Joaquín Patiño - La crisis en los operadores del mercado
La crisis en los operadores del mercado
Tras casi dos años desde los primeros síntomas de crisis en los mercados financieros mundiales, es interesante hacer una reflexión de las huellas dejadas en los ejecutivos relacionados con el manejo de portafolios de inversión, en un mercado que apenas daba sus primeros pasos en productos internacionales sofisticados.
Operadores con más de 20 años de experiencia bursátil mostraron pánico y sorpresa ante el desplome del valor de las carteras de sus clientes, sin capacidad de reacción ni siquiera para escuchar los temores de estos. Fue necesario un acompañamiento cercano para impulsar una reacción, dar seguimiento a los eventos, leer toda la información que llegaba y transmitirla de forma acertada a los clientes.
La mejor actuación era de seguimiento y recomendación, apoyándonos en los consejos de los operadores internacionales y generar confianza en la diversificación que había en todos los portafolios. Seguimos transando el principio de actuar por fundamentales y no por rumores. Esto les fue generando confianza a operadores y permeándose a sus clientes. No fue sencillo, los primeros meses fueron realmente desalentadores.
Al inicio de 2009 hubo una nueva prueba para inversionistas y operadores tras una nueva corrección del mercado. El trayecto recorrido se perdió y regresaron los temores y reacciones de pánico. Pero esta segunda etapa resultó un poco más fácil de superar. Ya habíamos recibido mucha realimentación y se veían mucho más claras las señales que las autoridades del Fed. Los que debían caer, ya lo habían hecho. Logramos la calma y generamos recomendaciones que solo el tiempo ayudó a probar que eran las acertadas.
La actuación de los corredores en esta segunda etapa tuvo mucho mejor desempeño, posiblemente porque ya habíamos visto lo peor.
Estas situaciones tan extremas sacan siempre lo mejor de la gente, se generaron ideas muy buenas con estrategias que permitían defender el valor de los portafolios, se siguieron disciplinadamente las estrategias planteadas y poco a poco pudimos ver los frutos de todo este trabajo en conjunto.
Las nuevas ideas se compartían y se implementaban, una vez analizadas y filtradas por todos. Las cosas empezaron a mejorar y los rostros se podían apreciar con más brillo.
Puedo dar fe de que algunos colegas ya no están en el negocio porque no supieron o no pudieron pasar por esta prueba.
Los que aún seguimos en esto, sabemos que cada día, en cada contacto, con cada decisión, debemos tener presente el peor de los escenarios y mostrar cada alternativa con todos los posibles escenarios y con todo el detalle sobre la mesa. No se puede dejar nada a la suposición o asumir que todo quedó claramente expresado y detallado. Esa es la mejor herencia de lo vivido. Esperemos mejores tiempos en el mercado.
Gerente de Ventas de Mercado de Valores
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