La doble moral en la evasión fiscal
Jonathan Prendas [email protected] | Lunes 17 agosto, 2020
El gobierno solo habla de más impuestos y de deuda para obtener recursos, pero es muy poco lo que ejecuta en la lucha contra la evasión fiscal. Nueva República tiene claro que no es posible eliminar este problema por completo, pero los números revelan que se deben hacer todos los esfuerzos posibles para poner en cintura a los evasores.
De acuerdo con un estudio de Hacienda y el FMI con datos del 2016, la evasión, elusión y mora en los impuestos de renta y ventas representan un 4,6% del PIB, dinero que podría utilizarse para traer bienestar a los costarricenses mediante la construcción de calles y escuelas, para emprender acciones que reactiven la economía, ayuden a generar empleo y, lo mejor de todo, bajen el endeudamiento del pais.
El gobierno esperaba que la implementación del IVA mejorara esta situación, pero se quedo corto con sus acciones, solo hizo una parte del trabajo. La guerra debe ser frontal para evitar la evasión asi como la omisión y la morosidad en el pago de los tributos; de igual manera, es necesario revisar con lupa las exoneraciones fiscales.
Esta es una manera real de construir la equidad en las obligaciones tributarias de los costarricenses, tema que por años ha sido una deuda pendiente y que tiene un fuerte efecto en el fortalecimiento de nuestro sistema democrático.
La semana pasada vimos con preocupación un bochornoso hecho cuyas aristas están muy relacionadas con estos temas. Se trata de las revelaciones que surgieron tras las vacaciones del presidente Carlos Alvarado en Guanacaste, con el soporte de André Garnier, su ministro de Coordinación con el Sector Privado, ademas de ser una figura ligada con Horizonte Positivo, grupo de empresarios que en la realidad manejan el gobierno.
El helicóptero que se usó para trasladar al mandatario fue registrado en el país para uso privado y no comercial, y por esa razón no paga impuestos en nuestro país. Esta no es una movida ilegal, pero es una puerta que se mantiene abierta para evitar pagarle tributos al Estado.
Además, la sociedad con la que Garnier dizque le cobró el viaje del presidente, funciona en Panamá con directivos costarricenses. En otras palabras, no tiene una concesión de servicios aéreos en Costa Rica y tampoco existen registros en Aviación Civil que permitan determinar la actividad a la que se dedica acá. O sea, no es una empresa tica, no se rastrea y, en consecuencia, no se le cobra un cinco.
En tercer lugar, el hotel Punta Islita, donde se hospedaron los inquilinos de Zapote, al momento del viaje acumulaba una morosidad con el gobierno superior a los 82 millones de colones, por si eso fuera poco, registra un valor fiscal de apenas 500 mil colones, aunque su precio real es de varios millones de dólares. Claro, no es lo mismo pagar impuestos por un inmueble que vale menos de un millón de colones, que pagar por uno cuyo valor supera los $5 millones.
El exministro de Hacienda Rodrigo Chaves había anunciado su interés de luchar contra la evasión, pero al salir del gobierno mencionó que había presiones que lo impedían; estos hechos nos hacen suponer de dónde vienen. Para Nueva República, Costa Rica no puede seguir con prácticas que favorecen a unos cuantos y con actitudes blandengues contra la evasión, pues esto tiene un efecto nocivo para todos, especialmente para quienes menos tienen. Es hora de parar la doble moral en el gobierno.