La Acreditación de la Educación Superior en Costa Rica
Ana Isabel Solano Brenes [email protected] | Martes 10 mayo, 2022
El impacto de la calidad en la Educación Superior es innegable ya que sin duda alguna repercute en la formación de los futuros profesionales. La calidad no se sostiene únicamente con el prestigio ganado por lo tanto la misma debe medirse y acreditarse por un órgano externo e independiente que objetivamente pueda evaluar y certificar.
En Costa Rica los análisis y propuestas relacionados con Acreditación de la Calidad de la Educación Superior datan de finales de la década de los ochentas e inicios de los noventas, no obstante es en mayo del año 2002 hace justamente 20 años, cuando se crea la LEY DEL SISTEMA NACIONAL DE ACREDITACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR (SINAES) la cual en su artículo primero establece “Reconócese el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), creado por convenio entre las instituciones de educación superior universitaria estatal, al cual podrán adherirse las instituciones de educación superior universitaria privada.
Se crea como órgano adscrito al Consejo Nacional de Rectores, con personería jurídica instrumental para la consecución exclusiva de los fines de esta Ley. El SINAES, cuyas actividades se declaran de interés público, tendrá como fines planificar, organizar, desarrollar, implementar, controlar y dar seguimiento a un proceso de acreditación que garantice continuamente la calidad de las carreras, los planes y programas ofrecidos por las instituciones de educación superior, y salvaguarde la confidencialidad del manejo de los datos de cada institución.
De igual forma el artículo 2 establece que “la acreditación tendrá como propósito identificar, con carácter oficial, las carreras y los programas universitarios que cumplan los requisitos de calidad que establezca el SINAES, para mejorar con ello la calidad de los programas y las carreras ofrecidas por las instituciones universitarias públicas y privadas, y garantizar públicamente la calidad de estos…”
El SINAES lo constituyen las instituciones de educación superior universitaria pública y privada, que voluntariamente deseen afiliarse. Y la misma ley en su artículo 5 le define los siguientes objetivos:
a) Coadyuvar al logro de los principios de excelencia académica y al esfuerzo de las universidades públicas y privadas por mejorar la calidad de los planes, las carreras y los programas que ofrecen.
b) Mostrar la conveniencia que tiene, para las universidades en general, someterse voluntariamente a un proceso de acreditación y propiciar la confianza de la sociedad costarricense en los planes, las carreras y los programas acreditados, así como orientarla con respecto a la calidad de las diversas opciones de educación superior.
c) Certificar el nivel de calidad de las carreras y los programas sometidos a acreditación para garantizar la calidad de los criterios y los estándares aplicados a este proceso.
d) Recomendar planes de acción para solucionar los problemas, las debilidades y las carencias identificadas en los procesos de autoevaluación y evaluación. Dichos planes deberán incluir esfuerzos propios y acciones de apoyo mutuo entre las universidades y los miembros del SINAES y
e) Formar parte de entidades internacionales académicas y de acreditación conexas.
Esta ley reafirmó los esfuerzos que en esa dirección ya se venían realizando a nivel del Consejo Nacional de Rectores (CONARE) en conjunto con las cuatro Universidades Públicas existentes en ese entonces y algunas Universidades Privadas que se sumaron a la iniciativa, el nacimiento a la vida jurídica del SINAES vino a reforzar, a fortalecer y a propiciar en la Universidades los procesos autoevaluación y de mejora continua de cara a lograr las acreditaciones de la calidad de sus diferentes opciones académicas. Los procesos de autoevaluación de la calidad constituyen un pilar fundamental como parte de las mejoras prácticas internacionales ya que permiten evidenciar las fortalezas existentes y las oportunidades de mejora.
La acreditación de la Educación Superior ratifica la reputación y los posicionamientos que las Universidades han logrado constituyéndose por lo tanto en compromisos con la mejora continua. La calidad debe ser vista como un medio y no como un fin ya que es la búsqueda permanente de la excelencia de la Academia como un todo entiendo ésta como la articulación entre la Investigación, la Docencia y la Extensión.
La acreditación de una Carrera determinada según el SINAES significa que se cumplen los estándares de calidad para la academia previamente establecidos por el ente acreditador y que la misma continuará bajo un esquema de mejoramiento continuo. La acreditación representa un sello distintivo de calidad en el contexto universitario nacional que incide directamente en la formación de los futuros profesionales ya que las universidades son los laboratorios y la imaginación de un país y con cada generación que se forme mejor, mejor será la calidad de vida y mayor la contribución al desarrollo nacional.
Pero lo importante de estos procesos, es aprender a reconocer y aceptar aquello que está por mejorar, generando una cultura de auto-evaluación, auto-exigencia, superación e innovación permanente e indispensable en las instituciones de educación superior.
Estas experiencias de autoconocimiento con múltiples visiones deben ser capaces de reconocer una identidad y sus cimientos, de identificar los logros y más importante todavía tener el valor de mirar de frente a las debilidades.
Una doble mirada, retrospectiva y prospectiva al mismo tiempo, hacia los logros y los proyectos, a las realizaciones y los retos (1)
El gran desafío entonces es que verdaderamente los procesos de autoevaluación de la calidad con miras a la acreditación universitaria calen en las fibras y tejidos más profundos de las Universidades, y propicien el mantener el mismo espíritu para lograr tal y como la planteara alguna vez el filósofo Aristóteles: hacer de la calidad más allá de un Acto, un Hábito.
(1 ) Dr. Manuel Lobo Cabrera, Rector Universidad de las Palmas de Gran Canaria