La exorbitante deuda del ICE descarriló el tren de la descarbonización
Ricardo Trujillo [email protected] | Viernes 01 abril, 2022
Máster Ricardo Trujillo Molina
La titánica tarea que implica la descarbonización
Todos los países del mundo queremos salvar al planeta ante el peligro que el cambio climático representa para la biosfera y para la raza humana. Sin embargo, aquí en Costa Rica no será por medio de directrices, decretos, moratorias o prohibiciones de carácter legal como lo lograremos. Será con generación eléctrica de bajo costo utilizando recursos renovables no contaminantes para sustituir a los combustibles derivados del petróleo. Y el costo de esa transición energética no ha sido todavía calculada para Costa Rica, ni por el BID ni por el ente actual a cargo del proyecto de la descarbonización. Sin lugar a duda será un proceso que implica la importación con divisas fuertes, es decir dólares, euros, yenes o yuanes, para importar 2 millones de automotores eléctricos en los próximos 30 años, y para importar plantas solares fotovoltaicas para generar la electricidad de bajo costo que requerirán dichos automóviles. Mi estimación es del orden de un PIB, algo así como US$ 60 mil millones de dólares, pero no ese detalle pormenorizado de la estimación monetaria el propósito de este artículo. El tema lo tocaremos más adelante, y lo compararemos con las ganancias que el BID estima en su estudio por US $ 41 mil millones de dólares.
Por supuesto que desearíamos que ese proceso fuese de inmediato como lo exige la activista Greta Thumberg. Ni los miles de plantas eléctricas en base a carbón y bunker en todo el mundo podrán ser sustituidas por gas natural u otro recurso en corto plazo, ni la flota automotora mundial podrá ser reemplazada por vehículos con motores eléctricos en menos de 25 o 30 años plazo. Pero ese fue el tren compromiso en el que se subieron muchos países del mundo a través del acuerdo de Paris del cual también somos signatarios. Fue precisamente ese el objetivo estratégico implícito en el plan nacional de descarbonización a partir del 8 de mayo del 2018. Y como somos un país importador del 100% de los derivados del petróleo, la descarbonización sería el equivalente a conquistar nuestra independencia energética para el 2050, asumiendo a priori que la generación eléctrica actual cuyo porcentaje es del 25% de la matriz energética nacional es totalmente un proceso económico de carácter nacional y no importado.
GENERACION DE ENERGIA ELECTRICA VERDE Y RENOVABLE pero importada
Todos hemos sido informados por el ICE que la generación de electricidad nacional ha llegado a alcanzar el 99.98% con el uso de recursos renovables, es decir, ha prescindido del uso de los derivados del petróleo, lo cual la convierte en una generación de energía verde y renovable.
Lo que no ha sido propagandizado por el ICE de manera intensiva es que la deuda que ha contraído para generar esa energía verde ya acumula los 3.5 billones de colones y que para pagarla a corto plazo es necesario incrementar tarifas o lograr una adecuación de largo plazo de pago para no verse obligados a incrementar tarifas. Para salir de esa exorbitante deuda en los próximos 10 años, el ICE tendría que abonar al capital adeudado 350,000 millones por año, más los intereses sobre el saldo, algo así como abonos anuales de 375,000 millones.
La generación de energía del ICE es el 70% de los 11 Tera vatios hora que se generan anualmente por la totalidad de las empresas de generación, es decir 7,700,000,000 kilovatios hora. Para pagar 375 mil millones de colones anuales como abono a la deuda del ICE, se requiere una tarifa mínima aplicable al proceso de generación de 48,70 colones por kilovatio hora. Actualmente la tarifa fijada por la Aresep para la venta a las empresas distribuidoras es del orden de los 60 colones por Kilovatio hora.
De los datos anteriores podemos concluir que el 81% (48,70 / 60) de la energía generada por el ICE durante los próximos 10 años, será prácticamente ENERGIA IMPORTADA, ya que el instituto está en la obligación de continuarle pagando a los a bancos extranjeros acreedores de su deuda, el 81% de lo que percibe por la venta de esa energía generada en sus plantas. En este cálculo no se ha incluido la energía generada por empresas privadas ni por las cooperativas o empresas municipales que producen el restante 30% de la energía eléctrica total del país, la cual si podría considerarse como energía NO IMPORTADAS, siempre y cuando esas empresas generadoras diferentes al ICE no tengan deudas con la banca extranjera.
RETROCESO EN LA RUTA HACIA LA DESCARBONIZACION
Volviendo al propósito fundamental y estratégico de la descarbonización, el cual siempre fue el de reducir la importación gradual de los derivados del petróleo por los próximos 30 años y sustituir su contenido energético por electricidad, estamos ahora ante la evidencia que nos describe don Roberto Dobles en su articulo semanal de este rotativo bajo el título de “el nefasto impacto del POPULISMO ENERGETICO” , en la cual el plan de descarbonización en vez de avanzar un ápice, más bien retrocedió por el incremento en el uso y en el precio de los combustibles fósiles, y por la disminución de la generación eléctrica con recursos renovables no tradicionales.
Cuatro informaciones recientes corroboran esta conclusión:
1ro) RECOPE publica que la venta directa al usuario de los combustibles para la flota vehicular durante enero y febrero del 2022 fue de casi US$ 500 millones de dólares, lo cual puede extrapolarse para un total anual a finales del 2022 que será de US$ 3,000 millones, el doble de los que se vendió el 2021.
3ro) Que el reporte financiero del ICE divulgado en febrero pasado indica que el ultimo abono anual a la deuda fue de 400 millones de dólares, o su equivalente a 240 mil millones de colones, monto inferior a los 375 mil millones anuales que se deberían pagar para salir de deuda en 10 años plazo. A ese paso, el pago de la deuda llevara 15 años mínimos
4º) Que el reporte de operación del SEN de reciente difusión pronostica el crecimiento de la demanda eléctrica para este 2022 en menos del 0,4% con respecto al 2021. Es decir, que el ICE no está todavía contemplando o estimando el incremento de la demanda eléctrica que implica la sustitución de las gasolinas por electricidad.
Que fue lo que le afecto al plan nacional de descarbonización ¿??
En sus días iniciales, el presidente Alvarado le confió la dirección del plan a la Ing. Irene Canas del ICE tal y como ella misma lo manifestó a los medios a mediados de mayo del 2018. Con el paso de los días, la dirección fue asumida por el MINAE directamente ya que era la entidad con mayor rango de decisión en esa materia. Sin embargo, al no estimarse ni siquiera aproximadamente cuanta energía eléctrica extra seria requerida anualmente para sustituir por lo menos un millón de barriles de derivados de petróleo importados, el grupo de entes que constituyeron el comité del plan, cada uno de ellos se auto propuso metas que a su consideración eran factibles para el cuatrienio presidencial. En el caso del ICE no se propusieron un sustancial incremento en la producción de energía eléctrica, sino que únicamente la instalación de medidores eléctricos para abonados y electrolineras para recarga de baterías vehiculares. El ICE se vio inmovilizado a contribuir con un sustancial incremento de su generación eléctrica ante el enorme peso financiero que le estaba ocasionando su deuda. Su estrategia 4,0 para enfrentar el pago de la deuda no ha contemplado durante el cuatrienio nuevas inversiones en la generación de energía de bajo costo como es la solar fotovoltaica, por el temor a incrementar el monto de la deuda mientras se le estaba obligando políticamente a reducir sus tarifas. El ICE tuvo que resignarse de mala gana y en casi parcial desacuerdo ante el avance legislativo del proyecto de ley de la generación distribuida # 10086 ya que este se perfilo como el mecanismo idóneo, pero de capital privado, para enfrentar el crecimiento vegetativo de la demanda en este cuatrienio. A esta fecha el resultado de la entrada en vigor de la nueva ley ha sido en beneficio del despacho de carga bajo la atribución del ICE en un aplanamiento de la curva de demanda a las horas del mediodía, un crecimiento del pico de las 6 de tarde y una elevación del piso de la generación a horas de la madrugada.
Pero la inmovilidad del ICE para incrementar la generación eléctrica disponible para la recarga de baterías vehiculares no ha sido el único obstáculo para avanzar en el proceso de descarbonización. También han intervenido otros factores, como lo han sido la negativa hacendaria para ver reducidos sus ingresos provenientes del impuesto a los hidrocarburos y la exoneración a todo tipo de impuestos para autos híbridos y eléctricos, y la poca disponibilidad de crédito de bajo costo para la importación y venta de autos eléctricos.
El anterior contexto acaecido durante la pandemia se ha visto agravado por el encarecimiento del petróleo y derivados a nivel mundial. Ahora las cosas se han puesto más críticas. Ante la falta de construcción de plantas solares durante los últimos 3 años, el ICE vuelve de nuevo a quemar bunker importado en estos meses secos del verano en su planta de garabito y a importar energía de alto costo marginal del mercado regional para enfrentar la máxima demanda diurna. Estos dos rubros estacionales están incrementando en varios puntos más, nuestra dependencia energética
Se está perdiendo la poca independencia energética que veníamos disfrutando con la energía eléctrica con fuentes renovables y capital puramente nacional
Con el incremento de precios en los combustibles importados, con el incremento de la generación eléctrica quemando bunker importado, con el cese de contratos a varios generadores hidroeléctricos y eólicos privados y con la generación hidro eléctrica sobre el reventazón y de otras represas cuyos costos todavía están siendo amortizados con capital extranjero, podemos asegurar sin temor a equivocarnos, que hemos retrocedido en la ruta hacia la independencia energética. Hoy más que nunca somos dependientes de la energía fósil importada y de la eléctrica financiada con capital prestado o importado del extranjero. Esa dependencia debería de avergonzarnos pues durante muchos años nos han hecho creer en el mito de nuestra independencia eléctrica por el simple hecho de estar utilizando fuentes renovables para su generación. Mientras el ICE reporte pasivos por 3.5 billones de colones con respecto a los 5.5 billones de activos de su sector eléctrico, se puede considerar que el 64% del total de sus plantas eléctricas son activos hipotecados a los bancos acreedores de su deuda.
¿Como podría el país volver a la senda irreversible de la descarbonización y de nuestra independencia energética?
El país tiene posibilidades de salir de esa casi absoluta dependencia energética con varias medidas. Primero. Con la veloz expansión de la generación solar distribuida con capital privado nacional, de manera que el ahorro que ello implique con respecto a las altas tarifas actuales se utilice para la futura compra de autos eléctricos. Segundo. Con un ICE buscando financiamiento, fideicomisos o “joint ventures”, llamadas también alianzas público-privadas con el capital nacional o empresas municipales para la construcción de plantas solares centralizadas. Tercero Con el levantamiento de la moratoria contra la prospección y explotación de gas natural y petróleo. Cualquier cantidad de hidrocarburos fósiles o naturales que logremos extraer de nuestro subsuelo, contribuirá a reducir el costo actual de los combustibles, y con ese ahorro, el público podrá pagar algún porcentaje del costo de su nuevo auto eléctrico. Cuarto Con la apertura del actual mercado monopólico de la destilación etílica, muchas empresas agrícolas podrán producir alcoholes etílicos y metílicos en cualquier zona del país, a costos bajos sin el sobrecargo del transporte ni de la administración centralizada como lo hizo RECOPE en el pasado. Quinto Con el estímulo a la producción de biocombustibles nacionales se lograra producir energéticos sustitutos del ICE y Sexto Con una campaña de consumo de combustibles nacionales, el país comprendería que utilizar energía producida en el país con capital nacional seria de mayor beneficio que el continuar importando la misma.
De todos nosotros depende que algún dia gocemos de una absoluta INDEPENDENCIA ENERGETICA y ya no exportemos divisas que tanto cuestan obtener con nuestra agricultura y prestación de servicios.