Mañana se celebra el Día Internacional de la Biodiversidad
“La oportunidad para enseñar sobre biodiversidad en Costa Rica no tiene precio”
Jeff Norris es un estadounidense con 27 años de ser docente en el país y al que ha dado a conocer a cientos de estudiantes extranjeros del mundo
Karla Barquero [email protected] | Viernes 21 mayo, 2021
Este sábado se celebra el Día Internacional de la Biodiversidad y LA REPÚBLICA aprovechó para entrevistar a Jeff Norris, un biólogo estadounidense con 27 años de ser docente en el país y quien actualmente enseña en United World College Costa Rica, ubicado en Santa Ana.
Norris es una especie de embajador del país, pues con su metodología de enseñanza expone a cientos de adolescentes extranjeros y a turistas de todo el mundo sobre la biodiversidad que ofrece Costa Rica.
¿Cuándo empezó a enseñar en Costa Rica?
Me gradué en mayo de 1994 y en agosto de ese año ya tenía mi primer puesto acá enseñando en Costa Rica.
¿Por qué Costa Rica?
Tenía un curso en la universidad que se llamaba Ecología Tropical y Biología de Islas y en 1993 tuvimos un laboratorio que consistía en un viaje a Galápagos, Ecuador y Costa Rica. Siempre he sido apasionado y amante de la naturaleza y ese viaje de 21 días despertó en mí la necesidad de aplicar en el último año de universidad en escuelas internacionales, preparé carpetas enteras de mis cartas de recomendaciones, envié mi currículum a 17 escuelas alrededor de seis países y por dicha la única oferta fue de Costa Rica Academy, en 1994. Eso me abrió la puerta para venir acá y cumplir mis metas personales y profesionales: aprender todo lo que pueda de la naturaleza y enseñar.
¿Cómo es enseñar biología en un país como Costa Rica?
Es un país hiperdiverso en tan poco espacio. Por ejemplo, recuerdo un día salir a Dominical y pude “pajarear” en manglares en la playa, luego pasando por San Isidro de El General a San José hice paradas en el bosque lluvioso y el bosque premontano, pasé a estar a nivel de mar hasta puntos más altos, todo en un solo día y el lunes ya les compartía a mis alumnos la experiencia.
Aquí hay muchas facilidades, incluso en la misma casa se aprecian especies de aves, flores, maleza, hay una gran diversidad de bichos, tipos de polillas, con solo ver las luces de la casa. Hay mucho por aprender y experimentar.
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¿Cómo es su metodología de enseñanza que lo ha convertido en una especie de embajador de Costa Rica al exponerlo a cientos de adolescentes de todo el mundo?
Mi forma de enseñar no se trata de lo que sé o de mi currículum, sino de que mis estudiantes cosechen sus propias experiencias.
En el aula durante mis lecciones se estudia la naturaleza en la naturaleza, es una actividad individual en donde dejan los teléfonos dentro del aula y la computadora, aprovechamos que nuestro campus es grande para que pasen en la naturaleza 20 minutos o una hora. Es una actividad de mindfulness, en donde recuerdan que son seres humanos parte de la naturaleza, les permito que tengan sus propias experiencias y ellos después traen al aula preguntas sobre lo que observaron porque despertó su curiosidad.
Hay un poema de William Wordsworth, “The Tables Turned” que sirve como mi mantra personal y en el que dice “deja que la naturaleza sea su profesor”.
¿En todo este tiempo, ha realizado o participado en alguna investigación?
La mayoría de mi esfuerzo en el país ha sido en la enseñanza. En 2004 dejé de enseñar por 7 años mientras hacía mi doctorado enfocado en el desarrollo urbano en Costa Rica y el impacto directo e indirecto en las comunidades de aves.
¿Y actualmente?
Estoy desarrollando programas de ciencia ciudadana, biodiversidad y paz. Invitamos a estudiantes y turistas a documentar experiencias gracias a un convenio o colaboración con el Bosque Eterno de los Niños en Monteverde y con apps de teléfonos.