente. ¡Y tanto!
El escritor francés, nacido en 1822, hizo lo que todo relator debería hacer: contar su propia historia. Su biografía ficcionada y ampliada (todos los personajes están inspirados en sus amigos, amigas y amores) tuvo más éxito aún, entre el público de la época, cuando fue convertida en texto teatral, en colaboración con Théodore Barriére, y estrenada en el teatro de Varietés en 1848.
La ópera, que tanto se ha nutrido de tramas externas, lo hizo de nuevo con “La Bohéme” y, curiosamente, por partida doble. Dos grandes compositores italianos de la segunda mitad del siglo XIX se inspiraron en la novela de Murger para escribir sus óperas homónimas: Giacomo Puccini y Ruggero Leoncavallo.
Ninguno de los dos se basó en la obra teatral porque, aunque Murger estaba muerto y no tenía herederos, los descendientes de Barriére hubieran peleado los derechos.
La versión de Puccini, estrenada en 1896, superó considerablemente, a la de su colega Leoncavallo: “La Bohéme” del primero es la ópera más representada en el mundo año tras año. Sin embargo, fue Leoncavallo el primero en descubrir las cualidades dramáticas del texto original. Así es la vida artística, qué le vamos a hacer.
Las anécdotas de los bohemios de Murger también inspiraron una opereta en Hungría, una Zarzuela en España y el musical de Broadway “Rent”. El director de cine finlandés, Aki Kurasmaki, también se basó en la novela para realizar su versión que, bajo el título original de la novela, se estrenó en 1992.
Seguro que el pobre escritor francés no imaginó que sus personajes iban a recorrer tan largo camino, tanto que llegaron hasta Costa Rica. Los cuatro amigos de la buhardilla del Barrio Latino, Rodolfo, Marcelo, Colline y Schaunard, junto con la dulce Mimí y la atrevida Musetta, estarán en el escenario del Teatro Nacional a partir del 22 de julio, en la nueva puesta en escena de la Compañía Lírica Nacional: “La Bohéme” de Puccini.
No me cabe la menor duda de que usted la disfrutará igual que lo estoy haciendo yo. La próxima semana le cuento más.

Claudia Barrionuevo
[email protected]

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