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La verdad detrás del plástico: Luis Diego Marín

Redacción La República [email protected] | Jueves 12 agosto, 2021 02:30 p. m.


Shutterstock/La República.
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Luis Diego Marín Schumacher

Coordinador regional

Preserve Planet

Si cuando Wolfgang Amadeus Mozart se encontraba componiendo la sinfonía # 40 en el año 1788 hubiese tomado algún refresco en una botella plástica, este desecho permanecería en la actualidad, al igual que su magistral obra

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Según datos del Container Recycling Institute, solo en el año 2011 se produjeron 435 billones de botellas PET para bebidas embotelladas, de las cuales solo se reciclo el 23%.

Solo en 2010 se consumieron 250 billones de litros de agua embotellada (no incluye sodas), siendo Estados Unidos el mayor consumidor (50 billones).

Cada año se gastan 100 millones de barriles de petróleo en todo el planeta solo para producir botellas plásticas.

El mito del reciclaje del plástico.

El servicio de recolección de plásticos fomenta la creencia de que, como el aluminio y el vidrio, estos se convertirán en nuevos objetos similares. De una botella de vidrio podemos hacer otra botella de vidrio de la misma calidad, de manera económica.

Sin embargo, esto no ocurre con el plástico. Lo mejor que podemos esperar de los plásticos que se recogen es que sean convertidos en otros productos de menor calidad como bolsas, felpudos, textiles etc, los cuales llegarán en algún momento al vertedero en el mejor de los casos, pero la cruda realidad es que se terminarán contaminando ríos, playas, océanos, etc.

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Esto no reduce la necesidad de fabricar más plástico virgen para crear nuevos productos de un solo uso, tales como botellas. Esto NO es reciclaje, sino retrociclaje. Pero ni siquiera esto sucede: la mayoría de los plásticos que se recuperan son arrojados directamente a los vertederos o se exportan a los países como China o la India.

¿Qué tan eficaz es el sistema de recuperación de plásticos, incluso si estos no son realmente reciclados? En los Estados Unidos por ejemplo, el 93% de los plásticos no se recuperan (no son arrojados en contenedores de "reciclaje"). Es decir, que el 93% va directamente a los vertederos. En el caso de las botellas de PET que tienen un depósito (un valor en efectivo) las cifras son un poco mejores, pero también pésimas: el 62% no se recuperan. (Datos de la EPA 2008)

¿Qué dimensión tiene el problema de los plásticos de usar y tirar?

Utilicemos dos visualizaciones para entender la magnitud del problema. En primer lugar, visualicemos 8 campos de fútbol cubiertos completamente con botellas de plástico: esto sería el equivalente al número de botellas de plástico para bebidas desechadas en los EE.UU. cada cinco minutos.

Ahora imagine una fila de botellas de plástico que da la vuelta al mundo cinco veces. Esto sería equivalente a la cantidad de botellas de plástico desechadas cada semana en los EE.UU, sólo para agua (!) Ahora imagine la magnitud de todos los tipos de plásticos de usar y tirar, y de todos los países del mundo (Los Estados Unidos cuentan sólo con el 5% de la población mundial).

No hay forma de recuperar esta cantidad monstruosa de residuos plásticos, y mucho menos de "reciclarla", como se explica más arriba. Necesitamos detener de inmediato este crecimiento exponencial de desechos de plástico no reciclables, no biodegradables y tóxicos.

La mayoría de los países del mundo están luchando para construir infraestructuras básicas como escuelas y hospitales. En estos lugares los sistemas avanzados de gestión de residuos están fuera de su alcance. Como resultado, la mayoría de las naciones en vías de desarrollo de Asia, América Latina y África, están ahogándose literalmente en los residuos de plástico.

Creemos que las empresas, y no los consumidores o los contribuyentes, deben asumir la responsabilidad primordial de la vida final de sus productos. La responsabilidad y la transparencia del productor deben ser aplicadas siempre en el momento de fabricar y eliminar los plásticos.

Es esencial comprender que la contaminación por plástico no se resolverá mediante el fomento de "reciclaje". La contaminación del plástico es el resultado de una cultura de usar y tirar. Perpetuar el mito de reciclaje de plástico crea una cortina de humo que retrasa la adopción de soluciones eficaces y sostenibles, tales como la responsabilidad del productor y la eliminación de plásticos de un solo uso.

Los envases plásticos están dañando la salud de las personas.

Los productos químicos nocivos segregados por los plásticos, incluidos peligrosos disruptores endocrinos, ya están presentes en el torrente sanguíneo y en los tejidos de casi todos nosotros, incluidos los niños recién nacidos. El Bisfenol A es un disruptor hormonal que tiene un efecto similar a los estrógenos femeninos, interfiriendo en el funcionamiento hormonal. Hay estudios que demuestran que la exposición antes del nacimiento y a edades tempranas provoca cambios en las glándulas mamarias que predisponen a las mujeres a desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida. Niveles altos de esta sustancia se relacionan además con cáncer testicular, disminución del recuento espermático, abortos, una tendencia a adelantar la fecha de la pubertad, obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiacas y trastornos de atención con hiperactividad.

El Bisfenol A, esta presente en todos los envases PET. En los países de la Comunidad Europea, según disposiciones legales, se prohibirán los envases PET a partir del año 2014 y en toda Europa, así como en California, Estados Unidos, desde el 2011 fue prohibida la venta de biberones de plástico. Recientemente esta medida también fue adoptada en Argentina.

Los océanos del mundo se ven muy afectados por causa del plástico.

Los millones de toneladas de plásticos que están presentes en el ambiente oceánico se van fragmentando en trozos cada vez más pequeños, los cuales están dispersos por toda la columna de agua y se encuentran, en diferentes densidades, en todos los océanos del mundo. No existen islas visibles de la basura, sino que nos enfrentamos a una sopa de plástico planetaria. La limpieza de los océanos no es viable, ni técnica ni económicamente. Incluso si todos los barcos del mundo se pusieron a la tarea de alguna manera, la limpieza no sólo eliminaría los plásticos, sino también el plancton, que es la base de la cadena alimentaria, así como el responsable de la captura de la mitad del CO2 de la atmósfera y de generar la mitad del oxígeno que necesitamos para respirar.

Pero aunque todos estos problemas fueran resueltos de alguna manera, la cantidad de plástico que podríamos capturar, con un costo inmenso, sería una gota en el océano en comparación con la cantidad nuevo plástico que desemboca en el océano cada día. Esto sería como "tratar de achicar el agua de una bañera con el grifo corriendo. Primero tenemos que cerrar el grifo".

Los Bioplásticos no son una solución

Los bioplásticos son plásticos elaborados a partir de plantas. Pueden ser biodegradables o no y pueden ser tóxicos o no.

El plástico se elabora mediante un complejo proceso químico llamado polimerización. Los elementos básicos de este proceso son átomos de carbono e hidrógeno. Estos pueden ser obtenidos a partir de petróleo, gas o materiales vegetales. Sin embargo, el uso de materiales vegetales como fuente no implica que el polímero resultante será mejor. Se podría hacer plástico no biodegradable y tóxico a partir de maíz ecológico.

La fabricación de plásticos es muy intensiva en aditivos químicos, y las fórmulas de la industria no son transparentes. Algunos bioplásticos (no todos), son biodegradables y / o compostables. En la actualidad, no hay estándares independientes para definir lo que significa "plástico biodegradable", y algunos plásticos que dicen ser "biodegradables" o "compostables" pueden tardar muchos años en descomponerse o requerir instalaciones especiales de compostaje de alta temperatura (que son poco frecuentes). Algunos de estos "plásticos biodegradables" se descomponen muy lentamente en condiciones normales, y más lentamente todavía en el mar. Los plásticos biodegradables también requieren el uso de aditivos plastificantes, los cuales pueden ser tóxicos y perjudiciales para el medio ambiente y para la salud humana.

Todas estas cuestiones son extremadamente importantes y deben ser estudiadas y reguladas. Hasta que esto no suceda, seguirá siendo difícil de entender lo que realmente significa que un plástico sea biodegradable.

Si se diseñan adecuadamente, los plásticos biodegradables tienen un gran potencial para convertirse en una alternativa preferible a los plásticos convencionales. Esta es una transición que nuestra organización apoya. Sin embargo, a pesar de que los bioplásticos están hechos a partir de recursos renovables, como el maíz, es importante recordar que para obtener estos recursos necesitamos agua, tierra y energía, junto con aditivos químicos plastificantes. Además, la producción de bioplásticos compite con la producción de alimentos, incrementa el uso de agua, a menudo requiere el uso de pesticidas y fertilizantes y también organismos genéticamente modificados.

Otra preocupación es que los plásticos biodegradables pueden contaminar y arruinar el retrociclaje de plástico normal, si son desechados en el mismo contenedor.

Los bioplásticos por sí solos no pueden ser una solución sostenible. Somos 7.000 millones de personas en el planeta, una cultura de usar y tirar adicta a los plásticos desechables seguirá dañando el ambiente ya sean hechos a partir de petróleo o de plantas.

Soluciones ante está grave problemática.

Organizaciones ambientalistas como Preserve Planet y La Coalición Contra la Contaminación por Plásticos recomiendan cortar la contaminación por plástico de raíz, antes de que se produzca.

Creemos que se deben cambiar los hábitos de consumo sustituyendo las bolsas plásticas por bolsas de tela reutilizables y las botellas plásticas por botellas de vidrio retornable.

La mayoría de la población no sabe que una botella de vidrio se puede usar entre 40 y 70 veces antes de ser reciclada, mientras que una de plástico solamente podrá ser usada una vez. Además, recordemos que el vidrio tiene una menor huella ecológica ya que si es 100% reciclable.

Así que la próxima vez que consuma una bolsa o botella plástica, recuerde las serias consecuencias ambientales que tiene y que existen soluciones y alternativas.

¿Nos ayuda a implementar soluciones? Apliquemos el Poder de Uno.


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